Reflexiones Filosóficas: Metafísica, Ética y las Matemáticas
El Problema de la Metafísica en la Modernidad
En la modernidad, la metafísica ha sido cuestionada como un fundamento del conocimiento. Kant influyó mucho en este debate con su obra Crítica de la razón pura, donde propuso una solución al problema de la metafísica como conocimiento.
Después de Descartes, quien estableció un racionalismo basado en el “pienso, luego existo” como principio fundamental, y Hume, que llevó el empirismo a su escepticismo más radical, Kant intentó solucionar esta división con su crítica. Según él, la metafísica tradicional pretendía conocer realidades inaccesibles a la experiencia, como Dios, el alma o el mundo en sí mismo. Sin embargo, la razón humana sólo puede conocer fenómenos, no las cosas en sí mismas (los noúmenos).
Kant definió a la metafísica, no como un saber absoluto, sino como una estructura necesaria del conocimiento humano. Estableció que sólo podemos conocer lo que pasa por el filtro de nuestras categorías a priori (espacio, tiempo, causalidad, etc.), limitando así las pretensiones de la metafísica especulativa.
En la actualidad, el problema de la metafísica sigue en pie, sobre todo en los debates sobre la filosofía de la mente y la teoría del conocimiento. La cuestión de si la realidad puede ser conocida objetivamente o si solo accedemos a representaciones subjetivas sigue siendo un tema central en la filosofía contemporánea.
Éticas de la Felicidad y Éticas del Deber
El debate entre las éticas de la felicidad y las éticas del deber es fundamental en la historia de la filosofía. Kant, a diferencia de los filósofos eudemonistas como Aristóteles, estableció una ética que se basaba en el deber y en la ley moral universal.
La ética de Aristóteles se basa en la idea de que el ser humano debe buscar su plenitud a través del desarrollo de la virtud y la búsqueda de la felicidad (eudaimonía). En cambio, Kant sostiene que la moral no puede depender de la felicidad ni de ningún fin subjetivo, sino de la racionalidad y la obligación. Así, explica el imperativo categórico, según el cual una acción es moral si puede ser universal y si trata a la humanidad como un fin en sí mismo.
En el mundo actual, esta división entre felicidad y deber se puede ver en muchos ámbitos. Por ejemplo, en la ética de la empresa, a menudo se reflexiona si las decisiones deben basarse en criterios utilitaristas (priorizar el bienestar global) o en principios deontológicos (respetar derechos y deberes). Actualmente, la cultura contemporánea suele promover una ética de la felicidad basada en el bienestar individual, a menudo relacionada con el consumismo. Sin embargo, las crisis actuales (climática, social, política) exigen una ética más deontológica, que priorice las responsabilidades de la sociedad y el deber moral por encima del beneficio personal inmediato.
Comentario 1: Las Matemáticas como Ciencia Segura
Tesis
Kant explica que las matemáticas tuvieron un desarrollo en su validez, pero que ahora es segura gracias a los métodos de observación y a que es a priori.
Contexto Histórico
El mismo que el anterior.
Explicación del Texto
Según Kant, la metafísica racionalista es dogmática, pues da por supuesta la posibilidad de extender nuestro conocimiento más allá de los límites de la experiencia. Kant plantea, por el contrario, el concepto de filosofía crítica, entendida como un examen de la propia facultad de conocer, de su alcance y de sus límites.
Por otro lado, la filosofía crítica kantiana también es una crítica del empirismo: la filosofía empirista no admite ningún conocimiento que no derive de la experiencia. Kant considera que todo conocimiento comienza con la experiencia, pero al mismo tiempo hay conceptos que la razón forma por sí misma, conceptos a priori que no proceden de la experiencia, sino que se aplican a ella, la condicionan y la hacen posible. Estos conceptos son puros en el sentido de que por sí mismos están vacíos de todo contenido o material empírico. Kant coincide con los empiristas en que todo nuestro conocimiento empieza con la experiencia, ya que nuestra facultad de conocer sólo puede ponerse en ejercicio si somos afectados por los objetos a través de los sentidos. Pero, al mismo tiempo, aunque ningún conocimiento sea temporalmente anterior a la experiencia, es posible que la razón o facultad de conocer suministre elementos a priori tomados de sí misma, que no proceden de la experiencia, sino que se aplican a ella, la condicionan y la hacen posible. En este sentido los elementos a priori no proceden de la experiencia.