Aspectos que Caracterizan a la Realidad
¿Realidad Estática o Realidad Dinámica?
Desde su origen, la Metafísica se ha cuestionado si la realidad es estática, inmutable, o si está en constante cambio y evolución.
Entre los presocráticos, hay dos filósofos que defienden teorías distintas: Heráclito afirmaba que la realidad está en permanente cambio –todo fluye-; Parménides, sin embargo, pensaba que la realidad, el auténtico ser es permanente, inmutable y eterno.
En la Grecia clásica, Platón, siguiendo a Parménides, manifestaba que la verdadera realidad eran las ideas o esencias inmateriales, inmutables y perfectas; Aristóteles consideraba el cambio como la característica esencial de la realidad, entendida como proceso cambiante en continuo devenir.
Esencia y Existencia
Otro aspecto, debatido por la Metafísica, es la distinción entre esencia y existencia.
La esencia es aquello por lo que un ser es lo que es y se distingue de los demás.
La existencia es el hecho de ser, de existir.
La Metafísica, una vez definidas la esencia y la existencia, trata de responder a la siguiente cuestión: ¿qué tiene prioridad, a la hora de definir la realidad, la esencia o la existencia?
Para los filósofos esencialistas, la esencia es más importante, ya que, aunque desaparezcan los individuos concretos, la esencia ser humano permanece inmutable; para los existencialistas, sin embargo, la existencia tiene prioridad sobre la esencia, ya que, a lo largo de su cambiante existencia, el hombre va construyendo su esencia, la va haciendo.
Necesidad y Contingencia
La Metafísica nos habla también de seres necesarios, seres que existen y han existido siempre y son inmutables, y de seres contingentes, seres cambiantes, que existen pero pueden dejar de existir en cualquier momento.
La distinción entre estos dos tipos de seres se muestra con mayor claridad en la metafísica cristiana: Dios, creador y conservador del mundo, es el ser necesario; todos los seres creados son seres contingentes.
Estructura de la Realidad
La ontología es la parte de la metafísica que estudia el orden y la estructura de la realidad. Esta ordenación y clasificación de la realidad es una actividad constante de la mente humana. Puede hacerse según diferentes métodos:
a) Ontológico. La realidad está ordenada y tiene una estructura, que la mente tiene que descubrir.
b) Gnoseológico. La realidad, en sí misma, no posee un orden. Su estructura, su clasificación, es una creación subjetiva de la mente humana.
c) Lingüístico. Quien ordena y estructura la realidad es el lenguaje, que condiciona nuestra forma de ver y pensar la realidad.
La Verdad
El Problema del Conocimiento de la Realidad
El conocimiento de la realidad es problemático por varias razones:
- Nuestros sentidos no son fiables. Con frecuencia nos engañan.
- La subjetividad de cada persona condiciona la verdad de su interpretación.
- Nuestra razón tiene sus límites.
De ahí que el gran objetivo de la filosofía sea la búsqueda de la verdad, ¿QUÉ ES LA VERDAD?
Y en esta empresa desempeña un papel fundamental la gnoseología, parte de la filosofía que estudia el origen y naturaleza del conocimiento, los tipos, sus posibilidades y límites y los métodos para conocer.
¿Conocemos la Realidad Tal Cual Es?
La idea predominante a lo largo de la Edad Antigua y la Edad Media fue que el ser humano era capaz de conocer la realidad tal cual es. Esta postura se conoce con el nombre de realismo. Los filósofos de esta época están más preocupados por conocer lo real que por cómo puedo conocer la realidad. No se plantean cuestiones de tipo epistemológico, sino interrogantes de tipo ontológico.
Idealismo de Platón
Platón tiene una visión dualista de la realidad: el mundo real o mundo de las Ideas y el mundo material o mundo sensible:
- Mundo de las Ideas: es inmaterial, no perceptible por los sentidos; es un mundo habitado por las Ideas que son inmutables, eternas y universales y solo se captan por el entendimiento. Son la causa del mundo sensible.
- Mundo sensible: es una copia imperfecta del mundo de las Ideas. Todas las cosas son una copia o participan de las Ideas del mundo Inteligible. Por eso, no hay verdadero conocimiento, solo opiniones que se basan en los datos proporcionados por los sentidos
Camino para llegar al mundo de las ideas:
- Recuerdo o reminiscencia: conocer es recordar. El alma humana, antes de sufrir el encarcelamiento del cuerpo, preexistió por sí misma en el mundo de las Ideas. Allí conoció las Ideas (verdadero ser de las cosas) olvidándolas al unirse al cuerpo. Esa alma encarcelada va recordándolas poco a poco.
- Dialéctica: el mundo de las Ideas está jerárquicamente organizado. La Idea de Bien es la idea suprema. La dialéctica consiste en ascender en el conocimiento de las distintas ideas hasta llegar al conocimiento de la Idea de Bien. Una vez conocida se realizaría el proceso contrario; descender sobre el bien hasta las demás ideas para conocerlas en plenitud.
Realismo de Aristóteles
Para Aristóteles, lo único real es el mundo sensible, aquello que conocemos, en primer término, a través de los sentidos. Anulado el mundo de las Ideas platónico, solo cabe encontrar la esencia de las cosas, sin necesidad de recurrir a una realidad exterior.
Aunque las cosas (sustancias para Aristóteles) estén sujetas al cambio, pueden ser objeto de conocimiento mediante un proceso que, partiendo de la sensación, llega hasta el concepto universal.
Dogmatismo de Descartes
La Edad Moderna supone un giro en la discusión sobre la realidad, ya que cobra especial importancia la intervención del sujeto en el proceso del conocer. Las cuestiones serán de tipo epistemológico. Destaca el interés por encontrar un método que nos permita llegar a un conocimiento cierto. Para ello parte de la duda metódica, para encontrar una verdad de la que no se pueda dudar. Para ello duda de todo siguiendo los siguientes pasos:
- Los sentidos nos engañan: no son un criterio de certeza porque nos inducen a error. Esto no significa que el mundo real no exista, sino que no tenemos certeza de que lo que percibimos es verdad.
- Imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño: duda de que podamos distinguir la vigilia del sueño.
- Hipótesis del genio maligno: hay un tipo de verdades, las matemáticas, de las cuales no podemos dudar. Se plantea que exista un genio maligno que nos induzca a error.
- Cogito ergo sum. “Pienso, luego existo”: Descartes encuentra una verdad de la que no podemos dudar, nuestra existencia. No puedo dudar de que soy un ser que está dudando.
Su postura es racionalista y tendría las siguientes características:
- La única fuente verdadera de conocimiento es la razón. Los sentidos nos engañan.
- El ser humano posee ideas innatas, que son el objeto del verdadero conocimiento.
- La razón, por sí sola, tomando como instrumentos la intuición y la deducción matemática, puede descubrir todos los “secretos” de la realidad sin recurrir a la experiencia.
- Concepción de la filosofía como un saber cierto y seguro en todas las esferas de la realidad.
Este exceso de confianza en la razón conduce a una actitud dogmática. Otros representantes serían Spinoza y Leibniz.
El Empirismo Inglés
- La corriente empirista defiende la primacía del conocimiento sensible, frente a la aportación de la razón, en el plano del conocer.
- Rechazan la existencia de las ideas innatas, por lo que todos los contenidos mentales proceden de la experiencia sensible y, por tanto, son adquiridos.
- Lo sensible se presenta como criterio de verdad o falsedad y la inducción como modelo de conocimiento.
- Al ser los sentidos limitados y subjetivos, el conocimiento humano pierde la consideración de absolutamente verdadero para convertirse en meramente probable, cayendo en un escepticismo.
- Sus representantes son Locke y Hume.
El Idealismo Trascendental de Kant
- En el conocimiento intervienen la experiencia y la razón.
- En todo conocimiento interviene un elemento empírico, que procede de la experiencia, y un elemento a priori, que procede de nuestra facultad de conocer, de nuestra mente.
- Las cosas no las conocemos en sí mismas, sino determinadas, condicionadas por nuestra mente.
Para Kant, la misión de la filosofía consiste en responder a tres grandes preguntas: ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer? y ¿qué puedo esperar? Estas cuestiones se integran en una sola pregunta más radical y universal: ¿qué es el hombre?