Metafísica y Filosofía de Aristóteles

1. Metafísica de Aristóteles

Aristóteles critica a Platón por duplicar el mundo en su intento de explicarlo, afirmando que solo existe este mundo en el que vivimos y morimos. Los seres de este mundo no son solo ideas, sino sustancias compuestas de materia y forma. Aristóteles sostiene que la esencia no está separada de los seres de los que se predica. Todos los entes comparten el ser, lo cual lleva a la necesidad de una ciencia que estudie el «ser en cuanto a ser», la cual denomina filosofía primera, ya sea ontología o metafísica. Los principios del ser son construcciones de la razón y están presentes en todas las entidades, como la sustancia, las categorías, los accidentes, el acto y la potencia, la materia y la forma, y las causas del ser. Estos principios son fundamentales para comprender y explicar la realidad física, y la naturaleza es la síntesis de todos ellos.

La Sustancia: Principio Fundamental

La sustancia, según Aristóteles, es aquello que define las cosas, siendo individual e intransferible, y no puede faltar en un ente. Todos los entes son sustancias, lo que significa que la sustancia es el ser fundamental y principal. Aristóteles reconoce dos modos de definir la sustancia:

  • Sustancia primera: es el ser hilemórfico compuesto de materia y forma.
  • Sustancia segunda: es la forma o esencia misma del ente.

Hay tres tipos de sustancias:

  • Sensibles corruptibles: que nacen y perecen en el mundo material.
  • Sensibles pero incorruptibles: como los astros y los cielos.
  • Suprasensibles: como el motor inmóvil o Dios.

Categorías

En toda sustancia se pueden distinguir otros “modos de ser” o principios llamados categorías (modos de expresar los entes o sustancias) que se derivan de ella: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, acción y pasión. Aristóteles los llamó géneros supremos, ya que no pueden faltar en ninguna sustancia. No hay sustancia sin categorías ni categorías sin sustancia.

Los Accidentes (Categorías Accidentales)

Los accidentes describen de modo concreto y específico los entes o seres. Es todo aquello que puede estar o no estar sin afectar a la sustancia. Atributos que pueden cambiar sin afectar a la sustancia. La sustancia o esencia define.

2. Acto, Potencia y Movimiento Ontológico

El acto y la potencia son principios del ser según Aristóteles. El acto representa la perfección actual de un ser, mientras que la potencia es su capacidad de llegar a ser algo más. El movimiento ontológico es el proceso de cambio de potencia a acto, es decir, la realización de lo que está en potencia. Este movimiento implica la transformación de una cosa en otra. Hay 4 tipos de movimiento:

  • Cambio sustancial: cambio en la esencia de un ser.
  • Cambio accidental: cambios cuantitativos, cualitativos o de lugar.

La Composición del Ser y sus Causas

La teoría hilemórfica de Aristóteles postula que toda sustancia primera está compuesta por materia (hyle) y forma (morphe). Estos dos elementos son inseparables y juntos constituyen la esencia de la sustancia. La materia es aquello de lo que están hechas las cosas y puede ser segunda (como los huesos en el caso de Sócrates) o primera (la materia primordial de la que todo surgió). La forma, por otro lado, es la esencia de la cosa y representa su especie y género. Por ejemplo, en el caso de Sócrates, la especie sería el ser humano y el género sería el animal.

Hay una materia primera (abstracta) y una forma primera (abstracta) que considera la razón a la hora de comprender la sustancia. Pero cuando hablamos de seres o sustancias concretas (este hombre…) tenemos que expresarlo con los siguientes conceptos: materia segunda (materia humana) y forma segunda (esencia o forma humana)

No hay sustancia sin causas, que la razón precisa para comprender. Las 4 causas del ser son:

  • Material: de qué está hecho.
  • Formal: qué es.
  • Eficiente: quién lo hizo (La única sustancia incausada es la divinidad).
  • Final: objetivo o fin de la sustancia.

En los seres artificiales y naturales, las 4 causas difieren. En los seres naturales, las causas formal, eficiente y final coinciden. La forma actúa como causa eficiente y final porque su esencia determina su desarrollo y transformación hacia su fin inherente.

3. Teología

Aristóteles postula la existencia de un Primer Motor como el principio eterno y necesario que da razón de ser a las sustancias corruptibles en la naturaleza. Este Primer Motor es:

  1. Eterno y sin naturaleza sensible, siendo un acto puro e inmutable.
  2. Es el motor que se mueve a sí mismo, siendo la causa final del movimiento.
  3. Posee inteligencia que se piensa a sí misma, conteniendo la perfección del saber y siendo la auténtica verdad.
  4. Es único para evitar el desorden en el universo.

Aristóteles plantea que este Primer Motor es necesario para explicar la existencia y el funcionamiento del mundo, y propone que la filosofía primera, que estudia el ser en cuanto a ser, se convierta en teología al reconocer que el ser divino es el fundamento que hace comprensible todo lo demás.

Cosmología

Aristóteles concebía el universo como un cosmos ordenado, eterno, finito, simétrico y esférico, compuesto por dos mundos distintos: el sublunar y el supralunar.

  1. Mundo Sublunar: Caracterizado por la generación y la corrupción, formado por seres corruptibles. El movimiento típico es rectilíneo, hacia arriba o hacia abajo, y es natural debido a los elementos de los que están compuestas las sustancias. El fuego y el aire son ligeros y se mueven hacia arriba, mientras que la tierra y el agua son pesados y se mueven hacia abajo.
  2. Mundo Supralunar: Constituido por el «quinto elemento», el éter, incorruptible e inmutable, que forma astros, cuerpos celestes y órbitas. El movimiento es perfecto, circular, eterno y regular. Cada astro se encuentra en una esfera de éter movida por un motor, y la última esfera contiene al Motor Inmóvil, causa de todo el movimiento universal. Más allá de esta esfera no hay nada. El universo está organizado jerárquicamente, con los seres inmateriales e inmóviles en la cima (Primer Motor y motores inmóviles de las esferas), seguidos por los seres materiales pero incorruptibles y eternos (el primer cielo, las esferas de los astros y los astros compuestos de éter), y por último, los seres corruptibles compuestos de los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra

4. Antropología

Según Aristóteles, el ser humano es un ser hilemórfico compuesto por cuerpo (materia) y alma (forma). El alma es la causa y principio del cuerpo viviente y representa la perfección del ser humano, siendo la realización cumplida de las posibilidades del compuesto orgánico. Dirige y regula las funciones orgánicas, permitiendo la salud. El alma y el cuerpo forman una unidad sustancial en el ser humano.

Potencias del Alma

  • Alma/Potencia vegetativa: Es la propia de las plantas (aunque presente también en los animales y en el hombre). Es la causa de la nutrición, del crecimiento y de la reproducción.
  • Alma sensitiva: Es la propia de los animales. Es la capacidad de recibir sensaciones. Se distinguen dos grados: la sensibilidad primaria (propia de animales inferiores, dotados de sensibilidad para el dolor) y la sensibilidad superior (propia de los animales superiores, dotados de imaginación y memoria)
  • Alma racional: Es la función superior del alma, específica del ser humano y lo que lo define. Tiene dos funciones específicas:
    • Intelectual: razón teórica, cultivo de la ciencia y el saber. Por ella se produce la abstracción y el paso de la experiencia a los principios. Dos tipos de entendimiento:
      • Entendimiento agente: tiene la función de abstraer las cualidades particulares de la imagen creada por la imaginación y la memoria y elaborar un concepto que refleje lo esencial, lo universal. Es inmortal y eterno.
      • Entendimiento paciente: iluminado por el agente “conoce” el universal y lo aplica a los casos particulares. Es mortal.
    • Volitiva: razón práctica, saber comportarse, saber hacer. Conciencia moral. Sabiduría práctica. Frónesis (prudencia)

5. Ética

En su obra «Ética a Nicómaco», Aristóteles argumenta que toda actividad humana busca un fin último: la felicidad. Esta es definida por varios rasgos:

  1. Es un bien autosuficiente: el individuo feliz no necesita nada más para alcanzarla.
  2. Es un bien supremo y fin último al que todas las acciones tienden como máxima realización o meta. No es un medio para otro fin.
  3. Debe lograrse a través de una actividad continua y propia de la naturaleza de cada ser humano.

En resumen, para Aristóteles, la felicidad es el objetivo final de la vida humana, siendo un bien completo en sí mismo que se alcanza mediante una actividad constante y acorde con la naturaleza de cada individuo. Según Aristóteles, la actividad más específica del hombre que proporciona la mayor felicidad es la actividad racional, deducida de su concepción antropológica. El aspecto más propio y característico del hombre es su dimensión intelectual. En la actividad racional, ya sea contemplativa o teórica, el hombre encuentra la felicidad más completa.

El buen ejercicio de la razón nos proporciona excelencias teóricas conocidas como virtudes dianoéticas (dianoia en términos de Platón). Estas virtudes están relacionadas con la capacidad de reflexión y deliberación, así como con la habilidad para comprender el mundo y aplicar el conocimiento en decisiones acertadas. Aristóteles menciona las siguientes virtudes dianoéticas:

  • La prudencia (phrónesis): consiste en la razón práctica, entendida como la capacidad de aplicar los principios generales a las circunstancias cambiantes. Es la virtud que nos hace reconocer cuáles son los medios que nos acercan al bien y nos indica la manera más correcta o racional de obrar.
  • El arte (tecné): capacidad de saber hacer o producir de manera racional. La ciencia de los primeros principios en la producción de objetos bellos.
  • La sabiduría (sofía): comprensión teórica de la realidad mediante la razón contemplativa.
  • La ciencia (episteme): conocimiento objetivo de aquello que es universal y necesario.
  • La inteligencia intuitiva (nous): la habilidad de captar los principios más generales o axiomas de la ciencia.

Las virtudes dianoéticas son valiosas por sí mismas y contribuyen a alcanzar la máxima felicidad. Sin embargo, el ser humano no es solo intelecto, sino que también tiene necesidades y deseos. Por ello, necesita practicar virtudes éticas o morales. Estas virtudes están relacionadas con la manera de actuar en el mundo, controlando las pasiones y deseos. Actuar correctamente implica encontrar un término medio entre dos extremos negativos de conducta, ya sea por exceso o por defecto. Ante la variedad de circunstancias, la pauta ética más adecuada es buscar siempre este término medio, la moderación. La prudencia y la razón de cada individuo son fundamentales para elegir correctamente el término medio en cada situación. La justicia, como conjunto de virtudes éticas, define a un hombre virtuoso. Gira en torno a un hombre prudente que aplica los principios excelentes de obrar, dominando las pasiones y los vicios mediante las virtudes éticas.

La Amistad: Síntesis de las Virtudes

Aristóteles habla de la amistad en “Ética a Nicómaco” y la define como concordia básica por encima de las diferencias, fundada en las relaciones de solidaridad y afecto, basada en el desinterés y en las virtudes, y el afecto y ayuda mutua. La amistad es la suma de las virtudes y un amigo es un hombre bueno/justo.

6. Política

Aristóteles nos explica el desarrollo de las formas sociales. Primero se forman las familias, luego los pueblos (demos), y de ahí surgen las polis: entelequia social. Establece también una serie de condiciones/características de la acción política:

  • El ser humano es un ser sociable por naturaleza. “El hombre vive en sociedad, si no sería una bestia o un Dios”
  • La sociabilidad se funda en los principios morales, en el sentido ético. Tiene su raíz en el sentido del bien y el mal. La sociedad se fundamenta en un lenguaje moral que ha construido la razón humana.
  • El bien común debe buscarse a partir del respeto al bien individual (bien moral), lo que supone poner los medios para que los ciudadanos alcancen la felicidad.

Formas de Gobierno

Aristóteles clasifica los tipos de gobierno, dependiendo de si son o no son justos y del número de gobernantes: unos pocos o la mayoría y, esto podrán ser justas o injustas, según si buscan el bien particular o en el bien común.

  • La monarquía es la forma justa de gobierno de un sólo hombre, la aristocracia es el gobierno justo de unos pocos y la democracia es la forma justa del gobierno del pueblo o demos, si tuviera educación o ciencia. Son tres formas justas, miran el bien y el interés común.
  • Cuando estas tres formas se desvían de la justicia, que es la principal virtud política, y se orientan al interés particular degeneran respectivamente en las siguientes formas injustas de gobierno: tiranía, oligarquía y demagogia.

7. Teoría del Conocimiento

Aristóteles distingue varios niveles de conocimiento:

  1. Conocimiento Sensorial (Doxa): Surge de los órganos sensoriales y facultades internas como la memoria e imaginación. Deriva directamente de la sensación y es fugaz, propio de animales inferiores. En seres superiores, se mezcla con la memoria y la imaginación, generando un conocimiento más persistente, denominado experiencia.
    La experiencia es el conocimiento de las cosas particulares, sabemos que existen pero no conocemos su causa ni su porqué.
  2. Conocimiento Racional o Científico (Episteme): Es el nivel más elevado de conocimiento. Surge del entendimiento agente y paciente, permitiendo conocer el porqué y la causa de los objetos. Este conocimiento debe surgir necesariamente de la experiencia. Implica conocer las sustancias por sus causas y principios, incluyendo la causa formal (esencia).

Aristóteles sostiene que el punto de partida del conocimiento son la sensación y la experiencia, que nos ponen en contacto con la realidad de las sustancias concretas. Sin embargo, el verdadero conocimiento proviene del entendimiento y consiste en conocer las sustancias por sus causas y principios, incluida la causa formal o esencia. El conocimiento verdadero es el conocimiento de lo universal, de la forma, que se encuentra en la sustancia. Para alcanzar este conocimiento, es necesario captar primero la sustancia a través de los sentidos y la imaginación, luego el entendimiento separa en ella lo material de lo formal. Aristóteles distingue tres tipos de saberes: productivo, práctico y contemplativo o teórico, siendo este último el más elevado, que conduce a la sabiduría.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *