Metanecesidades y Potencialidad: La Búsqueda del Saber
Las metanecesidades y la potencialidad forman el segundo grupo de presupuestos motivacionales dentro de la búsqueda del saber.
El principio de correlación general entre aspectos de la realidad y necesidades humanas establece que por cada aspecto que tiene la realidad, hay un grupo de necesidades que tiene el hombre y viceversa.
Necesidades de Autorrealización
Las necesidades de autorrealización constituyen un tercer grupo de necesidades humanas y deben estar en correlación con un tercer aspecto de la realidad.
Se deduce que el hombre tiene unas necesidades de autorrealización y, a su vez, un tercer aspecto que no es obvio ni está incluido en la bipolaridad de nuestro lugar vivencial:
- Inmanencia: realidad tal como la encontramos dentro de la bipolaridad.
- Trascendencia: realidad más allá de la misma.
- Lo Inmanente: todo cuanto la realidad contiene en la medida en que está incluida en la bipolaridad.
- Lo Trascendente: todo cuanto la realidad contiene en la medida en que rebasa la bipolaridad.
Al tercer aspecto se le puede aplicar el adjetivo de trascendente.
Diferencia entre lo Inmanente y lo Trascendente
- Lo Inmanente: puede ser patente porque, al estar incluido en nuestro lugar vivencial, nuestras vivencias pueden mostrárnoslo.
- Lo Trascendente: no puede ser patente inicialmente; su situación es la latencia, ya que no está incluido en nuestro lugar vivencial y nuestras vivencias no pueden mostrarlo.
El tercer aspecto de la realidad, por ser trascendente, es latente.
Las necesidades de autorrealización se identifican por su procedencia de la potencialidad y por su correlación con el aspecto trascendente o latente de la realidad.
Si algo latente se deja en su latencia, hay ignorancia. Si se coloca en situación de patencia, hay saber, porque lo latente se muestra y deja de ser una incógnita.
Lo trascendente es latente; por tanto, el saber consiste en tenerlo en situación de patencia. Para ello, hay que haberlo descubierto.
Las necesidades que motivan al hombre a descubrir lo trascendente son necesidades de autorrealización, ya que solo estas necesidades están en correlación con el aspecto trascendente de la realidad.
Las necesidades de autorrealización, cuando funcionan como necesidades de saber, adoptan la forma de necesidades de descubrimiento.
Tanto las necesidades de deficiencia como las metanecesidades pueden funcionar como necesidades de saber, pero las primeras adoptan forma de necesidades de dominio, mientras que las segundas adoptan necesidades de descubrimiento.
Esto se debe a que vivimos dentro de una realidad que contiene tanto lo inmanente como lo trascendente; lo inmanente se puede manejar, pero no iluminar, y lo trascendente se puede iluminar, pero no manejar.
Meta-Saber
Designamos al saber que proporciona esa iluminación con la expresión meta-saber. Es apropiada porque las necesidades que motivan su búsqueda no son necesidades de deficiencia (como el saber-instrumento), sino metanecesidades.
Aunque muy pocas personas llegan a obtener el meta-saber, quienes lo buscan pueden tener una idea de él sin haberlo alcanzado todavía. Esta idea es distinta del propio meta-saber y, por ello, no resulta satisfactoria, pero tiene un valor indicativo.
El meta-saber, como cualquier saber, tiene una situación y un objeto.
La Situación del Meta-Saber
El hombre se halla junto a las cosas, en una situación de escisión.
Esta escisión determina una distinción entre dos situaciones del saber: una definida por la escisión y otra definida por lo contrario, la unidad.
En la primera situación, definida por la escisión, el hombre puede elaborar el saber-instrumento, pero no puede obtener el meta-saber. Para obtener el meta-saber, el hombre necesita trascender la escisión y colocarse en la segunda situación, definida por la unidad.
El meta-saber no se puede obtener en una situación definida por la escisión porque, al ser la situación en la que el hombre elabora el saber-instrumento, es una situación definida por algo negativo. Dentro de una situación definida por algo negativo, no puede obtenerse el meta-saber, ya que este implica perfección, y la perfección es incompatible con la presencia de algo negativo.
La situación definida por la unidad es una situación donde la realidad muestra todos sus aspectos, incluido el latente, porque se mueve en una accesibilidad total. La realidad no muestra solo algunos aspectos, sino todos, incluido el latente. Por eso, algunos pensadores griegos la designaron con el término alétheia, que significa «no-ocultamiento».
El Objeto del Meta-Saber
El objeto del meta-saber es un objeto dentro de la situación de escisión y accesible solo dentro de la contraria.
En la situación, percibimos las cosas que nos salen al paso, pero no percibimos que ellas y nosotros somos partes de un todo, porque la escisión es incompatible con el todo.
El todo implica la unidad, que es lo contrario de la escisión. La situación de unidad corresponde al meta-saber. Por tanto, el objeto del meta-saber es el todo, es decir, la realidad como carácter holístico.
Cuando el saber pasa a ser meta-saber, en vez de ocuparse de una zona determinada de la realidad, se ocupa del todo.
El meta-saber, por el hecho de tener como objeto el todo, tiene que proporcionar una iluminación del aspecto X de la realidad, porque si no, la realidad ya no es un todo.
Conclusión
El meta-saber se sitúa con respecto a nosotros, los hombres, en una lejanía, porque su situación no es aquella en la que estamos y su objeto tampoco es ninguno de los que podemos encontrar.
Lejanía es sinónimo de trascendencia. El meta-saber es, pues, un saber trascendente, porque no se refiere a la realidad tal como la encontramos dentro de la bipolaridad y no nos pertenece en la medida en que vivimos teniendo esta como marco.
Los griegos llaman sophía a la sabiduría.
Los griegos llaman sophós a quien posee la sabiduría.
El término filo-sofía se refiere a la actividad teórica impulsada por la aspiración hacia la sabiduría.
El término filó-sofo se refiere al hombre que profesa esa actividad.
La filosofía coincide con la ciencia en ser una actividad teórica, pero no coincide con ella en el objeto de su actividad teórica.
En la filosofía, la actividad teórica, para poder hacer realidad su objeto, tiene que ir unida a unas metanecesidades y a un trabajo interior encaminado a integrar lo trascendente.