KANT
Para Kant todas las cuestiones de la filosofía pueden sintetizarse en 4 preguntas: ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué cabe esperar?, ¿Qué es el hombre?, en la que se resumen las anteriores. Para responderlas, emplea el método crítico mediante la razón se examina a sí misma, a fin de averiguar cuáles son sus usos y sus limitaciones.
Conocimiento y realidad
Kant responde a la primera de estas preguntas con la Crítica a la razón pura, donde estudia el conocimiento, es decir, el uso teórico de la razón. La cuestión más importante que se plantea en esta obra es si la metafísica es una ciencia. Si lo es, como creían los racionalistas, le conocimiento carecerá de límites, si tendrá limites bien definidos. Para averígualo, Kant examina qué condiciones cumplen dos ciencias, ya constituidas: la matemática y la física. Encuentra que ambas son ciencias porque son capaces de enunciar leyes científicas, o juicios sintéticos a priori: estos juicios son sintético, es decir, amplían nuestro saber, pero al mismo tiempo son a priori, porque son, universales y necesariamente verdaderos, su validez no se limita a una experiencia concreta. Esto significa que, aunque todo nuestro conocimiento comienza por al experiencia, no todo el conocimiento procede de ella, sino que a de haber unas formas, puestas por la mente del sujeto. Kant consigue, así, sintetizar el empirismo y el racionalismo en el idealismo transcendental: la sensibilidad ofrece al entendimiento un material dado por los sentidos, que la mente del sujeto organiza unas estructuras a priori .En esto consiste el <<giro copernicano>> de Kant, quien, frente a las filosofías anteriores, sostiene que lo decisivo en el conocimiento es la mente del sujeto, que organiza los datos de los sentidos. En el proceso de conocimiento, primero intervienen la sensibilidad, que, mediante las intuiciones puras de espacio y tiempo, organiza el caos de sensaciones, constituyendo nuestra <<representación mental>> del objeto, el fenómeno. A continuación, el entendimiento, con sus conceptos puros a priori, las categorías, organiza el caos fenoménico, permitiéndonos conocer las leyes de la naturaleza. Sensibilidad y entendimiento se complementan mutuamente, de forma que, para conocer un objeto, deben darse los fenómenos de la experiencia, por un lado, y las categorías del entendimiento por otro: si alguna de estas 2 condiciones falta, el conocimiento resulta imposible. A partir de lo dicho Kant deduce que únicamente nos es dado conocer las manifestaciones sensibles de la naturaleza, los fenómenos, porque están organizados en el espacio-tiempo y, por ello, podemos aplicar las categorías; en cambio las cosas en sí mismas, los noúmenos pueden ser pensados, pero jamás conocidos, porque no tenemos experiencia de ellos y, por consiguiente, no pueden aplicárseles las categorías. La última facultad que interviene en el conocimiento es la razón, que piensa p0r medi0 de ideas. Las principales ideas de la razón son tres: el alma, el mundo y Dios. Pero estas ideas se refieren a noúmenos, acerca de los cuales no tenemos conocimiento alguno. Cuando la razón trata de conocerlos, cae en contradicciones consigo misma. Las ideas de la razón, por tanto, marcan el límite de nuestro conocimiento, con l0 que se concluye que la metafísica no puede ser ciencia y debe abandonarse como tal.Intuiciones puras
En el criticismo kantiano se trata de las formas a priori del espacio y del tiempo, puestas por la sensibilidad del sujeto, que organizan y dan sentido al caos de los datos sensibles procedentes de la experiencia, para constituir la representación o fenómeno del objeto; este será Iuego pensado por las categorías del entendimiento.Categorías
Son Conceptos puros a priori, es decir, previos e independientes de Ia experiencia (como <<causalidad>>, <<sustancia>>, etc.) que pertenecen al entendimiento del sujeto y posibilitan que conozca la realidad. Mientras que para Aristóteles y Tomás de Aquino las categorías tenían un sentido objetivo, designando los principales sentidos del ser, en Kant tienen un sentido trascendental, subjetivo: son las condiciones que pone la mente del sujeto y que hacen posible su conocimiento del mundo.Fenómeno/ Noúmeno
Fenómeno es <<lo que se manifiesta o aparece>>. De la realidad solo podemos conocer aquella parte de los objetos que se nos manifiesta de manera sensible, ya que para que exista conocimiento se requiere, según Kant, la colaboración de los datos sensoriales (experiencia) y de las categorías a priori del entendimiento.Noúmeno son las cosas en sí mismas; es decir, Ia estructura de los objetos con independencia del sujeto que los conoce. Los noúmenos no pueden conocerse, solo pensarse: son una <<externa x>> incognoscible que nuestra razón jamás podrá penetrar. Constituyen el límite de nuestro conocimiento.
La acción ética
Kant aborda el análisis del uso práctico de la razón en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres y en la Crítica de la razón práctica. Advierte que el único criterio que permite determinar el valor moral de una acción es la buena voluntad, aquella voluntad que, al actuar, se inspira en el deber, y no en el interés personal. Ahora bien, las éticas anteriores han sido incapaces de encontrar el fundamento del deber, porque formulaban imperativos hipotéticos, que tienen una validez condicionada a la consecución de algún fin exterior al sujeto (Dios, la felicidad, el placer, la utilidad, etc.) Frente a ellas, Kant propone su ética formal, única que a su entender puede fundamentar la idea de deber. Esta ética descubre en la razón del sujeto una ley moral abstracta y universalmente valida, el imperativo categórico, que le ordena de un modo absoluto como0 ha de comportarse, sin concesión alguna a sus inclinaciones. El imperativo categórico presupone la libertad del sujeto, porque solo un ser dotado de voluntad libre puede darse a si mismo una ley moral; el individuo es libre en el ámbito moral (no en el fenoménico), porque solo se obedece a si mismo, a su razón (autonomía). La virtud es la voluntad de actuar siempre por deber. Una conducta virtuosa exige respetar a todas las personas, porque se trata de seres racionales, es decir, morales y libres. Estos forman parte del rein0 de 10s fines, est0 es, la esfera de las relaciones morales entre sujetos racionales, que se deben respeto mutuo. Su ética culmina con la formulación de los tres postulados de la razón práctica: la libertad del sujeto (exigida por la existencia de la ley moral), la inmortalidad del alma (como garantía de que, tras esta vida, será posible un progreso infinito hacia la virtud) y la existencia de Dios (garantía de que nuestra virtud será recompensada con la felicidad). Estos tres postulados muestran <<qué puede esperar el hombre>> y el verdadero significado de las ideas de la razón: en la Critica: de la razón pura, Kant demostró que se trata de noúmenos, impenetrables para el conocimiento científico, pero ahora sabemos que el verdadero sentido de estas ideas no es en absoluto teórico, sino práctico o moral.
Ideas de la razón
Mientras que para Platón las ideas tienen un sentido objetivo, designando el autentico ser de los sentido, la <<verdadera realidad>>, en Kant las ideas tienen un sentido trascendental, critico y subjetivo, y designan los principios incondicionados de la razón que permiten sintetizar todas nuestros conocimientos.Deber
Una acción realizada por deber es aquella que se ejecuta solo por respeto al imperativa categórico, sin atender a ningún condicionamiento ajeno a dicha ley moral. Una acción realizada <<por deber>> se contrapone a una acción <<contraria al deber>> y se distingue de una acción solo <<conforme al deber>>. Esta última carece de valor moral, porque la voluntad, aunque exteriormente ejecute el deber, persigue una intención distinta del puro cumplimiento del deber mismo.Imperativo categórico
Es Ia ley moral, universalmente válida, presente en Ia razón del sujeto, que le indica incondicionalmente, de un modo absoluto (categórico), que forma ha de adoptar su conducta para actuar moralmente.El imperativo categórico es el máximo exponente de la libertad o a autonomía moral del sujeto humano, por lo que le otorga dignidad como persona moral y le hace objeto de un absoluto respeto. Se opone a los imperativos hipotéticos de la ética material, que son condicionados; es decir, están dirigidos y subordinados a obtener un determinado fin.