1. El método para la búsqueda de la verdad:
Para superar las contradicciones y dudas en el conocimiento, Descartes quiere encontrar un método que le permita construir una Filosofía científica, cuyos conocimientos tengan el mismo grado de certeza y evidencia que los de las Matemáticas. Descartes quería hacer de la Filosofía lo que los científicos habían hecho de la Física: una ciencia exacta. Descartes estaba convencido de que el gran avance que las ciencias de la naturaleza habían experimentado en su época se había debido a dos cosas: (1)
la matematización (2)
al descubrimiento del método experimental (hipotéticodeductivo). Descartes estaba fascinado por las matemáticas, (1) la evidencia de todas sus verdades, y (2) su carácter deductivo. Entonces, pensó que, si la razón humana había logrado esa precisión del conocimiento en las matemáticas, por qué no había de conseguirse lo mismo aplicando dicho proceder a la Filosofía; Descartes se decide a ello, y lo primero que hará será buscar un criterio de verdad para su método de investigación. Criterio que encontrará en las propias Matemáticas: observa que lo que garantiza la verdad de todos los conocimientos en matemáticas es la evidencia intuitiva. Por evidencia, Descartes entiende una propiedad de las ideas que es captada de forma intuitiva por nuestro entendimiento y que hace que esas ideas nos parezcan absolutamente ciertas. La evidencia de las ideas simples se capta de forma inmediata mediante una pura intuición racional; la evidencia de las ideas complejas, en cambio, sólo es posible captarla tras un proceso deductivo en el que vamos saltando, de intuición en intuición, encadenando ideas simples. La intuición y la deducción son, de acuerdo con Descartes, los dos únicos modos de conocimiento.
En resumen, pues, podemos decir que el método cartesiano consta de estas cuatro reglas:
1. Evidencia: no admitir como verdadero más que lo que aparezca a nuestro entendimiento como evidente. 2. Análisis: desmenuzar cualquier cuestión compleja hasta los límites de sus elementos básicos, evidentes. 3. Síntesis: recomponer ordenadamente la totalidad compleja, avanzando de evidencia en evidencia. 4. Comprobación.: enumeración y revisión de todos los elementos y circunstancias que intervienen en el proceso considerado.
2.1. Duda universal (los 4 criterios o motivos de duda):
El método analítico-sintético que Descartes pretende aplicar para construir su Filosofía científica es un método deductivo, pues va encadenando, de forma necesaria, unas ideas a otras. Por tanto, la validez de la última deducción depende de la validez de todas las anteriores y, en último extremo, de la evidencia del punto de partida Descartes intentará establecer una primera verdad absolutamente evidente, de la que pueda deducir de forma necesaria todas las demás Esa primera verdad ha de ser, pues, según Descartes, algo de lo que sea absolutamente imposible dudar. Como punto de partida para comprobar si existe algo de lo que sea imposible dudar, Descartes va a intentar dudar de todo.
En primer lugar dudará de los sentidos, En segundo lugar dudará de la razón, En tercer lugar va a dudar de la evidencia sensible de la realidad. Para ello recurrirá al hecho de la no distinción entre el sueño y la vigilia. Los tres motivos de duda anteriores le permiten no estar seguro de nada, excepto de las verdades matemáticas. Para establecer una duda universal, que incluyera incluso a las verdades matemáticas, Descartes se inventa la hipótesis del genio maligno engañador: “un ser poderoso que se complace en engañarme continuamente, no permitiéndome distinguir lo verdadero de lo falso, haciéndome tomar por evidente cosas que no lo son.
2.2. Duda metódica (las 3 certezas)
Resumiendo, Descartes estableció tres certezas, que serían los principios axiomáticos (verdades absolutamente evidentes) de su sistema filosófico: 1. Primera certeza: = sustancia–finita pensante (=Yo). 2. Segunda certeza: = sustancia–infinita perfecta (=Dios). 3. Tercera certeza: = sustancia –finita extensa (=Mundo). Esta tres certezas constituyen el fundamente o base de la Filosofía científica que quería construir Descartes. A continuación, aplicando estrictamente las 4 reglas de su método de investigación, Descartes se proponía deducir todos los demás conocimientos y aglutinarlos en una Filosofía Universal (una Filosofía que abarcase todo el saber humano).
Relación existente entre la filosofía de Platón y René Descartes:
Desde el punto de vista de la realidad (ontología): Según el dualismo ontológico de Platón, la realidad verdadera es el ámbito inteligible, porque es el único universal, necesario e inmutable. El mundo sensible es un ámbito de segundo orden, consecuencia del inteligible, del que recibe su existencia gracias a la participación. Ahora bien, el mundo real de Descartes no es el mundo sensible platónico, sino el mundo de la ciencias física: todo lo matematizable
. Desde el punto del conocimiento (epistemología):
Descartes coincide con Platón al afirmar que el conocimiento más elevado es el inteligible, la ciencia. Igual que en Platón, las creencias y opiniones carecen de valor. También desconfía de los sentidos como fuente válida de conocimiento; solo la razón es la fuente del conocimiento. Descartes también acepta la existencia de ideas innatas, pero reconoce que hay otras con otros orígenes: las adventicias y las ficticias. El punto de mayor distancia entre ambos es que Descartes apuesta por un enfoque subjetivista de la verdad.
Desde el punto de vista del ser humano (antropología):
Ambos coinciden también en la dualidad del hombre, el cual está constituido por cuerpo y alma. Sin embargo difieren en la explicación, puesto que para Platón el alma existe fuera del cuerpo mientras que para Descartes, el alma no tiene realidad fuera del cuerpo y se une a éste mediante la glándula pineal.
Desde el punto de vista de la ética:
La semejanza con el pensamiento platónico es evidente: el objetivo último del ascenso del filósofo es conocer el Bien, para así vivir conforme a él. En cuanto a diferencias más generales, hay que destacar la obsesión platónica por la política y el uso de alegorías como el mito de la caverna, mientras que el tono de Descartes es que parte de dudarlo todo.
Vigencia de la actualidad de la filosofía de Descartes:
Para conocer la grandeza y la vigencia del pensamiento de Descartes, tenemos que partir de que su aportación a la historia del pensamiento filosófico supuso el paso decisivo para conseguir la autonomía de la razón. El racionalismo fue el punto de partida de una razón ajena a las exigencias de la fe. A pesar de la polémica generada por el empirismo y a pesar de que se pudieran concebir otros modelos de racionalidad, la concepción iniciada por Descartes abrió el camino que posteriormente pasaría por la Ilustración y desembocaría en los granes proyectos de la ciencia y de la tecnología. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, a partir de Descartes, la filosofía occidental da un giro radical y tiende a convertirse en «filosofía de la conciencia». El Cogito -el «yo pienso»- se convierte en el punto de partida absoluto del filosofar, y desde él se intenta conocer el mundo real. la separacion razon-fe no ha traido solo el desarrollo y la matematizacion de las ciencias. sino que tambien ha contribuido a la aparicio9n de posiciones ateas y agnosticas. la razon es la misma en todos los hombres, es ahi donde se encuentran las raices del individualismo del que tanto se critica a la sociedad moderna, pero tambien es ahi donde la reivindicacion de la igualdad de derechos para todos los seres humanos ha encontrado uno de sus fundamentos.
La filosofía de descartes (1596-1650) se origina en una época en la que Europa vive una crisis generalizada como son secuencias de las transformaciones sociales y culturales que se producen en el renacimiento.
El desarrollo de los Burgos permiten una serie de cambios que afectan:
A los modos de producción: A la morfología de la ciudad: A la organización política: La importancia que se concede a la razón permite nuevas formas de interpretar el cristianismo que acaba con la unidad religiosa. Surgen así las nuevas iglesias nacionales bajo el lema de “la religión del país depende de la del gobernante”. Como respuesta a esta reforma, la iglesia emprendió un retorno a las fuentes de su propia tradición reforzando el magisterio eclesiástico. La lucha ideológica por mantener la pureza doctrinal se lleva a cabo de forma violenta por el tribunal de la Inquisición, el cual fue un verdadero muro para la libertad de expresión y por lo tanto afectó a las universidades las cuales entraron en decadencia. Fruto de los enfrentamientos entre católicos y protestantes se produce la guerra de los treinta años que culminará con La Paz de westfalia y asentará el principio de tolerancia religiosa. Todos estos aspectos influyen en la filosofía, pero será la revolución científica que supuso la caída del paradigma aristotélico, la que determine el camino que seguirá la filosofía en el siglo XVII. Se cuestionan conceptos fundamentales como el geocentrismo, y la duda se apodera del pensamiento de la época. Duda que dará lugar a los grandes mitos que surgirán durante el barroco. El ser humano necesita conocer la verdad, y será la ciencia a partir de la edad moderna quien provea al ser humano de las herramientas necesarias para ello. De la constitución histórica de las ciencias experimentales se derivarán tres elementos fundamentales de la filosofía: Un modelo de conocimiento, un problema epistemológico y una amenaza. La filosofía moderna se constituye como una indagación por el conocimiento. Y descartes se pregunta ¿cómo puedo conocer?. Surge el intelectualismo y éste considera que, si evitamos los errores en la teoría evitaremos el fracaso. De ahí su confianza en la instrucción como fundamento del progreso moral y político. En 1637 se publica el discurso del método “para dirigir bien la razón y encontrar la verdad en las ciencias”. Estos rasgos muestran que Descartes es consciente de que su filosofía rompe con toda la filosofía anterior y adopta cautelas ante el rechazo institucional que pueda ocasionar.