Moral contranatural Nietzsche

4. Mundo aparente


Nietzsche llama platonismo a toda teoría para la que la realidad está escindida en dos mundos:
Un mundo verdadero, dado a la razón, inmutable y objetivo, y un mundo aparente, dado a los sentidos, cambiante y subjetivo. Al mundo verdadero en Platón le corresponde la eternidad y se relaciona con el bien y el alma mientras que al mundo aparente le corresponden el nacimiento y la muerte y se relaciona con el mal y el cuerpo.
El platonismo es una filosofía producto de una nefasta influencia del lenguaje, que busca siempre sustancias donde sólo hay devenir y una enfermedad de la vida misma:
Sólo individuos con un tono vijal bajo pueden creer en la fantasmagoría de un mundo trascendente: la cultura occidental se inventa un mundo verdadero (objetivado en Dios gracias al cristianismo)
Para encontrar consuelo ante lo terrible del único mundo existente, el mundo dionisíaco.
El hecho de que el artista ame más la apariencia que el mundo real no significa que se coloque del lado de la metafísica y del cristianismo. El artista trágico ama la apariencia en el sentido en que dice sí a 10 terrible de la vida, es dionisíaco.
En la apariencia del arte, la vida misma se transfigura. El artista es el que intenta abrir nuevas posibilidades en el mundo, el que intenta hacer de la vida una obra de arte.
Nietzsche también afirma en su breve historia de la metafísica del capítulo «¿Cómo el mundo verdadero acabó convirtiéndose en una fábula?» que una vez que hemos perdido el mundo verdadero tampoco nos queda el mundo aparente. Hay que empezar de cero.

5. Transmutación de los valores


En La genealogía de la moral aborda Nietzsche la crítica de la moral cristiana a partir del estudio del origen de los valores. Para ello, emplea el método genealógico, consistente en una investigación etimológica e histórica de la evolución de los conceptos morales, del bien y del mal:

1.         En la Grecia heroica de Hornero el bueno era el fuerte, el apasionado, el poderoso, el guerrero, el creador de valores. A partir de Sócrates y Platón, el pesimismonihilista comienza a ganar a los griegos. El bueno es aquel que renuncia a la vida, a las pasiones y al cuerpo en favor de un mundo de las Ideas inexistente.

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Judaísmo y cristianismo, apoyados en el platonismo, son el origen de una nueva moral cuya carácterística fundamental es el resentimiento.
Este consiste en condenar la vida porque se es impotente para vivirla. Judaísmo y cristianismo llevan a cabo una inversión de los valores de la Grecia heroica: A partir de ahora los buenos son los obedientes, los mansos, los sumisos, los débiles, los impotentes, los abstinente s, los enfermos, los pobres, los miserables, los deformes. Por. El contrario, ahora pasan a ser malos los superiores, los orgullosos, los fuertes, los poderosos, los héroes. Frente a la moral heroica de los antiguos griegos la moral cristiana es una moral de esclavos.

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Nietzsche propone una nueva inversión de los valores, una transmutación de los valores.
La moral cristiana del resentimiento, de condena de la vida, sería sustituida por una moral sana que se guía por valores que dicen «sí» a la vida, a las pasiones y a lbs instintos. El abanderado de esta nueva moral sería el superhombre, aquel capaz de asumir la muerte de Dios, la «pesada carga» del eterno retorno y de «espiritualizar las pasiones«. La transmutación de los valores ha recibido varias interpretaciones a lo largo del s. XX:
         Es posible, por ejemplo, aproximar la nueva moral que Nietzsche propone a la teoría de la evolución de Darwin y, más concretamente, al darwinismo social.
Así, frente a la moral cristiana que defiende como valores supremos el amor al prójimo, la compasión y el pacifismo, Nietzsche elegiría los valores que imperan en la Naturaleza, la ley del más fuerte y la lucha por la supervivencia. Además, acusaría a los valores judeo-cristianos de envenenar a la raza humana pues favorecen la propagación de los más débiles. Es evidente que esta interpretación beneficia la lectura que los «nazis» hicieron de Nietzsche y probablemente fuese la preferida por su hermana Elizabeth al mutilar los escritos póstumos de Nietzsche dándoles una orientación belicista y antisemita. En mi opinión, esta es una simplificación burda e insostenible.
Del pensamiento de Nietzsche. Nietzsche no fue el profeta del totalitarismo del III Reich pues desde un individualismo agresivo advierte contra los peligros de la maquinaria del Estado, del Leviatán, capaz de convertir a los hombres en borregos. Tampoco es partidario Nietzsche del antisemitismo.
Asimismo cuando rompe en alabanzas hacia los bárbaros y los «animales de presa» que han de conquistar a las «razas débiles» hay, en mi opinión, mucho más de mística homérica y lucha interior que de apología del belicismo germánico. «Donde el Estado acaba, allí comienza el hombre que no es superfluo: allí comienza la canción de quienes son necesarios, la melodía única e insustituible.» Así habló Zaratustra, Del nuevo ídolo                   También puede interpretarse la transmutación de los valores como la justificación de todas aquellas conductas a las que se atreviesen los seres superiores. Una visión semejante puede encontrarse en la película La Soga de Alfred Hitchcock, inspirada a su vez en la obra de Thomas de Quincey:
Del asesinato como una de las bellas artes. Otras fuentes de este punto de vista serían las teorías morales de los sofistas Trasímaco y Calicles.
Desde este punto de vista el asesinato es algo permitido a los seres superiores, que no tienen por qué respetar las leyes vigentes hechas para favorecer a los débiles y los inferiores. El propio Nietzsche advierte en el capítulo El árbol de la montaña de Así habló Zaratustra de los peligros que acechan tras la destrucción de los viejos valores: el libertino, el decadente, el nihilista – pesadumbre y horror. Una versión más positiva de esta interpretación es la que está presente en la película El club de la lucha donde el protagonista se atreve a proponer un conjunto de valores anti-burgueses y transformar el mundo.
         La interpretación que aquí se prefiere es aquella que aproxima los valores del superhombre al espíritu griego presente en los héroes de Hornero:
Aquiles, Héctor, Pátroc1o, Odiseo son símbolo de superabundancia de valentía, fuerza, virilidad, afirmación, orgullo, amor, agresividad, competitividad, desafío al destino y a los dioses, afán de superación … Existe también cierta afinidad, del mismo modo que en Platón, por el modo de vida espartano.

6. Moral contranatural


La moral tradicional (la moral cristiana) es «antinatural» pues presenta leyes que van en contra de las tendencias primordiales de la vida, es una moral de resentimiento contra los instintos y el mundo biológico y natural. Esto se ve claramente en la obsesión de la moral occidental por limitar el papel del cuerpo y la sexualidad, que está presente en la filosofía socrático-platónica y, principalmente, en el cristianismo.
Éste ha inventado las ideas de pecado y libertad.
La idea de pecado es una de las ideas más enfermizas inventadas por la cultura occidental: con ella el sujeto sufre y se aniquila a partir, sin embargo, de algo ficticio; no existe ningún Dios al que tengamos que rendir cuentas por nuestra conducta, sin embargo el cristiano se siente culpable ante los ojos de Dios, se siente observado, cuestionado, valorado por un Dios inexistente, del que incluso espera un castigo. El cristianismo (y todo el moralismo occidental) tiene necesidad de la noción de libertad:
Para poder hacer culpables a las personas es necesario antes hacerlas responsables de sus acciones. El cristianismo cree en la libertad de las personas para poder castigarlas.
Otro de los grandes errores de la moral heredada de la moral socrática es el dogmatismo moral, la consideración de los valores morales como valores objetivos. Pero la moral tradicional, dice Nietzsche, se equivoca totalmente: los valores morales no tienen una existencia objetiva. Los valores los crean las personas, son proyecciones de nuestra subjetividad, de nuestras pasiones, sentimientos e intereses, del tipo de vida que somos (ascendente o descendente).
A la moral contranatural se opone la moral sana. Moral. Sana es la que se guía por valores que dicen «sí» a la vida, las pasiones, lo corporal, 10 instintivo. Es lo opuesto a la moral platónica y cristiana que han . Declarado la guerra a las pasiones.
La moral sana no busca la aniquilación de las pasiones como la moral contranatural sino la espiritualización de las mismas. Frente a la moral contranatural cuyo ideal es el castrado ideal en la moral sana el ideal es la afirmación de la vida

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