Moral, Ética y Filosofía: Un análisis comparativo

Diferencias entre Moral y Ética

La moral se describe como un rasgo inherente a nuestra naturaleza humana. Esto significa que es parte de lo que somos como seres humanos y se manifiesta en nuestra capacidad de elección. Esta capacidad se basa en la voluntad, que es la posibilidad de preferir ciertas acciones sobre otras. Así, la moral se concreta en un conjunto de costumbres y normas que guían y regulan nuestras acciones cotidianas. Estas costumbres y normas son adquiridas y compartidas dentro de una comunidad y nos indican lo que se considera correcto o incorrecto, aceptable o inaceptable, en nuestra conducta diaria.

Por otro lado, la ética es una disciplina filosófica que se ocupa de estudiar y analizar en qué consiste la moral. La ética examina las reglas y principios que seguimos en la práctica moral y busca entender sus fundamentos. Una de las preguntas fundamentales de la ética es si existen valores morales universales que puedan justificar y garantizar la validez de las normas morales. En otras palabras, se pregunta si hay principios morales que son válidos en todas las culturas y contextos, y que puedan servir de base para evaluar las normas y costumbres de manera objetiva. En resumen, mientras que la moral es el conjunto de normas y costumbres que seguimos en nuestra vida diaria, la ética es la reflexión crítica sobre esas normas y costumbres. La ética busca entender y justificar la moral, preguntándose sobre la existencia de valores universales y diferenciando entre normas mínimas y máximas. Así, la moral se ocupa de lo que hacemos, y la ética se ocupa de por qué lo hacemos y si estamos justificados en hacerlo.

¿Por qué no puede haber moral sin libertad?

La moral depende de la capacidad de hacer elecciones conscientes y responsables. La libertad, aunque es circunstancial y limitada por las opciones disponibles, nos permite escoger entre varias posibilidades cuando enfrentamos obstáculos. Esta capacidad de elección provoca el desarrollo de una conciencia moral, definida como la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo. Sin libertad para elegir, no podríamos desarrollar esa conciencia moral porque no estaríamos tomando decisiones propias. Por lo tanto, la moral solo puede existir si tenemos libertad de elegir, incluso cuando existen circunstancias incontrolables.

Relación entre Valores y Normas

Los valores sirven como base para las normas. Las normas se crean para regular la conducta de las personas en función de los valores aceptados por quienes hacen las normas y la sociedad.

Ejemplo: La honestidad es un valor, por lo que se han desarrollado leyes contra el fraude para proteger la honestidad. Estas normas ayudan a mantener y proteger los valores de una sociedad, asegurando que las acciones de las personas estén basadas en lo que consideran bueno o malo.

Relación entre Normas Legales y Morales

Ambos tipos de normas buscan regular el comportamiento humano, pero de manera distinta. Las normas legales dependen de sanciones externas para su cumplimiento, mientras que las normas morales dependen de la conciencia y culpa interna de las personas. La relación que existe entre ambas es que las dos tienen como objetivo guiar el comportamiento humano, aunque tengan diferentes métodos de cumplimiento.

¿Por qué el estoico quiere ser autosuficiente?

El estoico aspira a ser autosuficiente porque considera que la verdadera felicidad y el bienestar moral dependen únicamente de su racionalidad y no de las circunstancias externas. Según el estoicismo, la felicidad se alcanza viviendo en conformidad con la naturaleza, que se compone de dos partes: una animal y otra racional. Sin embargo, los estoicos enfatizan que solo el componente racional es moralmente relevante.

Para los estoicos, todo lo relacionado con el cuerpo, como la salud, la enfermedad, la belleza, la fealdad, la riqueza y la pobreza, son indiferentes desde una perspectiva moral. Estos aspectos no afectan la verdadera moralidad, que está vinculada exclusivamente a nuestra racionalidad. Al centrarse en la racionalidad, los estoicos argumentan que el bien y el mal moral se originan en el interior de la persona, no en los eventos externos.

Esta visión lleva a la conclusión de que el individuo es moralmente autosuficiente. La felicidad se puede y se debe alcanzar de manera independiente a las circunstancias externas, ya que estas no tienen influencia sobre la racionalidad moral del individuo. La sabiduría moral estoica consiste en cultivar la razón para descubrir el logos, la ley que gobierna tanto la naturaleza como al ser humano. Conocer y vivir de acuerdo con esta ley es lo que lleva a acciones moralmente perfectas y, en consecuencia, a la verdadera felicidad.

En resumen, el estoico busca ser autosuficiente porque entiende que su bienestar moral y su felicidad dependen únicamente de su capacidad racional y de su conformidad con el logos, sin verse afectado por las variaciones del mundo externo.

¿Qué define al Utilitarismo?

El utilitarismo defiende que la moralidad de las acciones y las normas debe evaluarse en función de su utilidad, entendida como la capacidad de generar placer y bienestar. Desarrollada como corriente ética en el siglo XIX por los ingleses Jeremy Bentham y John Stuart Mill, esta doctrina propone el criterio de utilidad como la medida para determinar si una acción o norma es moralmente buena.

De acuerdo con el criterio de utilidad, una acción es moralmente buena si produce la mayor cantidad de placer para el mayor número posible de personas. Cuando este criterio se aplica a las normas, una norma es considerada buena desde el punto de vista moral si las consecuencias de su aplicación generan un mayor bienestar social que las consecuencias de no aplicarla.

La principal diferencia entre las propuestas de Bentham y Stuart Mill radica en cómo entienden el placer. Bentham considera que todos los placeres son cualitativamente idénticos y solo se debe tener en cuenta la cantidad de placer producido. En contraste, Stuart Mill argumenta que existen diferencias cualitativas entre los placeres, y que estas diferencias son fundamentales para la moralidad. Mill cree que algunos placeres son más valiosos y deben ser preferidos sobre otros, lo que añade una dimensión adicional a la evaluación moral de las acciones y normas.

En resumen, el utilitarismo defiende que la moralidad se basa en la capacidad de las acciones y normas para maximizar el placer y el bienestar, con una consideración adicional de la calidad de los placeres en la versión de Stuart Mill.

Término Medio Aristotélico

El término medio aristotélico es un concepto central en la ética de Aristóteles, que se refiere a la virtud como un hábito de saber elegir siempre un punto intermedio entre dos extremos viciosos. Estos extremos son los excesos y los defectos de una característica o comportamiento. La virtud, por lo tanto, se encuentra en este equilibrio adecuado, que es relativo a cada individuo.

Aristóteles sugiere que el término medio no es el mismo para todas las personas, sino que varía según las circunstancias y las particularidades de cada individuo. Por esta razón, su propuesta ética es una ética de mínimos, no de máximos. Es decir, no establece un estándar absoluto de virtud que todos deban alcanzar, sino que reconoce que lo virtuoso puede diferir según la situación y la persona. La virtud consiste en encontrar ese punto medio que evita tanto el exceso como la deficiencia, adaptado a la realidad individual de cada uno.

Autores Relevantes

Autores de la Antigua Grecia

  • Homero (Siglo VIII a.e.c.): Fue el autor de los principales poemas épicos de la Antigua Grecia. Sus dos obras son: La Ilíada, donde se describe la guerra de Troya, y La Odisea, donde describe la vuelta de Odiseo desde Troya a Ítaca, su ciudad de origen.
  • Hesíodo (Siglo VIII a.e.c.): Fue un poeta de la Antigua Grecia. La obra que ha perdurado de este autor es Teogonía y Los trabajos y los días.
  • Sócrates (V a.e.c.): Filósofo griego que tuvo un papel fundamental en la transformación de la filosofía. Se caracterizaba por ir preguntando a los expertos de diferentes materias por su conocimiento sobre las mismas. Pensaba que nadie hacía el mal a sabiendas (intelectualismo socrático). No dejó nada escrito, pero inspiró a muchos filósofos. Fue condenado a muerte por corromper a la juventud.
  • Platón (V a.e.c.): Uno de los filósofos más importantes de la historia de la filosofía. Fue discípulo de Sócrates y este fue el protagonista de sus obras dialogadas. Es el primer filósofo del que hemos heredado una amplia obra escrita. Es conocido por su teoría de las ideas.
  • Aristóteles (IV a.e.c.): Discípulo de Platón y su mayor crítico. Ha sido igual de influyente en la historia del pensamiento como su maestro, hasta el punto de que el debate entre platónicos y aristotélicos se mantuvo hasta la época moderna. Las obras más importantes de Aristóteles son: Metafísica, Física, Ética Nicomáquea, Política, Retórica.

Autores de la Edad Moderna y Contemporánea

  • Kant (XVIII): Filósofo alemán, defensor de la Ilustración, considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna. Es el precursor del idealismo alemán, una de las corrientes más importantes del siglo XIX. Sus obras más importantes son: Crítica a la Razón Pura, Crítica a la Razón Práctica, Crítica del Juicio. Kant innovó en todos los campos de la filosofía: metafísica, ética, estética, epistemología, filosofía del derecho, etc.

Ética Dialógica

La ética dialógica, también conocida como ética del discurso, se desarrolla como una revisión de la propuesta ética kantiana en la segunda mitad del siglo XX, siendo Jürgen Habermas y Karl-Otto Apel sus principales exponentes. Esta corriente ética sostiene que para determinar la moralidad de una acción y la universalidad de los principios que la sustentan, no es suficiente considerar únicamente el juicio de un individuo aislado utilizando su razón práctica. En cambio, se enfoca en la idea de que los seres humanos viven en sociedad y que nuestras acciones y decisiones afectan inevitablemente a los demás.

En contraste con la ética kantiana, que se centra en el juicio moral individual basado en principios universales derivados de la razón pura, la ética dialógica propone transformar el monólogo individual en un diálogo intersubjetivo. Esto significa que la validez de los principios éticos y las decisiones morales no puede ser establecida solamente por un individuo, sino que debe ser sometida al escrutinio crítico y al debate abierto entre todos los afectados por esas decisiones en una sociedad pluralista.

El diálogo ético, según esta perspectiva, busca alcanzar un consenso racional y discursivo entre las partes involucradas. Este proceso implica escuchar y considerar las perspectivas y preocupaciones de todos los afectados por las decisiones morales, con el objetivo de encontrar principios éticos que puedan ser aceptados universalmente y que respeten la pluralidad de puntos de vista en una sociedad democrática.

Temas Fundamentales de la Ética

Conceptos Clave

  • Temperamento: Características psicobiológicas de la persona. Dimensión adquirida de la moral.
  • Hábito: Tendencia a actuar por repetición.
  • Virtud: Acción orientada hacia el bien. Sinónimo de excelencia.
  • Vicio: Acción orientada hacia el mal.
  • Carácter: Modo de ser de cada persona forjada a través de las decisiones y hábitos.
  • Valores: Cualidades de las personas o las cosas que las convierten en atractivas o deseables. Tienen polaridades: positivo o negativo. Ejemplos de valores: bondad, honestidad, lealtad.
    • Valores morales: Relativos a la conducta.
  • Normas: Indicaciones, pautas, reglas que regulan la conducta. Existen diferentes tipos de normas: legales, sociales, religiosas. Diferencia entre norma legal y moral: la primera se cumple por coacción externa. La segunda se cumple por coacción interna (culpa).
  • Principios: El fundamento del resto de normas.
  • Conducta teleológica: Actos que tienen un propósito. Propuestas filosóficas:
    • Placer: Corrientes hedonistas.
    • Justicia: Corrientes deontológicas.

Éticas de las Acciones vs. Éticas de los Agentes

  • Éticas de las acciones: No se valora tanto a las personas como a las acciones.
    • Éticas deontológicas: Depende del cumplimiento del deber.
    • Éticas consecuencialistas: El valor moral depende de las consecuencias.
  • Ética de los agentes: Se valora el carácter de las personas.
    • Éticas de las virtudes: El valor depende del hábito de las personas.

Deberes y Cognitivismo Moral

  • Deberes: Éticas deontológicas. Se establecen una serie de deberes.
  • Cognitivismo moral: Los juicios morales pueden ser considerados verdaderos o falsos.

¿Qué debe contener un buen código moral?

Éticas Materiales

  • La moral tiene un contenido. Tiene definido qué es lo bueno y qué es lo malo en actos concretos.
  • Se propone una idea de bien supremo.
  • El bien orienta la acción.
  • Éticas teleológicas.

Éticas Formales

  • No proponen ningún bien supremo.
  • Da fórmulas para saber cómo debemos actuar.
  • Ética deontológica.
  • Ejemplo: Imperativo categórico de Kant. «Obra sólo según aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en ley universal»

¿Cuánto se debe concretar la propuesta moral?

Ética de Máximos

  • Propone una vida buena, es decir, formas de vida feliz. No solo habla de lo bueno y lo malo en un sentido de justicia, sino de aquello que provee felicidad.
  • No puede exigir adhesión. Invita, pero no obliga.
  • Filosofía coincide con religión.

Ética de Mínimos

  • Propuesta en una apuesta por construir una base moral común.
  • Mínimos de justicia independientemente de cultura o religión.

Éticas del Deber

  • No son teleológicas: no juzgan las acciones por las consecuencias. Importan las intenciones. La intención moral es la justicia. Todo ser humano moral debe buscar la justicia como objetivo de su acción.

Tres tipos de acción en relación al deber:

  1. Acción contraria al deber: Todo acto que se considera malo. Ejemplo: robar.
  2. Acción conforme al deber: Actos considerados buenos pero con motivaciones ajenas al mismo. Ejemplo: ayudo a un compañero para que luego me deje sus apuntes. La motivación de mi acción es la recompensa. Si no tuviera apuntes que dejarme, no le ayudaría. Otro ejemplo: no robo porque me pueden castigar. Depende del castigo y la recompensa.
  3. Acción por el deber: El acto se realiza con motivo del cumplimiento del deber por sí mismo. Ejemplo: no robo porque no debo robar, no porque si me capturan, seré castigado. No depende del castigo ni de la recompensa.

¿Cuáles son nuestros deberes?

El imperativo categórico: La orden que determina de forma incondicional y universal nuestro deber. “Obra sólo según aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en ley universal”.

«Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre al mismo tiempo como fin y nunca simplemente como medio»

En esta fórmula encontramos cómo debemos actuar. De forma que “puedas querer”: pueda aceptar como válido. Que tu acción se convierta en “ley universal”, esto es, que todo el mundo actúe siempre de la misma manera que tú has actuado.

Filosofía Política

  • Polis: Ciudad.
  • Polités: Ciudadano.
  • Politeia: Cosa pública.

La política es la organización de la comunidad. Tres cuestiones a tener en cuenta:

  1. Diagnóstico: ¿Cómo está nuestra sociedad?
    • Solución: Las ciencias sociales.
    • Disputa:
      • Liberales: El problema es el estado.
      • Comunistas: El problema es la dinámica capitalista que solo busca el beneficio individual.
  2. Proyecto de sociedad o ideales: ¿Qué sociedad debemos tener?
    • Es una cuestión de valores: hay que definir qué es la libertad, la igualdad, la justicia.
    • ¿Qué es responsabilidad de la comunidad?
  3. Estrategia: ¿Cómo se llega de lo que tenemos a lo que queremos?

Fundamentos filosóficos del Estado

¿De qué modo se originan las sociedades? ¿Por qué se someten los individuos a un poder que dicta lo que se puede y no se puede hacer? ¿De dónde emana el poder político? ¿Qué leyes son legítimas?

El origen de la sociedad

La respuesta a por qué debemos cumplir con las normas comunitarias son las siguientes:

  • Por origen natural: La vida en sociedad es parte de nuestra naturaleza. No podemos vivir aislados, por tanto, necesitamos normas. Solo en comunidad nos volvemos verdaderamente humanos.
  • Por origen divino: La legitimidad de las normas proviene de Dios.
  • Por origen contractual: La sociedad se origina por un consenso entre diferentes individuos. Estos realizan un contrato donde se comprometen a cumplir una serie de normas.

Elementos de la organización política

  • Sociedad civil
  • Sociedad política
  • Estado: Delimitación precisa del territorio (no puede haber estados sin fronteras), formulación explícita de las leyes (existencia de códigos legales) y relación con otras unidades políticas.
  • Nación: Conjunto de personas entre las que existen lazos culturales: comparten lengua, religión, etnia e historia.
  • Régimen político: Forma de gobierno que adopta un estado.
  • Gobierno: Institución que ostenta el poder político, en concreto, el poder ejecutivo.

Características de la organización política

  • Soberanía: Capacidad ilimitada de tomar decisiones sobre un territorio.
  • Poder político: Capacidad de tomar decisiones. Se traduce en la capacidad de legislar y ejecutar las leyes.
  • Autoridad: Derecho y capacidad de influir en otros. Max Weber, un sociólogo alemán, establece 3 formas de autoridad:
    • Carismática
    • Tradicional
    • Legal-racional

Legitimidad/Legalidad

  • Legalidad es toda aquella ley impuesta por el poder político. Lo ilegal es aquello que es castigado por orden del poder político.
  • Legitimidad: La legitimidad es un concepto que se refiere a la aceptación, reconocimiento y justificación de una autoridad, gobierno, ley, norma o acción como válida y conforme a un conjunto de normas, principios o valores aceptados por una comunidad o sociedad.

Corrientes Éticas

Hedonismo

El hedonismo es una doctrina filosófica que identifica la felicidad con el placer y sostiene que la búsqueda del placer y la evitación del dolor son los objetivos más importantes y deseables en la vida humana. A diferencia del utilitarismo, que persigue un placer o bienestar social, el hedonismo se enfoca en el placer individual.

Uno de los defensores más célebres del hedonismo fue Epicuro, un filósofo griego del siglo III a.C. Según Epicuro, la felicidad se logra a través del placer, pero no cualquier tipo de placer, sino aquellos que conducen a la ausencia de dolor corporal y perturbación en el alma. Epicuro reflexionó profundamente sobre los diferentes tipos de placer para determinar cuáles eran los más adecuados para alcanzar la felicidad.

Tipos de Placeres según Epicuro

  1. Placeres naturales necesarios: Están ligados a la conservación del individuo, como comer cuando se tiene hambre o beber cuando se tiene sed. Estos placeres son fundamentales para el bienestar físico y mental, y Epicuro recomendaba satisfacerlos sin limitaciones, ya que son esenciales para la vida y la salud.
  2. Placeres naturales no necesarios: Son variaciones de los primeros, pero no son esenciales para la supervivencia. Por ejemplo, degustar manjares o beber vinos muy finos son placeres que, aunque pueden mejorar la calidad de vida, no son indispensables. Epicuro aconsejaba disfrutar de estos placeres con moderación, ya que pueden contribuir a la felicidad, pero no son necesarios para alcanzarla.
  3. Placeres no naturales ni necesarios: Son aquellos que alimentan la vanidad humana, como la búsqueda de riqueza, poder y fama. Estos placeres, según Epicuro, deberían ser evitados, ya que pueden llevar a la perturbación del alma y al dolor. La búsqueda insaciable de estos placeres puede generar ansiedades y preocupaciones que alejan a las personas de la verdadera felicidad.

La teoría hedonista de Epicuro enfatiza la importancia de discernir entre diferentes tipos de placer para vivir una vida feliz y plena. En lugar de buscar el placer de manera indiscriminada, Epicuro proponía una vida de reflexión y moderación, en la que se privilegian los placeres que realmente contribuyen al bienestar y se evitan aquellos que pueden causar daño o perturbación.

Utilitarismo

El utilitarismo es una teoría ética del siglo XIX desarrollada principalmente por los filósofos ingleses Jeremy Bentham y John Stuart Mill. Esta teoría se basa en el criterio de utilidad, que sostiene que una acción es moralmente correcta si maximiza el placer y minimiza el dolor para el mayor número de personas posible. Este enfoque implica evaluar las consecuencias de las acciones y normas en términos de su impacto en el bienestar colectivo.

Jeremy Bentham propuso que todas las acciones deben evaluarse por la cantidad de placer y dolor que generan, considerando todos los placeres como cualitativamente iguales. Para Bentham, lo importante es la cantidad de placer producido, sin importar su tipo. En su obra, Bentham desarrolló un cálculo utilitario para medir el valor moral de una acción en función de su capacidad para producir placer o dolor. Según Bentham, una acción es correcta si resulta en el mayor balance neto de placer sobre dolor.

John Stuart Mill, aunque compartía la idea de maximizar el bienestar, introdujo una distinción importante: no todos los placeres son iguales en calidad. Mill argumentaba que los placeres intelectuales y morales, como el conocimiento y la amistad, son superiores a los placeres sensoriales, como comer o beber. Según Mill, los placeres superiores contribuyen más significativamente al bienestar y la realización humana. Por lo tanto, Mill creía que la calidad del placer también debe considerarse al evaluar la moralidad de una acción, ya que algunos placeres pueden ser intrínsecamente más valiosos que otros.

El utilitarismo también se aplica a la formulación de normas y políticas sociales. Bentham y Mill sostenían que las leyes y normas deben evaluarse en función de sus consecuencias para el bienestar general. Una ley es buena si sus efectos producen un mayor bienestar social que su ausencia.

Eudemonismo

El eudemonismo es una teoría ética que encuentra su principal exponente en Aristóteles. Según esta doctrina, la felicidad se alcanza a través de la autorrealización personal, es decir, cumpliendo con aquello que es intrínseco a la esencia de cada ser humano.

Aristóteles postula que cada ser natural experimenta cambios orientados hacia un fin predeterminado, y para los seres humanos, este fin es la perfección de su esencia. Para Aristóteles, la esencia humana se define por dos características fundamentales: la racionalidad y la animalidad. El ser humano, siendo un animal racional, aspira a contemplar la verdad y adquirir conocimiento. La búsqueda activa y el logro de este conocimiento proporcionan felicidad y satisfacción personal.

Sin embargo, dado que los humanos también son animales, tienen necesidades materiales que deben ser satisfechas. Aristóteles advierte que tanto el exceso como el defecto en la satisfacción de estas necesidades puede conducir a la infelicidad. Para evitar estos extremos, Aristóteles propone el concepto de virtud como un hábito de elección prudente y moderada, situado en un punto medio entre dos extremos igualmente viciosos. Esta disposición hacia la virtud no es estática ni uniforme para todos, sino que varía según las circunstancias y la naturaleza individual. Aristóteles enfatiza que la virtud no busca la perfección máxima, sino alcanzar un equilibrio óptimo que evite tanto la privación como el exceso.

En resumen, el eudemonismo de Aristóteles sostiene que la felicidad humana se logra mediante la autorrealización a través del ejercicio de la racionalidad y la virtud. La búsqueda de conocimiento y la práctica de la virtud son fundamentales para alcanzar un estado de plenitud y satisfacción que define la vida buena según esta perspectiva ética.

Estoicismo

El estoicismo es una filosofía que se desarrolló en la antigua Grecia y alcanzó su apogeo durante la época romana. Su enfoque principal es la búsqueda de la felicidad a través de la autosuficiencia moral y la conformidad con la naturaleza. Según los estoicos, la naturaleza humana está compuesta por dos elementos: uno animal, relacionado con las necesidades físicas y materiales del individuo, y otro racional, que se refiere a la capacidad humana de razonar y ejercer la virtud.

Desde un punto de vista moral, los estoicos consideraban que solo el aspecto racional de la naturaleza humana era verdaderamente relevante para la ética. Por lo tanto, definieron el bien moral como aquello que conserva y fortalece la capacidad racional del ser humano. Todo lo relacionado con el cuerpo y los bienes externos, como la salud, la enfermedad, la belleza, la riqueza o la pobreza, eran vistos como «indiferentes» desde un punto de vista moral. Esto significa que estos aspectos externos no determinan la verdadera felicidad ni la moralidad de una persona.

La propuesta ética de los estoicos se centra en cultivar la razón para alcanzar el conocimiento del «logos», que es la ley que gobierna tanto la naturaleza como la vida humana. Este «logos» representa el orden racional del universo y entenderlo implica comprender cómo deben vivir los seres humanos en armonía con la naturaleza. Según los estoicos, una vez que uno comprende esta ley universal, se da cuenta de que solo las acciones que están en consonancia con ella son moralmente perfectas y conducen verdaderamente a la felicidad.

Ética Kantiana

La ética de Kant se fundamenta en la idea central de que el valor moral de una acción no depende de sus consecuencias o del contenido específico de lo que se hace, sino del motivo y la intención con los que se realiza. Kant sostiene que la buena voluntad, es decir, la disposición interna de actuar por deber y conforme a la ley moral, es lo que determina la moralidad de una acción de manera absoluta y sin restricciones.

Según Kant, la buena voluntad se caracteriza por actuar motivada únicamente por el deber, independientemente de las inclinaciones personales o las consecuencias esperadas. En su ética, distingue tres tipos de acciones en relación con el deber: la acción contraria al deber, la acción conforme al deber por motivos externos y la acción por deber en sí misma.

Tipos de acciones según Kant

  1. Acción contraria al deber: Es aquella en la que se realiza lo opuesto a lo que se debería hacer. Por ejemplo, un comerciante que cobra un precio excesivo a un cliente inexperto estaría actuando de manera contraria al deber, ya que está violando el principio de tratar a los demás con respeto y justicia.
  2. Acción conforme con el deber: Es aquella en la que se realiza lo que se debe hacer, pero por motivos externos al deber en sí mismo. Por ejemplo, un comerciante que cobra un precio justo a un cliente solo porque desea mantener una buena reputación o evitar sanciones legales, estaría actuando conforme al deber pero no por el deber en sí mismo.
  3. Acción por deber: Es la acción que se realiza únicamente porque se reconoce y se desea cumplir con una obligación moral, independientemente de las consecuencias o los incentivos externos. Por ejemplo, un comerciante que cobra un precio justo a su cliente porque entiende que es su deber tratar a los demás con justicia y respeto, estaría actuando por deber.

Kant formula su principio ético fundamental en lo que llama el «imperativo categórico»: «Obra de tal manera que puedas querer que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal». Este imperativo categórico es una regla moral universal que obliga a cada individuo a actuar de acuerdo con principios que puedan aplicarse consistentemente a todas las personas en situaciones similares. Kant argumenta que esta ley moral universal es derivada de la razón práctica y establece un estándar objetivo para evaluar la moralidad de las acciones.

Ética Existencialista

La ética existencialista de Jean-Paul Sartre se fundamenta en tres principios clave: la inexistencia de un ser trascendental como Dios, la idea de que la existencia precede a la esencia y la condición de la libertad humana como esencial y precondición de la existencia.

En primer lugar, Sartre argumenta que no hay un orden moral predefinido debido a la ausencia de un ser supremo que lo establezca. Esto significa que los seres humanos están liberados de normas absolutas y tienen la libertad de crear sus propios valores morales. Esta libertad implica una responsabilidad individual total sobre las elecciones y acciones, ya que no hay una autoridad externa que dicte lo que es correcto o incorrecto. Para Sartre, la libertad es una carga pesada porque implica tomar decisiones auténticas y responsabilizarse de ellas. Cada elección ética no solo afecta al individuo que la realiza, sino que también tiene implicaciones morales universales que afectan a toda la humanidad. Esta universalidad moral se resume en la afirmación de Sartre de que «nada puede ser bueno para nosotros sin que sea bueno para todos», lo que subraya la importancia de considerar las consecuencias universales de nuestras acciones.

El existencialismo de Sartre presenta la paradoja de que, aunque la libertad es deseable y esencial para la realización humana, también conlleva una angustia inherente. Los individuos no eligen ser libres, pero una vez que son conscientes de su libertad, están obligados a enfrentar las consecuencias éticas de sus decisiones. Esta perspectiva existencialista destaca la soledad del individuo frente a sus elecciones morales y enfatiza la responsabilidad individual en la creación de valores y en la construcción moral del mundo.

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