Naturaleza, Cultura y Evolución Humana

Naturaleza y Cultura

Las acciones humanas combinan aspectos naturales (innatos) y culturales (aprendidos). La antropología distingue entre conductas naturales (genéticas) y culturales (sociales), mientras que la biología diferencia entre genotipo (innato) y fenotipo (adquirido). Ambas disciplinas demuestran que los organismos son producto de su naturaleza hereditaria y su interacción con el entorno.

Origen de la Vida y Evolución de las Especies

La comunidad científica sitúa el origen de la vida hace unos 3600 millones de años, cuando las condiciones atmosféricas y geológicas permitieron la aparición de los primeros seres vivos unicelulares. A partir de ahí, las especies se multiplicaron y evolucionaron, dando lugar al ser humano. La ciencia acepta el origen común de todos los seres vivos y el desarrollo continuo de la vida, con el Homo sapiens originado en un mamífero primate.

La evolución es un proceso en el que los individuos de una especie experimentan cambios cualitativos que conducen a la transformación de las especies desde formas primitivas a otras más organizadas. Los seres vivos experimentan adaptación (mejoras en la supervivencia) y herencia (transmisión de cambios a los descendientes). La teoría evolucionista, desarrollada en el siglo XVIII, explicó por primera vez las causas científicas de los cambios en las especies.

Fijismo

El fijismo fue la teoría dominante hasta el evolucionismo. Según esta teoría, las especies son inmutables, creadas por Dios, y cada individuo permanece sin modificaciones. El representante más importante fue Linneo, quien clasificó animales y plantas según su similitud. Filosóficamente, el fijismo se vincula con la inmutabilidad de las esencias, lo que permite definir a cada individuo y destacar su naturaleza humana inmutable.

Teorías Evolucionistas

La primera teoría evolucionista fue la transformista de Lamarck, que proponía que las especies se transformaban unas en otras para adaptarse al medio. Sin embargo, esta teoría contenía errores, como la transmisión de caracteres desarrollados a los descendientes.

Charles Darwin completó esta teoría con sus tesis sobre el origen común de las especies, la lucha por la supervivencia, la selección natural (supervivencia y reproducción de los más aptos) y la herencia (transmisión de cambios genéticos). La selección natural actúa al azar, y para Darwin no hay un fin preestablecido en la naturaleza.

Científicos posteriores (Mendel, Weisman, Morgan, De Vries) aportaron pruebas directas del mecanismo evolutivo al desentrañar las bases de la genética. La teoría de la evolución implica una visión materialista, dinámica y progresiva de la realidad.

Evolución Humana: Antropogénesis

Pertenecemos al orden de los primates, familia homínidos, género Homo, especie sapiens. Dos procesos simultáneos caracterizaron nuestra evolución: la hominización (cambios biológicos) y la humanización (cambios psicosociales).

Origen

Hace 22 millones de años, el descenso de las lluvias en África oriental obligó a un grupo de primates a abandonar los bosques y vivir en la sabana. Para adaptarse, experimentaron cambios anatómicos, bioquímicos y de comportamiento social, iniciando el proceso evolutivo hacia el ser humano.

Evolución Natural: Proceso de Hominización

Los cambios experimentados en el organismo humano incluyen:

  • Bipedismo: El dedo gordo oponible permitió apoyar toda la planta del pie, situando el centro de gravedad en la pelvis. La postura erguida liberó las manos para fabricar herramientas.
  • Cambios craneales: Mandíbulas más pequeñas, cráneo más grande y abombado, dientes más pequeños y lengua más móvil, lo que favoreció el lenguaje.
  • Desarrollo cerebral: Primero se desarrollaron las áreas relacionadas con las percepciones espacio-temporales, luego las relacionadas con la percepción manual y el lenguaje.

Evolución Cultural: Proceso de Humanización

Estos cambios fueron posibles gracias a la capacidad de aprender nuevas técnicas y modos de existencia. Somos el resultado de la evolución biológica y cultural.

Entre las características que favorecieron la evolución psíquica y social del ser humano destacan:

  • Caza: Desarrollo de la inteligencia, diversificación de herramientas y cooperación social.
  • Descubrimiento del fuego: Seguridad, protección, alimentos más blandos y menos tóxicos.
  • Largo aprendizaje: Infancia y adolescencia prolongadas, fijación de normas y valores sociales.
  • Curiosidad: Apertura a nuevos aprendizajes.
  • Comportamiento social: Cooperación, ayuda mutua, diversificación de roles.
  • Lenguaje: Vinculación entre individuos, transmisión de conocimientos.

La aparición del lenguaje permitió planificar y razonar acciones cada vez más complejas, lo que requirió la emisión de gritos y gestos orientadores de conducta. El habla requiere modificaciones biológicas complejas del conducto bucal, que se completaron hace solo 150.000 años, mientras que las áreas lingüísticas del cerebro surgieron hace 2 millones de años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *