LainfluenciadePlatón es indiscutible a lo largo de toda la historia de la Filosofía, pero el más beligerante de todos los que lo han comentado es Nietzsche. Es uno de los autores más polémicos de la historia de la Filosofía. Se manifiesta contra la tradición filosófica en general, pero sus críticas más feroces las dedica a los que, según él, son los fundadores de esta tradición: Sócrates y Platón.
COINCIDENCIAS
Se podrían señalar algunos rasgos comunes entre ambos autores:
· Comparten un estilo poético, un refinamiento del lenguaje filosófico.
· Comparten la defensa del sentido aristocrático de la existencia, aunque desde perspectivas muy diferenciadas. En ninguno de los dos se trata de una aristocracia de la sangre o el dinero; en el caso de Platón es una aristocracia del conocimiento (los más sabios y generosos deben gobernar el Estado Ideal), y en el caso de Nietzsche de una aristocracia de los creadores de nuevos valores (el Superhombre se rige por la moral de los señores, propia de espíritus elevados que, frente a Platón son los que afirman la vida terrenal).
DIFERENCIAS
Platón y Nietzsche representan dos modos antitéticos de concebir cualquier dimensión de la realidad.
· En el plano Ontológico,
Platón se caracteriza por su dualismo, contra el que Nietzsche arremete ya que desprecia la vida. La realidad platónica se basa en la existencia de dos mundos, uno verdadero, el Inteligible, que se conoce por la razón y que ofrece el conocimiento objetivo; y un mundo aparente, el Sensible, que se conoce por los sentidos, ofreciendo un conocimiento subjetivo, cambiante. Platón desprecia “este mundo” (Mundo Sensible), le parece caótico, dominado por el cambio, la multiplicidad, la finitud, etc. Considera que debe existir otro mundo (Mundo de las Ideas) en el que impere el orden. Un mundo eterno, estático, inmutable. Este “otro mundo” será el real, donde reside el ser y, por ende, la verdad. Frente a este, nuestro mundo tiene realidad solo en la medida en que copia al real. Nuestro mundo es sólo apariencia.
Esta realidad, que Platón calificaba de aparente y engañosa, es para Nietzsche la única realidad existente. La realidad es devenir, contradicción y caos (espíritu dionisíaco)
, representada por la Voluntad de Poder (perpetuo conflicto de fuerzas: instintos, necesidades, deseos, motivaciones e ideales en lucha incesante por la preponderancia), y no el estático mundo de las ideas y valores absolutos de los que niegan la vida porque no la soportan (Nihilistas Negativos:
Aquellos que inventan otro mundo, platonismo y cristianismo, porque tienen resentimiento a este, el único que existe). Para Nietzsche, el mundo verdadero de Platón es una invención de la razón, fruto de la decadencia del ser humano. Nietzsche critica la invención de otro mundo porque es una muestra de desprecio hacia este, colocando la finalidad de esta vida en un más allá…
… Las carácterísticas por las que “este mundo” es rechazado por Platón demuestran, según Nietzsche, su realidad. Son razones psicológicas, como el miedo al devenir, a la muerte y la inseguridad que nos produce el caos, lo que hace que inventen un mundo estable de ideas, de categorías, de valores absolutos contrarios a la vida. Lo real es el devenir, el cambio, la generación, la muerte…, la Sabiduría Trágica consiste en la afirmación de toda la existencia, incluso del horror, la destrucción y la muerte, porque están plenamente justificados por la vida. El Ser, tal y como lo conciben Parménides y Platón, es una ficción vacía. El dualismo platónico es una afrenta contra el mundo, un desprecio de lo único que tenemos: la vida.
· En el plano Epistemológico, Platón también distingue un dualismo. Hay dos formas de conocimiento que se corresponden con los dos mundos existentes (Mundo Sensible, Dóxa u Opinión; Mundo Inteligible, Epistéme o Verdadero Conocimiento). En Platón, razón y sentidos se enfrentan siempre, con la victoria de la razón. Para él, sólo a través de la razón es posible conocer. Los sentidos solo nos muestran una realidad aparente, cambiante, sujeta a error. La tradición que le sigue considera la razón instrumento del alma, como lo único capaz de guiarnos al conocimiento, a la verdad. También coinciden en despreciar los sentidos y, por tanto, el cuerpo que los alberga, al considerarlos incapaces de llevarnos a la verdad. Platón afirma que sólo nos pueden aportar opinión (doxa), no verdadero conocimiento (episteme). El platonismo es dogmático. Solo puede haber una verdad que es universal, necesaria e inteligible.
Nietzsche, al contrario, realiza una defensa de los sentidos. Estos no nos engañan nunca, mostrándonos la multiplicidad, el cambio, el movimiento, es decir, el devenir: nos enseñan la realidad. Quien nos engaña, con sus prejuicios, es la razón. Transforma el testimonio de los sentidos convirtiéndolo en conceptos que nos hacen concebir las cosas como dotadas de unidad, duración, esencia, etc. Los conceptos suplantan, y nos hacen olvidar la vida. La razón momifica la realidad. El lenguaje es el mayor aliado de la razón en este fraude, ya que propaga los conceptos. Para evitar este engaño del lenguaje, Nietzschepropone la metáfora. El dogmatismo, la verdad absoluta en la que creían Platón y la tradición judeocristiana es inconcebible para Nietzsche. Nosotros y el mundo en el que vivimos estamos sometidos al cambio, al devenir. Una verdad fija, inamovible es imposible. La realidad para Nietzsche no se puede etiquetar conceptualmente. La verdad no es más que un error, provocado por la forma de funcionamiento de la razón, aunque pueda ser útil. En Nietzsche, por el contrario, son los sentidos los que nos muestran la verdad, a la que llega cada uno desde su perspectiva correspondiente; el conocimiento es perspectiva
. Frente al concepto, Nietzsche apuesta por la metáfora
; frente al lenguaje, apuesta por el arte
. Por lo tanto, no hay ningún motivo para otorgar un papel más importante a la razón en el conocimiento.
· En el plano de la Moral, Nietzsche se opone totalmente a la moral platónica, que derivaría más tarde en la cristiana, por ser contranatural, es decir, contraria a la vida. Platón adopta el intelectualismo moral como teoría clave para entender el bien, la justicia, la verdad y la felicidad. Para Nietzsche, Platón responde al modelo de la «Moral de los esclavos«, los débiles, sacrificados que tienen resentimiento y niegan los valores vitales. Con ellos comienza el Nihilismo, término que define a la historia de Occidente, ya que se fundamenta en la Nada. Nietzsche, en cambio, defiende la «Moral de los Señores«, de aquellos fuertes y orgullosos que afirman la vida, que consideran que los valores morales son aquellos que favorecen a la vida. Aquellos que hacen una Transvaloración de los valores tradicionales. Que frente a la compasión, la sumisión, el sacrificio y la abnegación proclaman la fuerza, el poder, la dominación y la satisfacción de lo corporal como único criterio de validez moral. Cada uno debe crear sus propios valores. Frente al intelectualismo moral de Platón, afirma que los instintos deben guiar nuestros actos. El único comportamiento con sentido es la fidelidad a la tierra, al cuerpo, a los instintos. Lo demás son añadidos mentirosos. Nietzsche reclama un hombre vital que se guía por sus instintos, que vive la vida con sus placeres y sufrimientos. La moral de Platón es contranatural, pues se opone a los valores vitales. Los valores de la vida deben ser para Nietzsche los valores morales.
· En el plano Antropológico, Nietzsche está en contra del dualismo antropológico de Platón, para quien el alma y el cuerpo son dos partes diferenciadas y opuestas (el alma, inmaterial, preexistente, inmortal y el cuerpo, material, mortal e imperfecto). La uníón de alma y cuerpo es accidental. La purificación del alma reside en alejarse del cuerpo y de todos los falsos conocimientos que nos proporciona. Platón identifica al hombre con el alma. El cuerpo es su cárcel. El alma pertenece al mundo inteligible, su estancia en “este” mundo es accidental y transitoria. El cuerpo es, además, el centro de todos los males: nos confunde con sus sentidos, nos ata al mundo con sus pasiones complicando el ascenso al mundo de las ideas. El hombre debe liberarse, purificarse de su influjo negativo. El hombre de Sócrates-Platón es un hombre teórico, cuya virtud y felicidad dependen del conocimiento, de la razón (Intelectualismo moral).
Nietzsche,muyal contrario, valora el cuerpo: sus sentidos y sus instintos naturales. Los sentidos nos mostrarán la realidad del devenir. Nietzsche no concibe este dualismo, el hombre es cuerpo y propone, básicamente, un hombre apegado a esta vida. Defiende la figura del Superhombre:
El que tiene una voluntad de poder afirmativa (Voluntad de Vida)
, frente a los decadentes y nihilistas, que tienen una voluntad de poder negativa (Voluntad de Nada)
. El Superhombre es el hombre que se ha superado a sí mismo, el que ha transformado su espíritu pasando del «camello» (aquellos que se arrodillan, se resignan y niegan la vida (tradición platónico-cristiana)); del «león» (representa a los ilustrados que han desvelado como falsa la mentira de la trascendencia y han proclamado «Dios ha Muerto», pero no han propuesto ninguna nueva tabla de valores); y se ha transformado finalmente en «Niño«, que es el hombre arriesgado, fuerte, jerárquico, instintivo que crea sus propios valores, que vive el instante y ama su destino (Amor Fati)
. Es ese hombre que afirma su vida como el cúmulo de dolor y alegría, de destrucción y creación, de placer y sufrimiento (Sabiduría Trágica), porque sabe que quien ha dicho sí a un momento de su existencia, ha dicho sí a todos los acontecimientos que lo hicieron posible:
Eterno Retorno
RELACIÓN DE LA FILOSOFÍA DE PLATÓN Y LA DE F. Nietzsche.
La influencia de Platón a lo largo de la historia de la Filosofía es indiscutible, pero sin duda, el más beligerante de todos los que lo han comentado es Nietzsche, uno de los autores más polémicos que se manifiesta contra la tradición filosófica, pero sus críticas más fuertes fueron a Sócrates y Platón.
Coincidencias: Aunque resulte difícil, se podrían señalar algunos rasgos comunes: ambos comparten un cierto estilo poético, un refinamiento del lenguaje filosófico. También es común a ambos la defensa del sentido aristocrático de la existencia, aunque desde perspectivas muy diferenciadas. En ninguno de los dos se trata de una aristocracia de la sangre o el dinero; en el caso de Platón es una aristocracia del conocimiento (los más sabios y generosos son quienes deben gobernar la sociedad ideal) y en el caso de Nietzsche de una aristocracia de los creadores de nuevos valores (el superhombre se rige por la “moral de los señores”,propia de espíritus elevados que, frente a Platón, son los que afirman la vida terrenal).
Diferencias En el plano ontológico, Platón se caracteriza por su dualismo, contra el que Nietzsche arremete ya que desprecia la vida terrenal. La realidad platónica se basa en la existencia de dos mundos, uno verdadero, que se conoce por la razón y que ofrece el conocimiento objetivo; y un mundo aparente, que se conoce por los sentidos, ofreciendo un conocimiento subjetivo, cambiante. Ahora bien, esta realidad, que Platón calificaba de aparente y engañosa, es para Nietzsche la única realidad existente, aquella que está en constante devenir, caos (espíritu Dionisíaco), es contradicción y está representada con la Voluntad de Poder. Y no el estático de valores absolutos que niegan la vida, porque no la soportan (nihilistas). El mundo verdadero de Platón no es para él más que una invención de la razón, fruto de la decadencia del hombre. Nietzsche critica la invención de otro mundo porque es una muestra de desprecio hacia este, colocando la finalidad en la otra vida.
En el plano epistemológico, Platón también distingue un dualismo. Hay dos formas de conocimiento que se corresponden con los dos mundos existentes. En Platón, razón y sentidos se enfrentan siempre con la victoria de la razón. Para él, sólo a través de la razón es posible conocer. Los sentidos solo nos muestran una realidad aparente, cambiante, sujeta a error. episteme conocimiento verdadero y Doxa conocimiento aparente. En Nietzsche, por el contrario, son los sentidos los que nos muestran la verdad, a la que llega cada uno desde su perspectiva correspondiente, es la voluntad de poder de cada sujeto. Por lo tanto, no hay ningún motivo para otorgar un papel más importante a la razón en el conocimiento. Este apusta por la metáfora y Frente al lenguaje apusta por el arte.En el plano de la moral, Nietzsche se opone totalmente a la moral platónica, que derivaría más tarde en la cristiana, por ser contranatural, es decir, contraria a la vida, La moral platónica así como la moral cristiana defendería para Nietzsche la moral de los esclavos de valores anti vitales mientras que Nietzsche defendería la moral de los señores con unos valores basados en la afirmación de la vida. Platón continúa la moral de Sócrates adoptando el intelectualismo moral como teoría clave para entender el Bien, la justicia, la verdad y la felicidad. Nietzsche, en cambio, considera que los valores morales son aquellos que favorecen a la vida, que la satisfacción de lo corporal es el único criterio de validez moral, y que cada uno debe crear los suyos propios.
En el plano antropológico, Nietzsche propone básicamente un hombre vitalista frente a la cultura y la sociedad. Este hombre debe ser creativo, un permanente esfuerzo y debe crear sus propios valores (superhombre) y amar su destino (amor fati)
Y afirma la vida pese a las desgracias y a las alegrías , pese al sufrimiento y el placer (sabiduría trágica), “porque quién ha dicho sí a un solo momento de su existencia, ha dicho sí a todos los acontecimientos que la hicieron posible : Eterno Retorno. Nietzsche no concibe la antropología como dualista, no piensa que el hombre esté compuesto de alma y cuerpo. Platón sí. La uníón alma-cuerpo es accidental y no substancial (cuerpo y alma no forman uno). El alma es preexistente, inmortal y volverá al mundo de las ideas tras la muerte del cuerpo, a la espera de reencarnarse en otro. El súper hombre es el hombre que se ha superado a si mismo, el que ha transformado su espíritu pasando del camello, aquellos que se arrodillan y niegan la vida; del león, que representa a los ilustrados que han desvelado como falsa la mentira de la transcendencia y han proclamado `Dios ha muerto` y se han transformado en niño, el hombre arriesgado, fuerte y jerárquico.