Contexto Histórico-Cultural
Nuestro autor vive en una época denominada por la sociedad burguesa. El periodo revolucionario inaugurado con la Revolución Francesa y que se extendió a lo largo de la primera mitad del siglo XIX, permite a la burguesía construir una Europa a su imagen. En la segunda mitad del siglo, la fuerza de los nacionalismos da lugar a nuevos estados. Las conquistas burguesas se fundamentan en el enriquecimiento causado por la Revolución Industrial. La necesidad de materias primas y de nuevos mercados llevó a la colonización de África y Asia, y convirtió a las naciones europeas en grandes imperios. El resultado del dominio burgués es una Europa impregnada de los ideales burgueses, a las que Nietzsche también dirigirá sus críticas. El liberalismo de Adam Smith defiende la libertad política y económica de la burguesía. Se consolidan las ideas políticas socialistas y anarquistas. Nietzsche no comparte ninguna de estas ideologías que propugnaban un final feliz para la sociedad humana, bien mediante la asociación del orden burgués con el desarrollo científico-técnico, bien mediante la implantación de la sociedad comunista.
Contexto Filosófico
La filosofía de Nietzsche se presenta como una radical crítica al pensamiento que va desde la Ilustración hasta el idealismo de Hegel: la fe en la razón, en la ciencia, en la autonomía y la libertad en la historia como progreso y en la educación. Las teorías de Freud también se oponen a la tradición racionalista. El psicoanálisis concede una decisiva importancia a los instintos y a la libido para explicar la personalidad. El principio del placer rige la vida del ser humano. Schopenhauer defendió que este mundo que nos representamos es esencialmente voluntad de existir, ansia de perdurar en el ser. El papel que Schopenhauer atribuye a la voluntad, mucho más importante y primaria que la razón, será una influencia decisiva en Nietzsche. Con Schopenhauer, la razón deja de ser lo que nos define y se convierte en un instrumento al servicio de nuestro instinto por perdurar en la vida. Nietzsche se separa de su pensamiento, proponiendo un sí rotundo a la vida.
Relación con Otras Posiciones Filosóficas
Respecto al ámbito de la realidad, describiré la posición de Platón y del platonismo y la posición de Nietzsche. Desde el punto de vista ontológico, Platón presenta una visión dualista entre un mundo verdadero, que se caracteriza por ser objetivo e inmutable y eterno, y que se relaciona con el bien y el alma; y un mundo aparente que es subjetivo, cambiante y corresponde con el nacimiento, la duración y la muerte, y se relaciona con el mal y el cuerpo. El platonismo también plantea una visión dualista de la realidad: un mundo verdadero y un mundo aparente. Para Parménides, el mundo verdadero corresponde con los átomos; el cristianismo lo asocia con lo sobrenatural, sobre todo con Dios; y Descartes lo relaciona con lo evidente y lo deducido matemáticamente. El mundo percibido por los sentidos, los atomistas con lo sensible, el cristianismo con lo terrenal o finito y Descartes con lo sensible no materializable. Al contrario que Platón y el platonismo, Nietzsche defiende una única realidad que es el devenir. El mundo verdadero es una invención de la razón fruto de la decadencia del ser humano.
Respecto al conocimiento, la posición de Platón y del platonismo es que si existen dos ámbitos de la realidad, deben de existir también dos dualismos epistemológicos. La oposición sentido-razón está presente en la historia de la filosofía, así como la razón como superior a los sentidos. Por ejemplo, Parménides afirmaba dos modos de conocimiento: la vía de la opinión, producto de los sentidos, y la vía de la verdad. Para Descartes, los sentidos no son fiables, por lo que solo existe una razón matematizable para alcanzar la verdad verdadera. Respecto a esto, Nietzsche ofrece un único conocimiento verdadero: el conocimiento de lo sensible y, por ello, la expresión artística estará por encima de la racional. Respecto a la ética, tanto Sócrates como Platón representan la moral que Nietzsche critica. Según Nietzsche, con la dialéctica y el intelectualismo moral, Sócrates inicia la decadencia de la cultura occidental. El cristianismo adopta el dualismo platónico identificando el mundo verdadero con el cielo y el mundo aparente con el valle de lágrimas. Estas formas de entender la moral son calificadas por Nietzsche de patologías, sobre todo por su valoración negativa de lo corporal, lo sensible y lo instintivo-sexual.
La Actualidad
El ateísmo es un tema que aún perdura en la realidad. Nuestra sociedad se caracteriza por vivir de espaldas a Dios. Hoy en día, la religión se ha convertido en un artículo más de consumo. Esta situación, que sufre gran parte de la sociedad occidental, tiene una de sus causas en «la muerte de Dios» promulgada por Nietzsche. Otro tema presente es la vulgarización del vitalismo, el cual se trata en vivir el momento. Algunas consecuencias de esta vulgarización del vitalismo las encontramos en la actual identificación de la felicidad con lo material, con el culto al cuerpo y a la imagen, y el deseo de inmortalidad, de juventud eterna. Otro tema reflejado con la actualidad es el famoso arte moderno que refleja la pluralidad de significación que constituye la realidad según Nietzsche. La emoción que inspira una obra al autor no tiene por qué coincidir con la que despierta en el espectador. La capacidad de evocar emociones e interpretaciones será el criterio para valorar una obra de arte. Otro tema que perdura es la apuesta por una educación crítica encuentra en el texto de Nietzsche un apoyo. Nietzsche es una referencia a la postmodernidad, esta se caracteriza por lo que se ha llamado el pensamiento débil.