Nietzsche: Contexto Histórico y Evolución de su Filosofía

Contexto Histórico de Nietzsche

El contexto de Nietzsche se sitúa en el siglo XIX. La Revolución Industrial trajo consigo la consolidación del capitalismo, pero también la explotación de los trabajadores. Las pésimas condiciones de los obreros en las fábricas hacen que el optimismo de la Ilustración ante el progreso se desvanezca. Los medios de producción se acumulan en manos de la burguesía, y las graves desigualdades sociales hacen que el proletariado tome progresivamente conciencia de su situación. Hacia la mitad de siglo, los movimientos de los trabajadores se suman a los que ya existían, como el socialismo utópico (de Saint-Simon, Fourier y Owen) y el utilitarismo (de Bentham y Stuart Mill), que pedían reformas sociales. La Europa de la segunda mitad del XIX es la Europa de los nacionalismos y de la expansión colonial de las grandes potencias en busca de nuevos mercados. Alemania, que alcanza su unificación en 1871, pronto será una de ellas.

Aparecen teorías de transformación social, como el anarquismo o el socialismo. Se desarrollan las ciencias humanas. Darwin publica su teoría de la evolución, que Spencer aplicará al funcionamiento de la sociedad. En contraste con las corrientes socialistas, aparecen también grandes teóricos del liberalismo económico como David Ricardo. Se suceden importantes movimientos artísticos como el romanticismo, el realismo o el naturalismo. A final de siglo surgen manifestaciones artísticas revolucionarias: los impresionistas (como Monet o Renoir) y los postimpresionistas (como Van Gogh) buscan nuevos caminos en la pintura. En la literatura del XIX destacan grandes novelistas como Zola, Dickens, Tolstoi, Dostoievski o Galdós. La música está representada por figuras como Wagner, Tchaikovski o Ravel.

En las ciencias se produce un avance prodigioso en todos los terrenos. En el ámbito filosófico influirán especialmente en Nietzsche los llamados filósofos de la sospecha. Según Marx, se vive una sociedad injusta que hay que resolver con una lucha de clases y la posterior implantación del comunismo. Feuerbach sospecha que los dioses son una fantasía. Freud, que el hombre no es racional. Nietzsche sospecha de la razón. Por su parte, Schopenhauer piensa que la voluntad de vivir se encuentra con la frustración continua de la muerte y para superarla propone el ascetismo y el arte.

Por último, dos movimientos más son propios de este siglo: el historicismo, que considera que el hombre es un ser histórico y para comprenderlo es necesario comprender su marco histórico, y el vitalismo, que afirma que la realidad es la vida y esta no se deja comprender por un método científico.

La Filosofía de Nietzsche: Crítica y Propuesta

Friedrich Wilhelm Nietzsche es el mayor crítico de la cultura occidental y uno de los filósofos de la sospecha, al igual que su contemporáneo Karl Marx. Nietzsche se ve influido por el vitalismo, actitud optimista ante la vida y los placeres. Su filosofía se enmarca entre ambos y se divide en dos partes: la filosofía del martillo, que destruye y critica la cultura occidental, y la filosofía del amanecer, que propone la construcción de una nueva teoría de la realidad con nuevos valores.

La Filosofía del Martillo: Crítica a la Tradición Occidental

La filosofía del martillo de Nietzsche va a presentar una crítica contra la tradición socrático-platónica: la metafísica tradicional considera la realidad como algo estático, fijo e inmutable. Sin embargo, para Nietzsche, la realidad es devenir (influencia de Heráclito), es sensible, no tiene ni metas, ni objetivos, ni finalidad. También hay una crítica dirigida a la metafísica y al idealismo de Hegel. La metafísica ha llevado a cabo un proceso de degradación de los valores, y la moral tradicional ha llegado a ser antinatural. Se dice que los conceptos de esta moral no son más que metáforas, que buscan la seguridad ante el devenir y que el lenguaje y las metáforas crean ilusiones de la sociedad.

Nietzsche explica el proceso de degradación de la metafísica:

  • Comenzó con Sócrates y Platón durante la etapa clásica de la cultura griega, el dios Dioniso desaparece y se quedan con el dios Apolo. Nietzsche quiere recuperar lo dionisíaco, que es el hombre.
  • Posteriormente continuó con la moral judeo-cristiana (monoteísmo) que invirtió los valores (lo bueno era lo fuerte y noble, y lo malo lo débil y plebeyo). Dice que la sociedad ha invertido los valores morales naturales. La religión impone leyes o imperativos en contra de los instintos de la vida (critica la moral cristiana). Por esta razón, el hombre tiene que tener sus propias leyes inmanentes y tiene que llevarse a cabo un cambio de valores, una transmutación de estos, para que de este modo vuelvan a ser naturales.
  • Y el último momento es en la Ilustración, cuando se produce una sobrevaloración de la razón y la filosofía alemana con Kant y Hegel, y se produce la muerte de Dios.

Según Nietzsche, la razón nos condujo a la desorientación y pérdida de sentido, y lleva a la sociedad al nihilismo (pérdida de todos los valores). La muerte de Dios significa una oportunidad para la transmutación de los valores y el surgimiento del superhombre de Nietzsche. Frente al nihilismo se pueden adoptar dos posturas:

  • La pasiva, que ve la muerte de Dios como algo negativo (dada la muerte de los valores tradicionales).
  • La activa, que instiga a crear nuevos valores.

Según Nietzsche, la última es la verdadera y es conocida como la filosofía del amanecer o “Aurora” de nuestra filosofía.

La Filosofía del Amanecer: Una Nueva Teoría de la Realidad

Con su filosofía del amanecer, Nietzsche plantea una nueva teoría de la realidad, que se sostiene en torno a tres pilares:

  1. La Voluntad de Poder: es la que debe tener el superhombre para ser más, superarse a sí mismo y vivir más. Es una fuerza de crear la realidad, de llevar a cabo una compresión de los instintos que potencien la vida.
  2. El Superhombre: es aquel que, una vez se haya producido la transmutación de los valores obsoletos de la moral tradicional, ama la tierra y la vida, tiene una voluntad fuerte y su única ley viene dada por la naturaleza. Es el genio que se identifica con el artista y da autenticidad al mundo sensible. El superhombre atraviesa tres estados:
    • Camello: animal que arrastra una gran carga al seguir asumiendo su deber racional.
    • León: hombre nihilista que destruye los valores establecidos de la moral tradicional, pero aún es incapaz de crear nuevas visiones.
    • Niño: aquel que hace de la vida un juego, es el superhombre que tiene la voluntad de poder y admite la vida como un eterno retorno, que se crea y se destruye a sí mismo eternamente.
  3. El Eterno Retorno: es el elemento por el que la voluntad de poder se manifiesta eternamente en su deseo de ser más y de crecer. Si el tiempo era la categoría del ser, la eternidad es tomada como la vida. Por eso Nietzsche dice que hay que vivir de manera que deseáramos que nuestra vida se repitiera eternamente (esto nos recuerda a Kant y a su imperativo categórico “obra de tal forma que quieras que la máxima de tus actos se torne ley universal”).

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