Nietzsche: Crítica a la Cultura Occidental y la Filosofía de la Vida

Contexto Histórico

Nuestro autor vive en una época dominada por la sociedad burguesa. La Revolución Francesa permite a la burguesía construir una Europa a su imagen. Las conquistas burguesas se fundamentan en la Revolución Industrial. Este proceso distanció a la clase burguesa de la proletaria. Además, la necesidad de materias primas y de nuevos mercados llevó a la colonización de África y Asia, y convirtió a las naciones europeas en grandes imperios. El resultado es una Europa impregnada de los ideales burgueses, a los que Nietzsche también dirigirá sus críticas, clasificándolos de «valores vacíos». Políticamente, este periodo se define por dos corrientes: el liberalismo de Adam Smith, que defiende la libertad política y económica de la burguesía, y como reacción a las consecuencias negativas del liberalismo para el proletariado, se consolidan en el último tercio del siglo XIX las ideas socialistas y anarquistas, cuyo origen encontramos en las filosofías de Marx y Proudhon. Nietzsche no comparte ninguna de estas ideologías que propugnaban un final feliz para la sociedad.

El acontecimiento más importante en las ciencias biológicas fue la publicación de El origen de las especies de Darwin. La concepción que Nietzsche tiene del ser humano, junto con el tema del superhombre y la voluntad de poder, presentan puntos comunes con el evolucionismo darwinista, basado en la selección natural. En ambos autores el concepto «vida» es decisivo.

En opinión de Nietzsche, la cultura de la época, excepto la música de Wagner, expresa la decadencia que invadía aquella Europa burguesa alejada y enfrentada a la vida. El simbolismo de la poesía de Verlaine y Rimbaud manifiesta esta visión sin ideal ni ilusión. Oscar Wilde se convierte en el máximo representante del artista bohemio y del que quiere convertir su vida en una obra de arte. Esta identificación entre la vida y obra de arte acerca al literato al pensamiento nietzscheano. La actitud alegre y jovial se refleja también en los cuadros de Degas y de Toulouse-Lautrec. No obstante, también expresa el nihilismo de Nietzsche.

Contexto Filosófico

En la segunda mitad del siglo XIX el positivismo es el movimiento dominante, pero a medida que el siglo avanza, nacen reacciones contra sus principios. Así surgen el historicismo de Dilthey y el vitalismo, en el que se sitúa el propio Nietzsche. Ambas corrientes pretenden comprender la realidad más allá de la explicación científica.

El positivismo de Comte identifica la razón con la razón científica, y la verdad científica con el modelo de la verdad. Se trata de una visión de la realidad que se centra en los hechos objetivos de la ciencia. Nietzsche se opuso a este ideal. Para él, la ciencia se basa en presupuestos extracientíficos y ha sacralizado el mundo matemático, muy distinto del caótico mundo real. La realidad no es objetiva sino un conjunto de interpretaciones. Su filosofía se presenta como una radical crítica al pensamiento que va desde la Ilustración hasta el idealismo de Hegel: la fe en la razón, en la ciencia, en la autonomía y la libertad, en la historia como progreso y en la educación. Según este autor, la Ilustración asume los mismos valores que el cristianismo: la verdad, la bondad y la belleza. Y el positivismo no sería un paso más en la misma dirección.

Las teorías de Freud también se oponen a la tradición racionalista. El psicoanálisis concede una decisiva importancia a los instintos y a la libido para explicar la personalidad. El principio del placer rige la vida del ser humano, y la represión o satisfacción determina qué somos y en qué nos convertimos. Esta novedosa antropología supuso una conmoción para la conservadora sociedad burguesa y permitió a Freud calificarla de «neurótica».

Otro crítico es Schopenhauer. Defendió que el mundo es nuestra representación de él, una representación que es fruto de la organización. Este mundo que nos representamos es esencialmente voluntad de existir, ansia de perdurar en el ser. Esa voluntad es lo que explica todo movimiento, todo cambio que se produce en el mundo. Por eso, el mundo es, como señala su obra más conocida, «voluntad y representación».

El papel que Schopenhauer atribuye a la voluntad será una influencia decisiva en Nietzsche. Con él, la razón deja de ser lo que nos define, y se convierte en un instrumento al servicio de nuestro instinto por perdurar en la vida. En segundo lugar, Nietzsche asume de este autor su crítica a la concepción ilustrada de la historia y su pesimismo, proponiendo un sí rotundo a la vida.

Dos Momentos Clave en la Filosofía de Nietzsche

Para entender la importancia del tema que estamos analizando es necesario conocer el lugar que ocupa el tema en el desarrollo de su pensamiento. Nuestro autor es considerado uno de los «filósofos de la sospecha» e intenta recuperar uno de los conceptos más olvidados: la vida. Traer la vida al primer plano de la reflexión filosófica conlleva criticar a todos aquellos autores que no la han tenido en cuenta.

Su filosofía estará integrada por dos grandes momentos:

  • Primer momento: Supone una crítica a la cultura occidental.
  • Segundo momento: Supone una exposición no sistemática de sus ideas.

Así, Nietzsche realiza un análisis de la cultura griega donde aprecia un cambio entre dos formas de pensar:

  • Dionisíaca: El hombre iba más allá de su individualidad para reintegrarse con la naturaleza. Se defendía el exceso, el caos. Está representada por el arte.
  • Apolínea: Representada por la razón y el orden.

Esta última forma de entender la vida se terminó perpetuando en un proceso representado por tres grandes movimientos:

  1. Sócrates: Fue el primero en cambiar los valores de lo real por lo verdadero, al ser incapaz de aceptar los valores de la vida tal cual y cambiarlos por los valores de la razón.
  2. Platón: Este cambio se radicalizó aún más.
  3. Cristianismo: Se consolidó definitivamente la inversión de valores.

En el texto que tratamos se hace especial mención en cómo el uso de la razón en filosofía es la causa de la falsificación de la realidad.

La Inversión de Valores y el Lenguaje

¿Cómo se ha llevado a cabo esta inversión por la que la vida ha pasado a valorarse negativamente? Gracias al conocimiento y al lenguaje. Han intentado que se creyera que el saber y la razón son las armas más poderosas del ser humano. Los metafísicos han hecho creer que la palabra encierra más verdad sobre la cosa que ella misma.

Crítica a la Moral y la Religión

Una vez acabada la crítica a la metafísica y a la gnoseología occidental, procede a la crítica de la moral y la religión occidental, encontrando elementos que atentan contra su concepto de vida. Así, en la moral hay un cambio de esta vida por otra inventada en otro mundo.

El Nihilismo y la Enfermedad de Occidente

Nos queda una cultura envuelta en un nihilismo negativo, en la que los valores en los que se asientan no son nada, pues no son sino valores inventados por la razón. Y esta es la enfermedad de Occidente.

Superación del Nihilismo y Creación de Nuevos Valores

¿Cómo superar esta enfermedad? En primer lugar, reconociendo esa situación y destruyendo esos falsos valores. A partir de ahí debemos crear nuevos valores, que favorezcan la vida y no valores que atenten contra ella.

Conceptos claves para entender cómo crear estos valores son los conceptos de vida y voluntad de poder. Con la creación de estos nuevos valores va a aparecer lo que Nietzsche llama superhombre, que no es un nuevo estado evolutivo, sino un individuo que dice sí a la vida, aceptando, sin condiciones y sin hacer prejuicios. Es alguien que supera el anhelo de Dios y el miedo a la nada.

Cualidades del Superhombre

  • A) Gran dureza interior: Capacidad de soportar el dolor y la posibilidad de aguantar la soledad.
  • B) Espíritu libre: Necesita como punto de partida no someterse a ninguna autoridad humana. El punto de partida es el «yo quiero». Es la imagen del león que se contrapone a la del camello.
  • C) Fuera del tiempo y de la dialéctica bien-mal: Es capaz de jugar con el mundo, es el niño.

En conclusión, el superhombre nietzscheano es un ser sin ideales y sin idealismo, capaz de aunar una colosal fuerza exterior y una gran delicadeza de espíritu que aceptaría la teoría del eterno retorno, es decir, aceptaría hacer eterna esta vida y no otra, porque ha vivido libre de culpa, de arrepentimiento y de resentimiento. Como el niño, ha disfrutado jugando a vivir.

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