Nietzsche: Un Examen de su Filosofía Crítica
Método de la crítica
Es el método con el que Nietzsche intenta desenmascarar los conceptos del ‘santo‘, ‘el artista‘ y ‘el sabio‘. Por otro lado, no niega la necesidad de autosuperación del hombre. El ‘Superhombre‘ es la metamorfosis del ‘santo, artista y sabio’ ya que representan la grandeza del hombre, pero autoalienado. Lo que el ‘Superhombre‘ hace es negar ‘los valores en sí’ y encontrarse como él es el que dicta dichos valores.
Crítica de la moral
Si hablamos de la crítica moral podemos decir que ha habido múltiples cambios a lo largo de la historia en el sistema de valores. El hombre ha creado unos valores que responden a una forma de vida, los ha proyectado fuera de sí mismos y se relaciona con ellos como si tuvieran el poder obligatorio de la ley moral trascendente al hombre. El hombre ha olvidado el origen de los valores.
Hay dos tipos de moral:
- Moral de señores o guerreros: es la moral de las virtudes guerreras y es la creadora e implantadora de los valores del individuo, como Napoleón.
- Moral de esclavos o sacerdote: es la moral del instinto de venganza contra la vida superior, de la igualdad, del rebaño. Como forma de crítica a esta moral, Nietzsche toma de ejemplo el cristianismo y expone que es la peor inversión de todos los valores de Grecia y Roma, dado su carácter plebeyo. Estos inventan el espíritu para movilizar a los débiles contra los fuertes.
Crítica de la metafísica
La idea general de esta crítica podemos tomarla de «Más allá del bien y del mal«. Se reducen los problemas del ser a cuestiones morales. Nietzsche se sirve de la psicología para hacer una crítica basada en los conceptos de fortaleza y debilidad; y salud y enfermedad; y toma la metafísica como un síntoma de forma de vida enfermiza. Para él, la filosofía que le precede es desprecio del mundo. En «El crepúsculo de los Ídolos«, el propio Nietzsche expone su crítica en cuatro tesis:
- Primera tesis: ‘Las razones por las que este mundo ha sido calificado de aparente, fundamentan, antes bien, su realidad…’ Dichas razones son que fluye, que cambia; pero esta es precisamente la verdad, que no hay cosas fijas, sino que más bien deberíamos hablar de fuerzas o procesos. Lo que aparece como algo singular es sólo algo pasajero y no una estructura fija.
- Segunda tesis: ‘los signos distintivos que han sido asignados al ‘ser verdadero’ de las cosas son los signos distintivos del no ser de la nada.’ Los signos distintivos son los rasgos propios de las ideas platónicas. La totalidad del mundo no es una suma de cosas que poseen su esencia. El todo es un todo de movimiento y desmesura, sin razón ni medida.
- Tercera tesis: ‘inventar fábulas acerca de ‘otro mundo’ distinto de este no tiene sentido…’ Es resultado del miedo, del temor al cambio, a la vejez, a la muerte…
- Cuarta tesis: ‘dividir el mundo en mundo ‘verdadero’ y en mundo ‘aparente’, ya sea al modo cristiano o al modo de Kant es únicamente una sugestión de la decadencia…’ Se niega entonces la distinción entre ser y aparentar en su sentido tradicional: lo que es, es lo que la razón conoce, y lo que nos dan los sentidos es pura apariencia.
Crítica entre Lenguaje y metafísica
Respecto a la relación entre estas, en «El crepúsculo de los Ídolos«, Nietzsche hace un estudio genealógico, llegando a la conclusión de que este es un aliado de la razón y cuya función es manipuladora y transfiguradora de la realidad en ideas vacías, tales como la de la existencia del ser, del alma, de Dios, de la verdad…
Si el lenguaje intenta expresar la verdad y Nietzsche considera que la verdad de los metafísicos responde a un mecanismo de ocultación u olvido de la verdadera realidad que para él solo es el devenir y el flujo constante, entonces es lógico que modifique el concepto de verdad: no existen verdades en sí, sino que toda verdad se origina en los sentidos y no puede ir más allá de ellos. Más aún, la verdad es un invento, una convención necesaria que surgió de la necesidad de conservación de la especie, pero con el paso del tiempo hemos olvidado su origen meramente convencional y pragmático.
Crítica sobre la teoría del conocimiento (Gnoseología)
En la tradición filosófica, el conocimiento está basado en el juicio, por lo que conocer es juzgar; y juzgar, según la tradición occidental, es aplicar un concepto o categoría para comprender una realidad que fluye.
En la filosofía antigua: el concepto es la verdadera realidad de las cosas, la esencia. En la filosofía moderna: el concepto es puesto por el sujeto para constituir las apariencias en el objeto, el término del conocimiento. Como decía Kant, las apariencias sin conceptos son ciegas.
Platón representa, de modo genérico el espíritu que ha presidido a toda la filosofía occidental. Es seducido por la forma de pensar de los sacerdotes egipcios y su odio al devenir, a la vida. Separa el ser y el tiempo, mundo de los fenómenos y un trasmundo; pero confunde la vida con la razón. Se guía por conceptos abstractos y generalísimos, al fin y al cabo conceptos vacíos.
Para Nietzsche, sin embargo, los conceptos son vacíos y ciegos. No captan la realidad del mundo porque el mundo no es racional. Se opone al concepto la intuición y la experiencia que nos dan nuestros sentidos. El concepto no es más que la cáscara vacía de una metáfora que en otro tiempo ocupaba la intuición. Al científico, al sabio, Nietzsche contrapone al hombre artístico, que crea incesantemente metáforas, imágenes. Estas a diferencia del concepto no se resisten, no pretenden detener el devenir del sujeto, del objeto, del mundo en general.
¿Qué es entonces la verdad?
-Hay un sentido moral que hay que rechazar: que opina que la verdad o la falta de esta, se decide dentro de la inteligencia humana.
– Hay un sentido de verdad y mentira que hay que aceptar: un sentido extramoral. La noción de verdad moral la mayor mentira, pues la vida no se puede conceptualizar. La misma inteligencia, es la que está al servicio de la voluntad de vivir. Lo verdadero es lo útil para vivir, se trata de una concepción práctica de la verdad.
Por ello Nietzsche intenta hacer una genealogía del instinto de la verdad a partir del instinto de encubrimiento y falsificación.
Crítica a la ciencia
Nuestro autor no ataca la ciencia en sí, sino la metodología propia del mecanicismo y el positivismo de su época, y la obsesión por reducir fenómenos que solo pudiesen. Nietzsche dirá que la ciencia no está lejos del ideal ascético, que en este caso, consiste en despojar de riquezas la realidad y quedarse con el esqueleto conceptual. La ciencia se tiene a sí misma como saber absoluto y único a tener en cuenta, en ese aspecto es considerada nihilista por Nietzsche.
Crítica a la religión
Uno de los puntos fuertes de la filosofía de Nietzsche y, en cierto sentido, su punto de partida junto con la muerte de Dios y el ateísmo. En «El Anticristo«, resume sus ideas fundamentales sobre la religión en la que Nietzsche combate no solo una religión, sino una metafísica, una valoración que interpreta lo sensible a la luz de las ideas, un ‘platonismo para el pueblo’. Este parasitismo que se alimenta de los estados de indigencia del alma humana. Nietzsche considera que el Cristo de instintos débiles no fue el fundador de la religión cristiana, sino Pablo y valora más el politeísmo, que considera más cercano a la naturaleza y a la vida en su pluralidad y riqueza, que el monoteísmo.