Nietzsche: Voluntad de Poder, Superhombre y Reinterpretación de la Moral

Nietzsche: Una Revisión de sus Ideas Clave

Conocimiento y Realidad

Nietzsche, un gran crítico de la cultura occidental, cuyas principales influencias fueron Heráclito y el evolucionismo, destaca por cuatro obras importantes: El origen de la tragedia, La gaya ciencia, Así habló Zaratustra y Más allá del bien y del mal.

Respecto al conocimiento y la realidad, Nietzsche plantea tres puntos clave:

  • La historia de la cultura y la filosofía occidentales es la historia de un gran error: creer que la realidad auténtica es lo estable. Para Nietzsche, la realidad auténtica es la vida, cambiante y contradictoria.
  • El origen de este error se encuentra en dos momentos históricos:
    • Antes de Sócrates: Se entiende la vida como trágica, existiendo una tensión entre lo apolíneo (Apolo: luz, medida, orden) y lo dionisíaco (Dionisio: desmesura, caos).
    • Desde Sócrates: Lo apolíneo se impone, olvidando los valores vitales, los sentidos y el cuerpo, triunfando los valores del alma y la razón. Platón, con su teoría de las dos ideas y la separación de dos mundos (el inteligible, auténtico, y el aparente, falso), desarrolla este error. El judeocristianismo sintetiza estas ideas en Dios. El discurso científico, con su lenguaje racional, intenta atrapar la realidad cambiante mediante conceptos o esencias, falseándola.
  • Conclusión: Nietzsche aboga por recuperar el pensamiento trágico y cambiar los conceptos por metáforas que capten mejor la realidad y favorezcan la vida. La voluntad de poder es la realidad; no hay mundos separados, sino un devenir constante, un conjunto de fuerzas que se agitan y transforman sin fin, un afán de superación y creación de nuevas formas temporales. El eterno retorno, una manifestación de la voluntad de poder, supone asumir el fin de la transcendencia; es la afirmación de la vida con el afán de volver a vivirla, la aceptación de la finitud.

Genealogía de la Moral

En su genealogía de la moral (problema Dios y ética), Nietzsche explica la evolución de los valores de nuestra cultura. Distingue tres interpretaciones:

  • La moral de nuestra cultura es»de esclavos«, ya que menosprecia el mundo, la vida y los sentidos. Le otorga al ser un destino trascendente y sitúa la felicidad en el más allá, en un mundo supersensible. Sus virtudes (humildad, igualdad, amor, piedad) son el resultado del resentimiento de los débiles contra los fuertes que crean sus propios valores. Esto lleva al nihilismo pasivo: la desvalorización de los valores auténticos y la negación de la vida.»Dio» es el máximo exponente de este proceso, que toca fondo con el ateísmo.
  • En la época contemporánea,»Dios ha muert», agotando la idea de una sola dirección en la historia y una verdad absoluta. Esto abre la posibilidad del nihilismo activo: cada ser humano crea sus propios sentidos y valores. Se defiende el perspectivismo: no hay una verdad única, solo interpretaciones y perspectivas. Nietzsche utiliza la metáfora del camello (cristiano), el león (nihilista pasivo) y el niño (nihilista activo) para ilustrar este proceso. Se abandona el dualismo bueno/malo.
  • Nietzsche propone la transvaloración de los valores: poner por encima lo que estaba debajo (valores vitales), decir sí a la vida terrenal en constante movimiento, y hacerlo con alegría.

Antropología

Influenciado por el evolucionismo, Nietzsche rechaza el dualismo platónico. Define al»último hombre» como un ser nostálgico de Dios, que lo sustituye por ídolos (ideas morales, científicas o políticas). El superhombre, en cambio, constituye y destruye su mundo y su sentido sin proyecto o diseño propio. Es afirmativo, actúa y crea, proclamando su superioridad y excepcionalidad sin creer en la igualdad. Se afirma en el devenir de la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *