El Nominalismo de Guillermo de Ockham
El nominalismo de Guillermo de Ockham (c. 1287-1347) es una corriente filosófica que niega la existencia real de los universales (conceptos como «humanidad», «belleza» o «bondad»). Para Ockham, los universales no tienen una realidad independiente fuera de la mente humana; son solo nombres (nomina) que utilizamos para referirnos a grupos de objetos o individuos con características similares.
Principales ideas del nominalismo de Ockham:
- Crítica al realismo de los universales
- El realismo (como el de Platón y Tomás de Aquino) sostenía que los universales existen independientemente de los objetos particulares.
- Ockham argumenta que solo existen los individuos, y los universales son meros conceptos mentales.
- Principio de economía o «Navaja de Ockham»
- «No se deben multiplicar los entes sin necesidad» (lex parsimoniae).
- Si una explicación más simple es suficiente, no hay razón para postular entidades abstractas como los universales.
- Nominalismo lingüístico y conceptual
- Las palabras y conceptos universales son herramientas útiles para comunicarnos, pero no tienen una existencia real fuera del lenguaje y la mente.
- Influencia en la filosofía moderna
- Su pensamiento anticipa la ruptura con la escolástica medieval y la transición hacia el empirismo y la filosofía analítica.
En resumen, para Guillermo de Ockham solo existen los individuos, y los universales son solo nombres que usamos para clasificar la realidad. Su nominalismo influyó en el desarrollo del pensamiento moderno, la lógica y la ciencia.
La Filosofía de René Descartes
René Descartes (1596-1650) es considerado el padre de la filosofía moderna y el principal exponente del racionalismo, una corriente filosófica que defiende que el conocimiento verdadero proviene exclusivamente de la razón y no de los sentidos. Su obra más importante, Discurso del método (1637), establece su famoso método de duda metódica, cuyo objetivo es encontrar un conocimiento indudable sobre el cual construir todo el edificio del saber.
A través de su pensamiento, Descartes estableció una nueva forma de entender la filosofía, la ciencia y la relación entre el alma y el cuerpo, sentando las bases del pensamiento moderno.
La Duda Metódica y el «Cogito, ergo sum»
Para alcanzar un conocimiento absolutamente cierto, Descartes propuso la duda metódica, que consiste en dudar de todo aquello que pueda ser engañoso o incierto:
- Duda de los sentidos: Nuestros sentidos pueden engañarnos (por ejemplo, en ilusiones ópticas), por lo que no pueden ser una base confiable del conocimiento.
- Duda de la razón: Incluso en razonamientos matemáticos podemos cometer errores, lo que hace que la razón también sea cuestionable.
- Hipótesis del «genio maligno»: Descartes imagina un ser poderoso que podría estar engañándolo en todo, haciéndole creer que el mundo existe cuando en realidad no es así.
Sin embargo, en medio de esta duda absoluta, hay una verdad imposible de negar: si dudo, entonces pienso; y si pienso, entonces existo. De aquí surge su famoso principio:
«Cogito, ergo sum» («Pienso, luego existo»)
Esta es la primera verdad absolutamente indudable, sobre la cual Descartes comienza a reconstruir el conocimiento.
El Racionalismo Cartesiano
A partir del cogito, Descartes desarrolla su teoría del conocimiento basada en la razón, no en la experiencia. Este enfoque se conoce como racionalismo y sostiene que:
- La razón es la única fuente fiable de conocimiento.
- La matemática es el modelo ideal de certeza porque sus principios son claros y evidentes.
- Existen ideas innatas, que no provienen de la experiencia, sino que están en la mente desde el nacimiento (por ejemplo, la idea de Dios y los principios matemáticos).
El racionalismo de Descartes se opone al empirismo (defendido más tarde por Locke y Hume), que sostiene que el conocimiento proviene de la experiencia sensorial.
La Existencia de Dios y la Realidad Externa
Después de establecer la certeza del cogito, Descartes busca garantizar la existencia del mundo exterior. Para ello, utiliza un argumento basado en la existencia de Dios:
- Descartes afirma que tiene en su mente la idea de un Dios perfecto e infinito.
- Esta idea no puede haber sido creada por él, ya que es un ser finito e imperfecto.
- Por lo tanto, la idea de Dios debe haber sido puesta en su mente por el propio Dios.
- Como Dios es perfecto, no puede engañarlo, por lo que el mundo exterior realmente existe y no es un producto del «genio maligno».
Este argumento ha sido criticado, pero en la filosofía cartesiana juega un papel fundamental porque permite superar la duda radical y confiar en el conocimiento del mundo.
El Dualismo Cartesiano: Mente y Cuerpo
Una de las ideas más influyentes de Descartes es el dualismo sustancial, según el cual la realidad está dividida en dos sustancias independientes:
- Res cogitans (sustancia pensante): Es la mente o alma, cuya esencia es el pensamiento.
- Res extensa (sustancia extensa): Es el mundo físico, cuya esencia es la extensión en el espacio.
Esta separación entre mente y cuerpo planteó el famoso problema de la interacción mente-cuerpo: ¿cómo puede una sustancia inmaterial (mente) interactuar con una sustancia material (cuerpo)? Descartes sugirió que esta conexión ocurría en la glándula pineal, pero su explicación fue insuficiente y generó muchos debates en la filosofía posterior.
Conclusión
La filosofía de Descartes representa un cambio radical en la historia del pensamiento. Su duda metódica y el cogito establecen una nueva forma de buscar la verdad basada en la razón, alejándose de la escolástica medieval. Su racionalismo y su dualismo influyeron en el desarrollo del pensamiento moderno, la ciencia y la metafísica.
Aunque sus ideas fueron criticadas y modificadas por filósofos posteriores (como Spinoza, Locke y Kant), su legado sigue siendo fundamental en la filosofía y el pensamiento occidental.