Orígenes de la Filosofía: Los Presocráticos
Del Mito al Logos: La Filosofía Griega y sus Orígenes
La filosofía nació en Grecia en el siglo VI a.C. frente a la explicación mítica de la realidad. En el mito se explican las cosas a través de relatos fantásticos con dioses (que se suelen identificar con los fenómenos naturales) y todo depende de su voluntad. La filosofía pretende, al igual que el mito, explicar la realidad, pero utilizando para ello la reflexión racional.
La filosofía griega se preguntará por la *pysis* (naturaleza). *Pysis* (naturaleza) tendrá un doble significado. En primer lugar, el universo en su totalidad, todo lo natural (no lo artificial). En segundo lugar, se refiere a lo intrínseco, permanente y común de un ser, su esencia o sustancia. La esencia es la forma de ser constante y permanente de un ser y que le hace ser lo que es. Es lo que la cosa verdaderamente es, lo que no cambia, frente a la apariencia (lo que parece ser) que cambia. Es la esencia (naturaleza) de los propios seres la que determina su lugar y función en el cosmos.
Otra de las peculiaridades del esquema mental que preside la interpretación racional es la convicción de que todo el universo se reduce en último término a uno o muy pocos elementos esenciales que le dotan de unidad. Sus combinaciones crean la pluralidad del mundo tal y como lo percibimos.
Los Filósofos Presocráticos (Período Cosmológico)
Los primeros pensadores griegos (siglos VI-V a.C.), los presocráticos (o físicos), se preguntaron por el arxé, el principio esencial y originario de la naturaleza. Este se entiende en un sentido doble: primero, como aquello que existía al principio y del cual surgió todo; segundo, como el sustrato último de lo real, lo que todos los seres tienen en común y que garantiza la unidad de la naturaleza.
Podemos clasificar a los presocráticos, según el tipo de solución que dieron, como monistas, dualistas o pluralistas.
A) Monistas: Afirman un único arxé
- Tales de Mileto: el agua.
- Anaximandro: el ápeiron (lo indeterminado).
- Anaxímenes: el aire.
- Parménides: hay una única realidad (el ser) que no cambia. El cambio, por tanto, es solo apariencia de los sentidos. Este ser es inengendrado, inmutable, finito y esférico.
B) Dualistas
- Los pitagóricos afirman a los números como lo común, siendo su fundamento lo par y lo impar.
C) Pluralistas: Consideran varios elementos como originarios
- Heráclito: el universo es un continuo devenir regido por un *logos* o ley interna, que es el principio explicativo de la naturaleza, que es la lucha dialéctica de contrarios. La dialéctica mantiene un equilibrio dinámico de las tensiones creando así la unidad armónica de la naturaleza.
- Empédocles: afirmó los cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua), que se unen y se separan por las fuerzas del amor (*philia*) y del odio (*neikos*).
- Anaxágoras: en el origen había una masa compacta compuesta de todas las sustancias del universo a partir de la cual el *nous* (entendimiento) inmaterial formó el mundo.
- Demócrito: la realidad es un conjunto de átomos que se mueven en el vacío de forma azarosa uniéndose y formando los diversos seres.
Sofistas y Sócrates (Período Antropológico y Epistemológico. Siglo V a.C.)
A partir del siglo V a.C., el interés de la filosofía cambia hacia el ser humano y los problemas del conocimiento y la moral. Surgen así dos corrientes enfrentadas: los sofistas y Sócrates.
Los Sofistas: Protágoras y Gorgias
Estudian el ser humano. Ante la diversidad de las teorías cosmológicas surgirá una actitud escéptica (si hay verdad sobre la realidad no es posible conocerla) o relativista (no hay verdad absoluta sino que esta depende siempre del sujeto). Para los sofistas la realidad no es expresable, de manera objetiva o universal, mediante el *logos* (lenguaje/pensamiento) y no hay objetividad. Toda verdad es relativa al sujeto (subjetiva) y todas las ideas morales, las leyes e instituciones políticas son convencionales.
Sócrates
Rechazará el escepticismo y el relativismo. Para Sócrates la comunicación sería imposible si el *logos*, el lenguaje/pensamiento, no respondiera a alguna realidad objetiva, universal y verdadera para todos. Por ello, afirma la existencia de la verdad, el bien, la virtud… de forma absoluta, no relativa que se expresa en las definiciones (conceptos) de los objetos estudiados.
Sócrates parte siempre del reconocimiento de su ignorancia («solo sé que no sé nada»), irónico y negador de los prejuicios, para luego aplicar con el diálogo el método de la mayéutica: preguntar al interlocutor para, primero, anular sus opiniones infundadas y, después, obligándolo a reflexionar racionalmente, hacer posible que llegue él mismo a la verdad. Fundamenta el conocimiento en el razonamiento inductivo (inducción).
Sócrates, que será el maestro de Platón, se centró fundamentalmente en los temas morales. Afirmó el intelectualismo moral: lo bueno moralmente es aquello que nos lleva a la felicidad y nadie hace algo conscientemente que le vaya a hacer infeliz.