Circunstancias que dieron el origen de la filosofía:
Es tradicional situar el nacimiento de la filosofía en unas coordenadas de espacio y tiempo muy concretas. Los historiadores sitúan los orígenes de esta actividad, tal y como la conocemos hoy día, en la antigua Grecia, concretamente en la región de Jonia (actual Turquía). Las primeras noticias que tenemos de un pensamiento racional, sistemático y crítico, provienen de la ciudad de Mileto en el siglo VI aC, donde vivió el físico y matemático Tales, considerado el primer pensador de la filosofía occidental.
Parece ser que el término filosofía para referirse a esta actividad intelectual tiene un origen casual. En una ocasión le preguntaron al matemático Pitágoras a que se dedicaba, y su respuesta fue muy sencilla, «yo soy simplemente un amante del saber». Esta expresión en griego es filósofo, y no es extraño que se llamara filosofía a la actividad de estos primeros pensadores. Así pues, etimológicamente, la filosofía consiste en el deseo de conocer.
Casi todas las culturas comparten este interés por saber, para explicar todo lo que rodea al hombre, desde el entorno natural, los fenómenos atmosféricos, las costumbres, la vida, la muerte … hasta la propia naturaleza humana.
Las primeras descripciones y explicaciones del mundo fueron narraciones imaginativas o fantásticas, pero ocuparon un lugar muy importante en el desarrollo cultural de los pueblos. Estas narraciones las conocemos con el nombre de «mitos».
Según los entendidos, es en Grecia donde se empieza a cuestionar la validez de estas explicaciones y se buscan respuestas objetivas, fruto de la observación de la realidad y de un pensamiento reflexivo y crítico. Sin embargo, el mito no desaparece de esta cultura, pero se abrió una nueva puerta al conocimiento y el mundo occidental comenzó a cambiar.
Physis y arkhe en los joinicos
jonia, se colonizó por los griegos del s.XII a.c su esplendor en los años 750 i 550 a.c. en mileto, la ciudad mas importente, llegaban mercaderias y conocimientos de la mediterranea, mar negro y el nilo. en este contexto nace la filo.
el discurso racional estudia la naturaleza y se interesa por eso que ai de inalterable a pesar de los cambios, más allá del mundo sostenible. se hace la distinción intelectual entre esser i apariencia. Los sentidos muestran fenómenos, cosas que nacen o desaparecen.
la noción del arkhe supone la delimitación del descubrimiento de un nuevo campo de estudio, la phisy o naturaleza, la cual incluye el origen del universo o el principio de todo, i el mismo proceso de generación de cosas. El concepto phisy se refiere al conjunto de cosmo o mundo natural, el proceso por cual una cosa va autodesarrollada, els dos sentits physis naturaleza y despliega dinamic complementaris. l’estudi de la naturaleza y desplazamiento dinámico, son complementarios, el estudio de la naturaleza, presupone la existencia de un orden comprensible por la razón humana. el tema orden o cosmos supone el desorden o caos.
Tales de mileto:
Filósofo, astrónomo, matemático, legislador, la materia primordial o arkhé es el agua. El origen de todas las cosas y la tierra se mantiene sobre el agua como un tronco o alguna otra cosa que por su naturaleza flota sobre el agua. La concepción de agua como arkhe se puede explicar a partir de la observación. así el agua es presentada en el principio de la vida i el continuo movimiento sin causa de mar, generador y destructor de de innumerables vidas, se encuentra abundante en los tres estados sólidos. tales estuvo en Egipto y observó los desbordamientos del Nilo, la importancia deagua por arkhe radica en el hecho que es la teoría de endegba la nueva mentalidad del discurso racional.
Anaximandre: amigo y deceblo de tales, fue autor del primer mapamundi explica la aparición de humanos a partir de que los peces abandonan el mar. para él, el principio y elemento es indeterminado sin definirlo como aire, agua o cualquier otro elemento, l’arche en el mundo es el apeiron. apeiron, significa tot el infinit en el espacio y tiempo. el apeiron no puede ser definido por cualidades físicas concretas.
Anaxímenes: según anaxímenes, l’arke es el aire. reaparece la creencia popular que el ire i l’ale son vida. pero la identificación de el arkhe con el aire también se puede interpretar como un avance, ya que el aire en perpetuo movimiento es arkhe primari unic, il.limitat i dinámico, capaz de auto descargar-se a través de un proceso de condensación y rarefacción.
3. . los pitagóricos; matemáticas y arkhe: pitagores, nacido en la isla de samos, huye a cortona. allí funda una comunidad filosófica de tipo elitista orientada a la salvación espiritual mediante el conocimiento y que prohíba el enseñamiento a los no indicados. cautivada por las matemáticas, afirma que el arkhe es el nombre. l’arke se puede conocer pq se puede expresar numéricamente. los nombres hacen referencia a la estructura perfecta y armónica del cosmos, designan el ratio, la realidad de todo lo que hay. este entusiasmo matemático, explica su devolución por el conocimiento i el menosprecio de la materia.
5 heraclito: la physis en cambio permanente
Heräclito de Éfeso (~ 540-480 a. C.) decía poseer una profunda verdad, ya que «aunque ésta razón (lógos) existe siempre, los humanos se vuelven incapaces de comprenderla, tanto antes de escucharla como una vez la han oído. En efecto, aunque todo sucede según esta razón parecen inexpertos». Esto impide a las personas ir más allá de la apariencia de los cambios y comprender la unidad profunda a la que obedecen. La physis es necesariamente inestable, dinámica, procesual, cambio permanente. Las cosas surgen justamente en la lucha de opuestos, con la tensión y el equilibrio entre contrarios; para expresarlo con la fórmula clásica, «nada se mantiene, todo fluye» (panta rey). Si bien la physis cambia, el canvino obedece un orden constante, la ley universal que todo lo gobierna o lógos. Los fenómenos pueden parecer contradictorios, pero no hay caos, no hay sitio para la irracionalidad.
4 Armonía cósmica y purificación:
Los pitagóricos creían que el firmamento mostraba que los principios de la realidad son numéricos. en un cielo de estrellas fijo con saturno, jupiter, marte venus, mercurio, el sol la luna y la tierra, cada sastre inscrito en una esfera cristalina, esfera que gira a velocidad constante alrededor de un fuego central que no es suelo, conforma la explicación del cosmos a la perfección de la tetraktys, van afegir-hi una decena esfera, l’antico o antiterra. i tot el conjunt es mou en armonia cosmica o harmonía de las esferas, movimiento que produce un música celestial que no sentimos porque nos hemos acostumbrado desde pequeños o porque la oida humana es incapaz de escucharlo.
la musica purifica el alma, la desvincula de la harmonia.la harmonia esta primeramente en la escala musical, pero se acaba encontrando en toda la realidad. La relación del sonido con la longitud de las cuerdas de una lira corrobora las razones numéricas de la realidad. Así la cuerda más corta vibra produciendo la nota más alta o aguda y la cuerda más larga, la baja o grabe, en una proporción inversa a la longitud.
La herencia pitagórica:
el discurso sobre la configuración matemática de la physis entra en crisi en descubrir la irracionalidad de 2. Así la relación geométrica entre las longitudes del costado de un cuadrado de lado y su diagonal no tiene l corrsepondetne fraccion racional o razon definida entre dos nombres enteros. el caracter irracional de una relacion tan simple sugiere la falsedad del principio pitagórico. irracional, quiere decir que no se puede expresar como una razon o fraccion de dos nomres enteros
el descubrimiento de los nombres irracionales, d’antuvi silenciado, afavorecera la consolidacion de la matematica como ciencia. copernico, kepler i galileu, protagonistas de la revolucion cientifica de los siglos
6 La dinamica de la realitat
Según Heráclito, hay que comprender la coherencia – la armonía de contrarios- presente en la diversidad. La variabilidad de las cosas esconde su unidad, porque «a la naturaleza le gusta ocultartarse» . Esta unidad tiene en el fuego su principio original; todo procede de él y todo confluye en él:
«Todas las cosas se cambian en fuego y el fuego en todas las cosas, al igual que el oro se puede intercambiar con mercancías y las mercancías con el oro.»
La estructura dinâmica de la realidad se despliega en cuatro tipos de conexión de opuestos o identidad entre contrarios:
• Las mismas cosas causan respuestas contrarias en los distintos seres vivos. Así, «el mar es el agua más pura y la más contaminada; para los peces es potable y saludable; para los hombres no es potable y es mortífera» .
• Aspectos diferentes de lo mismo pueden justificar descripciones opuestas, ponemos por
caso, «el camino hacia arriba y el camino hacia abajo es uno y el mismo» .
• Las cosas buenas y agradables son sólo posibles porque se reconocen gracias a sus
contrarios. Por ejemplo, “la enfermedad hace la salud agradable y buena; el hambre hace agradable la saciedad; la fatiga hace agradable el reposo» .
• Hay opuestos que forman un todo enlazado, como la contraposición diurno y nocturno, que responde a la misma cosa, el día.
La filosofía de Heráclito – a menudo llamado el Oscuro por el cariz enrevesado y enigmático de sus sentencias- influirá en la concepción platónica del mundo sensible en continuo cambio, y en el lógos de los estoicos entendido como la razón objetiva y universal que todo lo preside , y que inspira el ideal de sabiduría y la misión del filôsof. Y Hegel y Marx, ya en el siglo xIx, recuperarán la interpretación dinámica y procesual del mundo con su concepción dialéctica de la realidad.
7 como justifica parmerides las características del ser:
Parménides (~ 515-450 aC) nació en la Magna Grecia, en la ciudad costera de Elea, en el sur del actual Näpols. Seguramente por influencia de los pitagóricos, desprecia el cambio y el mundo material y reduce este al ámbito de la dóxa (‘opinión’). No se puede explicar la physis ya que es cambiante y, del cambio, no puede saber sino, en todo caso, opinión. Este autor expone sus ideas en un poema que contiene una alegoría de su itinerario intellectual: las hijas del Sol lo sacan de la oscuridad de la noche o ignorancia y lo llevan a la luz o verdad. Debido a su amor al saber, la divinidad le otorga el auténtico conocimiento del ser, el cual se revela en el llamado camino de la verdad o vía de la razón. Así, este viaje le libera de la confusión del mundo que le presentan los sentidos o camino de la opinión.
el camino de la verdad
El camino de la verdad es el único practicable por la filosofía. La razón muestra que el ser auténtico no puede variar: «el ser es, el no-ser no es». Parménides de Eléa aplica el principio de identidad (A = A), lógicamente indudable, a la ontología o estudio del ser; de ahí que considere que el ser permanece idêntico a sí mismo: el ser es siempre. Se trata de una concepción monista de la realidad, porque sólo existe un único elemento (el ser) que lo ocupa o llena todo. El cambio es irracional porque, según Parménides, el cambio sería pasar del no ser al ser o al revés. No se puede pensar el no-ser, no se puede lógicamente concebir la existencia del no-ser. Hay que notar la identificación entre pensamiento y ser, es decir, entre el ámbito lógico y el ámbit ontolôgic «ya que lo mismo es pensar y ser» . Esta identificación caracteriza al ser como continuo o indivisible, completo o acabado, inmóvil, único, eterno, no generado e inquebrantable.
Las características del ser son demostrables por la vía de la razón, es decir, pensando:
-El ser es continuo porque, si fuera discontinuo, debería admitirse que el vacío o no ser es;
pero sería absurdo que el no-ser fuera, y ese no-ser fuera necesario para permitir la sepa-
ración entre seres.
-El ser es completo ya que, ¿qué le podría faltar? O bien el ser o el no ser. Pero al ser
no puede faltarle el ser, porque el ser ya es. Tampoco le puede faltar el no-ser, ya que no hay el no-ser.
-La inmovilidad se justifica con la inexistencia del vacío; según Parménides, en un mundo lleno no puede haber movimiento.
-De igual forma, el ser es único porque, si hubiera más, deberían diferenciarse. Pero, por un lado, no puede diferenciarles el ser, ya que si justamente este ser es, entonces es el ser mismo y no diferencia nada. Y, por otra parte, tampoco puede diferenciarles el no ser, porque el no ser no es.
-La eternidad del ser se evidencia por la imposibilidad de encontrarle un origen y un final; el ser no puede tener origen en el ser, pues entonces no existe ese origen. Pasado, presente y futuro son apariencias; el ser es necesariamente siempre. Tampoco puede tener origen en el no- ser, porque sólo el ser es; el no ser no es. Y, de la misma forma, el ser no puede tener final.
8 Empedocles y los cuatro elementos
Amb Heráclit cal acceptar l’evidência del canvi, del moviment i de la diversitat testimoniada pels sentits, però amb Parmènides l’ésser no pot originar-se en el no-ésser i, per tant, el can-vi resulta impossible. En resum, s’ha d’explicar el canvi sense acceptar que el substrat últim apareix i desapareix. La substitució de l’arkhé únic per una pluralitat de principis o arkhai inicia el pluralisme en el pensament grec.
– Els quatre elements i el canvi a Empèdocles
Empèdocles (~ 483-430 aC), nascut a Agrigent (Magna Grècia), s’interessa per la física, la medicina, l’enginyeria i la política. Amb aquests interessos no pot reduir el valor de l’experi-encia a l’opinió o dóxa, o acceptar l’origen de les coses a partir del no-res.
Així, aquest pensador admet la realitat del moviment a partir de quatre elements originaris o arkhai: la terra, l’aigua, l’aire i el foc, als quals anomena arrels del món. Aquests principis
eterns i passius, combinats en diferents proporcions, componen tots els éssers. El canvi s’explica ara com la desaparició d’una combinació d’elements i l’aparició d’una altra. Segons
Empèdocles, no hi ha ni naixement ni desaparició de cap principi, sinó barreja i divisió dels elements:
«Et diré una altra cosa: no existeix naixement de cap dels éssers mortals, ni tampoc una fi en
la funesta mort, sinó que només la mescla i l’intercanvi d’allò barrejat existeixen, i això és
anomenat naixement pels humans.»
Les successives combinacions dels elements s’expliquen per l’acció de dues forces fisiques oposades a les quals dóna uns noms poêtics: l’Amor (o Amistat) i l’Odi (o Discòrdia). La primera ajunta i barreja els elements i la segona els separa. De tot plegat resulta l’interminable procés cíclic del cosmos. Primerament, els quatre elements estan units per l’Amor, barrejats perfectament, constituint una esfera i envoltats d’Odi. Però aviat l’Odi els empeny a la separació i sorgeixen cada cop éssers més diferenciats. I quan l’Odi predomina, es desfan les barreges i desapareix el món ordenat, perqué els elements se separen fins a arribar a no tenir cap contacte. Però, aleshores, l’Amor reprèn la seva acció sobre els quatre elements, els reuneix i re-comença el cicle en un etern retorn.
– Intel-lecte ordenador d’Anaxàgores
Anaxàgores (500-428 aC), nascut a Clazòmenes (Jonia), explica l’aparició i desaparició de les coses mitjançant dos principis, un de passiu i un altre d’actiu. El primer correspon a les llavors o arkhaí (spérmata) imperceptibles, infinites en nombre i components de tot. Hi ha llavors de tots els éssers i aquestes estan en tots ells, per bé que en cada un hi predominen les prôpies. Així que no hi ha cap realitat nova sinó que tot existeix des de sempre: «en tot hi ha part de tot» i «cada cosa és i era manifestament allò que més posseeix» . Per exemple, el pa conté elements de totes les coses i, per això, mengem pa i ens creix el cabell, les ungles, els ossos, etc. Per explicar l’ordre, el canvi i el moviment, la preponderância d’uns arkhai sobre els altres en un cos i, al capdavall, per impedir que les llavors romanguin en el caos, Anaxâgores apel • la a un principi actiu o força, el noûs o intel• lecte, que té una funció ordenadora i dinamitza-dora: «Totes les coses estaven juntes; després arribà l’intel• lecte i les ordenà cosmicament.»
El noûs és responsable de l’ordre, del canvi i del moviment, de la preponderância d’uns arkhaí sobre els altres en un cos i, en definitiva, d’impedir que les llavors romanguin en el caos. La posteritat veurà en el noûs d’Anaxàgores un precedent del Déu que actua en el món orga-nitzant-lo. Ara bé, el noûs no correspon al concepte de Déu creador, personal, lliure i que té
cura de la seva obra:
«L’intel-lecte ordenà totes les coses que havien de ser, totes les que han estat i ara no són, to-tes les que ara són i les que seran […). Hi ha moltes porcions de moltes coses, però cap està separada ni dividida completament de l’altra, excepte l’intel: lecte.»
Physis i àtoms en Demòcrit
El pluralisme més elaborat és el dels atomistes grecs: Leucip de Milet (segle v aC) i Demòcrit d’Abdera (~ 460-370 aC). La base de la seva proposta són els àtoms, el buit i el moviment mecânic. L’âtom es concep com una partícula material simple (átomos vol dir ‘no divisible’) i és el substrat etern, immutable, innumerable, imperceptible i en moviment en l’espai buit infinit:
«Aquests àtoms, que en el buit infinit estan separats uns dels altres i que difereixen entre si per les seves figures, ordre i posició, es desplacen en el buit i, en trobar-se, entren en col-lisió.
Alguns reboten a l’atzar; d’altres s’enllacen conforme a la simetria de les seves figures, magnituds, posició i ordres i es mantenen units, de manera que donen com a resultat la generació dels compostos.» . Hi ha diferents atoms: «Les diferêncies dels atoms són causa de les altres diferêncies entre les coses. Aquestes diferêncies són tres: figura, ordre i posició. A difereix de N en la figura, com AN de NA en l’ordre, i N de Z per la posició»
Els àtoms de Demôcrit donen una explicació de la sensació: els cossos desprenen una imatge o «efluvi d’aspecte semblant a la cosa representada» que afecta els sentits a través dels porus. Les diverses caracteristiques dels àtoms originen allò que percebem com a diferents qualitats sensibles dels cossos. I qualitats com el color, l’olor o el gust no són realitats autèntiques, sinó que són convencionals o subjectives.
«Per convenció és el dolç, per convenció l’amarg, per convenció el calent i per convenció el fred, per convenció el color, però en realitat només hi ha àtoms i buit.»
La teoria dels àtoms deixa en un pla secundari el coneixement sensible, ja que solament hi ha àtoms i buit i «en realitat no coneixem res ja que la veritat rau en allò profund» Hi ha un segon tipus de saber, obra del pensament i que cerca les causes que s’escapen al coneixement sensible.
Mecanicisme i materialisme
Segons Demôcrit, el desconeixement de la necessitat mecànica natural causant del moviment i de la generació de les coses pot fer que tot sembli fruit de l’atzar; ho exemplifica amb la bella comparació visual dels aparentment erràtics moviments de les partícules de polsim en un raig de llum. Leucip, el mestre de Demòcrit, ja postulava que «res es produeix perqué sí, sinó que tot sorgeix per una raó i necessitat» (DK B 2); Demòcrit deia que s’estimava més descobrir les causes d’algun fenomen natural que no pas ser el rei de Pèrsia.
L’interès científic per establir les causes naturals materials de tot porta a una concepció meca-nicista, determinista i materialista. En l’atomisme de Leucip i Demôcrit no hi ha res semblant a l’Amor i la Discòrdia d’Empèdocles o al noûs d’Anaxàgores. El món consta d’âtoms, espai buit i moviments; els àtoms són automotors, no requereixen cap força exterior per moure’s. Les coses són el resultat mecànic (mecanicisme) de la interacció de causes (determinisme) i d’ele-ments naturals materials (materialisme); el materialisme prové del supòsit que només hi ha matèria i el mecanicisme, de la idea que només el moviment causa el canvi. També afirmen que hi ha una pluralitat de mons, tant en el present com en el futur. Val a dir que aquest materia-lisme mecanicista és un cas únic en el pensament grec. L’actitud científica de Demôcrit no es l’eprendrà amb força fins al Renaixement, amb la nova ciència.
Demôcrit també reflexiona en termes materialistes sobre l’ésser humà. A més d’una teoria sobre l’origen dels organismes que incloia l’aparició dels éssers humans, s’ocupà de la cultura i de l’êtica. El llenguatge neix de la necessitat d’entendre’s i es diversifica en cada poble. També la necessitat, sumada a la intel • ligencia i a l’habilitat manual, va impulsar l’ésser humà a imitar les produccions dels animals (el teixit de l’aranya, el cant dels ocells…) i a dominar els recursos naturals (el foc, l’agricultura…). Pel que fa a l’êtica, l’escrit De la serenitat de l’ànim es basa en l’observació realista del que fem; aixi, la bondat i la maldat no són propietats reals de les coses, sinó del capteniment humà envers elles. La raó ens ha de donar la pau interior, en-tesa com el bé i la felicitat máxima; la conducta ha de regir-se per l’austeritat, la moderació,la serenitat, l’equilibri, l’optimisme, la fermesa de carácter, la manca d’enveja per plaers i ri-queses, etc. Per això, Demòcrit dóna molt valor a l’educació i al saber, ja que poden modificar la naturalesa. Així, «més homes arriben a ser bons per l’aprenentatge que no pas per la naturalesa» o «qui no vulgui ofegar-se en aigües profundes ha d’aprendre a nedar».
9 Anaxagoras
Anaxágoras (500-428 aC), nacido en Clazòmenes (Jonia), explica la aparición y desaparición de las cosas mediante dos principios, uno pasivo y otro activo. El primero corresponde a las [entonces o arkhaí (spérmata) imperceptibles, infinitas en número y componentes de todo. Hay semillas de todos los seres y éstas están en todos ellos, si bien en cada uno de ellos predominan las propias. Así que no hay ninguna realidad nueva sino que todo existe desde siempre: «en todo hay parte de todo» y «cada cosa es y era manifiestamente lo que más posee» Por ejemplo, el pan contiene elementos de todas las cosas y, por eso, comemos pan y crece el cabello, las uñas, los huesos, etc.
Por explicar el orden, el cambio y el movimiento, la preponderância de unos arkhaí sobre los otros en un cuerpo y, al fin y al cabo, para impedir que las semillas permanezcan en el caos, Anaxágoras apela a un principio activo o fuerza, el noûs o intelecto, que tiene una función ordenadora y dinamizadora: «Todas las cosas estaban juntas; después llegó el intelecto y las ordenó cósmicamente.»
El nuevo es responsable del orden, del cambio y del movimiento, de la preponderancia de unos arkhaí sobre los demás en un cuerpo y, en definitiva, de impedir que las semillas permanezcan en el caos.
La posteridad verá en els nous de Anaxágoras un precedente del Dios que actúa en el mundo organizándolo. Ahora bien, el noûs no corresponde al concepto de Dios creador, personal, libre y que cuida su obra:
«Lintellecto ordenó todas las cosas que debían ser, todas las que han sido y ahora no son, todo todas las que ahora son y las que serán […]. Hay muchas porciones de muchas cosas, pero ninguna está separada ni dividida completamente de la otra, salvo el intelecto.»
10 La teoria de los atomos Democrito
El pluralismo más elaborado es el de los atomistas griegos: Leucipo de Mileto (siglo v aC) y Demöcrit de Abdera (~ 460-370 aC). La base de su propuesta son los átomos, el vacío y el movimiento mecánico. El atom se concibe como una partícula material simple (átomos significa ‘no divisible) y es el sustrato eterno, inmutable, innumerable, imperceptible y en movimiento en el espacio vacío infinito: «Estos átomos, que en el vacío infinito están separados unos de otros y que difieren entre sí por sus figuras, orden y posición, se desplazan en el vacío y, al encontrarse, entran en colisión. Algunos rebotan al azar; otros se enlazan conforme a la simetría de sus figuras, magnitudes, posición y órdenes y se mantienen unidos, dando como resultado la generación de los compuestos.»
Hay diferentes átomos: «Las diferencias de los átomos son debido a las otras diferencias entre las cosas. Estas diferencias son tres: figura, orden y posición. A difiere de N en la figura, como AN de NA en el orden, y N de Z por la posición»
Los átomos de Demôcrit dan una explicación de la sensación: los cuerpos desprenden una imagen o «efluvio de aspecto semejante a la cosa representada» que afecta a los sentidos a travês de los poros. Las diversas características de los átomos originan lo que percibimos como distintas cualidades sensibles de los cuerpos. Y calidades como el color, el olor o el gusto no son realidades autêntiques, sino que son convencionales o subjetivas.
11 El mecanicismo de Democrito
Según Demócrito, el desconocimiento de la necesidad mecánica natural causante del movimiento y de la generación de las cosas puede hacer que todo parezca fruto del azar; lo ejemplifica con la bella comparación visual de los aparentemente erráticos movimientos de las partículas de pizca en un rayo de luz. Leucipo, el maestro de Demôcrit, ya postulaba que «nada se produce porque sí, sino que todo surge por una razón y necesidad» Demócrito decía que prefería descubrir las causas de algún fenómeno natural que ser el rey de Persia.
El interés científico por establecer las causas naturales materiales de todo lleva a una concepción mecanicista, determinista y materialista. En el atomismo de Leucipo y Demócrito no hay nada parecido en el Amor y la Discordia de Empédocles o en el nuevo de Anaxágoras. El mundo consta de átomos, espacio vacío y movimientos; los átomos son automotores, no requieren ninguna fuerza exterior para moverse. Las cosas son el resultado mecânic (mecanicismo) de la interacción de causas (determinismo) y de elementos naturales materiales (materialismo); el materialismo proviene del supuesto de que sólo hay materia y el mecanicismo, de la idea de que sólo el movimiento causa el cambio. También afirman que existe una pluralidad de mundos, tanto en el presente como en el futuro. Cabe decir que este materia-Lismo mecanicista es un caso único en el pensamiento griego. La actitud científica de Demócrito no se reanudará con fuerza hasta el Renacimiento, con la nueva ciencia.
Demôcrit también reflexiona en términos materialistas sobre el ser humano. Además de una teoría sobre el origen de los organismos que incluía la aparición de los seres humanos, se ocupó de la cultura y de la êtica. El lenguaje nace de la necesidad de entenderse y se diversifica en cada pueblo. También la necesidad, sumada a la inteligencia ya la habilidad manual, impulsó al ser humano a imitar las producciones de los animales (el tejido de la araña,
el canto de los pájaros…) ya dominar los recursos naturales ( el fuego, la agricultura…). Por lo que respecta a la ética, el escrito De la serenidad del ánimo se basa en la observación realista de lo que hacemos; así, la bondad y la maldad no son propiedades reales de las cosas, sino del comportamiento humano hacia ellas. La razón debe darnos la paz interior, entendida como el bien y la felicidad máxima; la conducta debe regirse por la austeridad, la moderación, la serenidad, el equilibrio, el optimismo, la firmeza de carácter, la falta de envidia por placeres y riquezas, etc. Por eso, Demôcrit da mucho valor a la educación y al saber, ya que pueden modificar la naturaleza. Así, «más hombres llegan a ser buenos por el aprendizaje que por la natualesa» o «quien no quiera ahogarse en aguas profundas debe aprender a nadar».
13 la educacion y los sofistas El término sofista designa inicialmente al ‘sabio, »experto al saber’, pero pronto se aplica al variado abanico de maestros e intelectuales itinerantes de los siglos v y IV ac que enseñan por toda el Hellade, en especial en Atenas. Todos cultivan la imagen de sabios -algunos, como Görgies, llevaban una impactante indumentária porra- para conseguir un grupo de discípulos; en cambio, los pensadores de la physis se dirigían a una reducida minoría y no vivían de sus enseñales. Los sofistas cambian la ciudad a través de la educación. La areté o excelencia humana se entiende ahora en clave humanista y de participación ciudadana y, en democrácia, esto no es un privilegio de ninguna casta. El entrenamiento para el combate armado deja paso al de la lucha discursiva en la agora o plaza pública: la areté la da el conocimiento y se puede aprender. Así, los sofistas muestran la vertiente humanizante del saber y de la educación; de rebote, llevan a cabo una cierta organización del conocimiento ya que necesitan ordenar la variedad de materias ensenyadas. El saber, antes reservado a una minoría, ahora se divulga; todo esto favorece el salto cultural ateniense y la consolidación de una conciencia panhel lénica frente a los extranjeros y los barbares. Con los sofistas la cultura se entiende como educación (o paideía); más allá de alguno desprecio, la obra de los sofistas se ha revalorizado y hoy en día se les reconoce como los grandes educadores de Grecia.
Todo sofista es un antilogikoso que vive de las técnicas antilogikaí, es decir, de defender profesionalmente una tesis y, si es necesario, de razonar también su negación, como un ensayo para enseñar a razonar. Los puntos débiles de un discurso se detectan analizando los razonamientos y de ahí que la actitud crítica y el trabajo retórico se dirijan a hacer más fuerte la causa más débil, según la tékhné eristikôn o arte de la erística; el objetivo es convencer a un auditorio, con la verdad o sin ella.No debe extrañar que, si es necesario, se usen argumentos retóricos o razonamientos dudosos en la defensa de las propias ideas e intereses o en un proceso judicial.
14 Physis y nomos Los sofistas representan una actitud, no una escuela. Proceden de muchas pólios y se sienten más ciudadanos de Hëlade que de una de ellas en concreto; no están muy ligados a las tradiciones y normas establecidas, y gozan de una gran libertad de espíritu. Conocen una gran disparidad de costumbres y creencias de otros pueblos y esto favorece el relativismo. Además, cómo que la phúsis o naturaleza resulta ajena a la vida ciudadana, centrada en la política, la retórica, el lenguaje, la educación, la religión o el arte-, tienen un interés menor por la phÿsis y se ocupan del nómos o ley convencional y arbitraria de la ciudad. A este desinterés se añade el elevado número de teorías sobre la physis, ninguna de las cuales es suficientemente convincente.
En lo político, los sofistas defienden que cada pólios se organice como quiera. Por lo que se refiere a la religión, el relativismo cultural favorece el ateísmo y el escepticismo religioso. Estos ejemplos muestran la contraposición entre nómos y physis, porque las leyes de la physis no se pueden cambiar, mientras que las leyes de la pólis sí que son modificacables.
15 Protagoras La muerte de Pericles en el año 429 aC y la guerra del Peloponeso (431-404 aC) entre Atenas y Esparta delimitan un antes y un después en la sofística. El primer período lo protagonizan los sofistas de más renombre, Protágoras y Gôrgies, y tiene lugar cuando Atenas alcanza la maxima prosperidad econômica, el esplendor cultural y el liderazgo político del mundo griego. Estos sofistas inician el interés por el lenguaje, critican que las leyes civiles se justifiquen en la tradición aristocrática y examinan racionalmente la organización social y los valores morales.
Protagores (~ 485-410 aC), era de Abdera y, una vez en Atenas, fue amigo personal de Pericles, que le encargó la legislación de la nueva colonia panhel lénica de Thurii, al golfo de Târent (al sur de la Magna Grecia). La constitución redactada por Protágoras preveía la escolaridad obligatoria y gratuita para los hijos de los ciudadanos. Es el primero en autodenominarse sofista y maestro de areté y en enseñar gramática y retórica. Con el pretexto de sus opiniones sobre los dioses, fue acusado de impiedad (asébeia), tuvo que huir de Atenas y sus obras fueron quemadas en público. Posiblemente murió en el nave-fragio del barco en el que huía hacia Sicilia. El relativismo de Protägores: Para los sofistas, la educación incluye el arte de hablar en público, ya que permite defender sus propios intereses y abre el camino del triunfo personal. Protâgores, en su obra Antilogies, afirma que «sobre cualquier tema se pueden hacer dos discursos opuestos». Esta afirmación fue criticada con el argumento de que la posibilidad de fortalecer cualquier discurso también puede llegar a comportar la defensa de una injusticia. Pero la idea más citada de Protágoras es, seguramente, aquella con qué se iniciaba la obra Discursos demoledores: «El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son, porque son, de las que no son, porque no son.» El alcance del relativismo expresado en este fragmento depende de la interpretación de los términos hombre y cosas. El primero puede significar el individuo particular, el ser humano en referencia a una comunidad concreta e incluso la humanidad en general. Las cosas pueden entenderse bien como objetos de la percepción sensible, bien como valoraciones éticas y estéticas. Al parecer, para Protágoras, cada comunidad determina el bien y el mal. En todo caso, el relativismo descalifica toda verdad permanente y universal. Así, nada es, de manera absoluta, verdadera o falsa, bueno o malo. La cita anterior sigue: «Tal se muestra a mí cada cosa, así es para mí, y tal se te muestra a ti, así don para ti, dado que tú y yo somos hombres. ¿No ocurre, a veces, que con las ráfagas de un mismo viento uno de nosotros siente frío y el otro no? Tal y como cada uno percibe las cosas, así también probablemente serán para cada uno.» Discursos demoledor de Protágoras Si no hay una verdad absoluta, sólo resta guiarse por la utilidad o la conveniência del momento. Y corresponde al sabio conocer lo relativo que, en cada momento, es más útil y más conveniente.
17 Pensamiento de trasimac rasímaco (siglo v-IV aC), nacido en Calcedônia (Asia Menor), se caracteriza por una visión pesimista y desengañada de la humanidad. Cree que la retórica debe conseguir la compasión de los tribunales, ganar su simpatía y obtener una sentencia favorable. Así, si un razonamiento resulta psicológicamente convincente, da igual el resto. Hace notar que somos desiguales por naturaleza y que, en la práctica, lo que se nos presenta como justo suele ser la imposición de los poderosos. Hay dos interpretaciones respecto a la auténtica sensibilidad ética de Trasímaco. Según algunos, el filósofo defiende el derecho del más fuerte: los poderosos deben dominar a aquellos que la naturaleza ha hecho débiles y es injusto que las leyes igualen lo naturalmente desigual. Sin embargo parece más versemblante interpretar que Trasímac distingue entre lo que cree que ocurre (la injusticia de los fuertes) y lo que debería ocurrir (el gran bien de la justicia), es decir, que denuncia desencantado que la justicia esconde los intereses de los fuertes y se aplica sobre el débil haciendo pasar la causa injusta como justa. Dado el contexto social, es una causa perdida luchar por una justicia «justa» o igualitaria.
18 Justicia segun Antifonte Antifuente de Atenas (siglo v aC) insiste en la defensa del humanismo en estos tiempos difíciles y afirma la igualdad entre todos los hombres. No hay ninguna diferencia natural entre los griegos y los bárbaros; tampoco son naturales la nobleza o la esclavitud. Su humanismo promueve una actitud ética moderadamente hedonista (de hedoné, ‘placer) que busca la obtención natural de la alegría, la evitación del dolor, la solidaridad y la ayuda mutua, y que señala la absurdidad de la avaricia. La conducta debe estar me consonância con la ley natural; llegado el caso, si una ley humana es antinatural, entonces no debe respetarse porque causa sufrimiento.
Según Antiforte, no vale la pena obedecer a las leyes civiles, ya que no protegen mucho al ciudadano que las respeta de buena fe y tampoco nos ahorran la injusticia que hayamos sufrido. Y, si denunciamos una injusticia, entonces es necesario que un tribunal nos dé la razón. Y el discurso retórico y elocuente gana más a menudo que la verdad. En resumen, Antifont plantea una doble crítica al nómos; por un lado, porque obstaculiza la espontaneidad de la vida y, por otra, porque no garantiza aquella mínima justicia elemental consistente en «no dañar a los demás ni recibir daño de ellos».
20 Intelectualismo moral
Según Sócrates, el saber verdadero es útil porque comporta el bien, la virtud. Saber implica saber lo correcto, lo justo, lo bueno. Así, la obtención del saber tiene un definitivo efecto ético-práctico. Haciéndose sabio, el ser humano se convierte en virtuoso. Quien conoce lo recto obra con rectitud, y quién conoce qué es la justicia es justo. Nadie con auténtico saber puede actuar incorrectamente; si se obra malamente es sólo por ignorancia, por desconocimiento del bien.
Sócrates identifica así el saber con la virtud y la maldad con la ignorancia. Esta tesis se conoce con el nombre de intelectualismo moral. Un mal zapatero, por ejemplo, es lo que no sabe hacer zapatos. Así, quien no conoce la virtud no puede actuar debidamente. El intel-Lectualismo moral subraya la importância de la educación, del saber, por promover la virtud o areté. Cabe decir que no hay propiamente culpabilidad por haber escogido el mal o por actuar incorrectamente, sino ignorancia y desconocimiento del bien. Cabe subrayar que esta concepción presupone la tesis que la virtud se autoimpone a la hora de actuar, ya que nadie que conozca la virtud escogerá Lliumente actuar en contra de ella. Sin embargo, se ha hecho notar lo que parece un ingenuo olvido de la parte irracional del alma, la mala voluntad, la debilidad moral (akrasia), quizá alguna patolo gia psíquica, etc., que nos puede inclinar a hacer el mal a pesar de ser conscientes de no actuar correctamente. Por eso Socrates propone la práctica del autodominio (enkratia) como una forma de método de lucha contra esta parte irracional del alma.
La razón es, para este filósofo, el don humano más excelente, es la fuente del saber, de la virtud, del conocimiento del bien y de la felicidad duradera, que no se basa en la riqueza, la belleza, el poder, la fama, la fuerza corporal o el placer sensual. La razón busca el bien objetivo, la elección de los bienes aparentes y le identifica por sus positivos efectos en el alma: la paz de espíritu y la satisfacción íntima fruto de la vida virtuosa. La persona virtuosa es serenamente feliz porque obra coherentemente según el bien mostrado por la razón.
21 La ética
Lo ideal de la sabiduría de Sócrates es dirigir racionalmente la vida. La función de la filosofía es, por influencia pitagôrica, promover la reflexión a fin de cuidar del componente más noble de los seres humanos: el alma. La Libertad genuina aparece cuando la razón apacigua las inclinaciones materiales y sensuales, cuando el alma gobierna con sabiduría o virtud el cuerpo y los instintos, y se libera de su esclavitud.
Sócrates llega así a una ética objetiva, autônoma y autárquica que se puede extraer del nuestro interior. Objetiva, porque todo el mundo encuentra el mismo bien si usa adecuadamente la razón. Autónoma, porque cada uno basa su conducta en este bien, identico en todo el mundo. Autárquica o independiente, porque la razón no se somete a nada diferente de la racionalidad propia de cada uno. Lejos de la dependência de la religión griega, de la tradición y de la demoledora so-fística, se alza ahora el conocimiento racional y la moral objetiva. Se culmina así el objetivo socrático.