Los Presocráticos: Los Primeros Filósofos Griegos
Los presocráticos, los primeros filósofos griegos, trataron de entender la naturaleza de la realidad sin apelar a causas divinas, buscando en cambio principios inmanentes. Sus teorías sentaron las bases del pensamiento racional y de la filosofía, aunque carecían de herramientas científicas modernas. A continuación, se destacan algunas de sus principales contribuciones:
Tales de Mileto
Fue uno de los primeros en preguntarse cuál es el origen o principio (*arjé*) de todas las cosas. Para Tales, el *arjé* era el agua, una idea que pudo haber surgido de su observación de la necesidad del agua para la vida y el cambio en el entorno. Tales pensaba que el agua estaba presente en todas las cosas y era fundamental para la vida, por lo que todo surgía de ella y a ella regresaba. Aunque su conclusión puede parecer limitada, su búsqueda de una causa natural y única para la realidad lo convierte en pionero del pensamiento filosófico, ya que desafió las explicaciones míticas y religiosas predominantes.
Los Pitagóricos
En la Magna Grecia, los seguidores de Pitágoras desarrollaron una filosofía que identificaba el *arjé* con los números y las proporciones matemáticas. Consideraban que el universo era un «cosmos», un orden perfecto que podía entenderse a través de las matemáticas. Influenciados por la religión órfica, que buscaba la purificación y salvación del alma, los pitagóricos vieron en las matemáticas un camino hacia una comprensión espiritual y trascendental de la realidad. Creían en la dualidad entre el cuerpo (mortal e impuro) y el alma (eterna y destinada al conocimiento), una idea que luego influyó en Platón. Además, defendían la reencarnación y el ascetismo como medios de purificación. En términos cosmológicos, propusieron que la Tierra no era el centro del universo, sino que orbitaba un fuego central junto con otros cuerpos celestes, una concepción avanzada para su época.
Heráclito de Éfeso
Conocido por su idea de que «todo fluye» (*panta rei*), Heráclito sostenía que la realidad estaba en constante cambio. Para él, el principio de la realidad era el «fuego», pero no como elemento físico, sino como símbolo del movimiento y la lucha de contrarios que generan el cambio. Heráclito introdujo el concepto de *logos*, una razón o ley universal que ordena el devenir del universo. Según él, esta armonía oculta en el cambio era accesible a través de la observación y la razón. Su enfoque en la naturaleza dinámica de la realidad influyó profundamente en Platón, quien más tarde desarrollaría su teoría de las Ideas en parte como respuesta a esta visión del cambio constante.
Parménides de Elea
Contraponiéndose a Heráclito, Parménides sostenía que el cambio y la multiplicidad eran ilusiones. En su «vía de la verdad», argumentaba que la realidad es única, inmutable y eterna; cualquier percepción de cambio es engañosa y pertenece a la «vía de la opinión». Solo la razón, y no los sentidos, podía llevarnos al conocimiento verdadero. La influencia de Parménides fue inmensa, ya que introdujo el concepto de ser como algo absoluto e inmutable, lo que se convirtió en un punto de referencia para la filosofía platónica y para la lógica. Platón integró esta visión en su teoría de las Ideas, donde las «formas» o Ideas son eternas e inmutables, en contraste con el mundo sensible que es cambiante.
Empédocles de Agrigento
Intentó reconciliar las posturas de Heráclito y Parménides al proponer que la realidad estaba compuesta de cuatro elementos fundamentales (aire, agua, tierra y fuego) y que el cambio resultaba de la mezcla y separación de estos elementos, impulsados por dos fuerzas: el amor (unidad) y el odio (separación). Así, para Empédocles, el cambio no era una ilusión sino un proceso natural de combinación de estos elementos, lo cual anticipa de alguna forma la idea de los elementos químicos y las fuerzas de atracción y repulsión de la ciencia moderna.
Influencia de los Presocráticos en Platón
Estos primeros filósofos influyeron profundamente en Platón, quien tomó de ellos muchas de las preguntas fundamentales sobre la realidad. De los pitagóricos adoptó la idea de que el universo tiene una estructura matemática y armoniosa, y también la idea dualista de la separación entre cuerpo y alma. De Heráclito heredó el interés en el cambio y en el *logos*, aunque Platón propuso que el mundo sensible es cambiante y refleja imperfectamente el mundo de las Ideas, el cual es inmutable y perfecto, influenciado por el pensamiento de Parménides. Empédocles también le dejó la idea de elementos fundamentales y de fuerzas que actúan en la realidad.
Platón sintetizó y desarrolló estos pensamientos en su teoría de las Ideas o Formas, según la cual existe un mundo eterno e inmutable (el mundo de las Ideas) que constituye la verdadera realidad, mientras que el mundo material es solo una copia imperfecta y cambiante. De esta forma, los problemas de la realidad y el conocimiento en los presocráticos encuentran un desarrollo sistemático y metafísico en la filosofía de Platón.