ANAXIMANDRO
PERFIL PERSONAL
Fue alumno y quizás pariente de Tales. No se le reconocen rasgos especialmente significativos de su personalidad. ANÉCDOTAS DE SU VIDA En la historia de la civilización es conocido por haber sido el primero en dibujar un mapa geográfico. Se dice que inventó el gnomon, o sea, el reloj solar y que predijo un terremoto en la zona de Esparta salvando la vida a muchos ciudadanos. Parece ser que fundó una colonia en el Mar Negro llamada Apolonia en honor al Dios Apolo.
SU FILOSOFÍA
Anaximandro es conocido por defender que el origen del universo es una sustancia indefinida llamada “lo ápeiron”. Por no ser nada en concreto, lo ápeiron es capaz de generar todo lo que existe. Pero, a su juicio, lo ápeiron gobierna además el orden de todas las cosas. ¿Cómo? Implantando la ley de retribución de los opuestos (Justicia), que obliga a cada elemento del universo – día, frío, juventud, mar – a existir al mismo tiempo y en la misma proporción que sus contrarios: noche, calor, vejez, tierra, de modo que ninguno de ellos prevalezca sobre el otro y se produzca el necesario equilibrio. En el cosmos, por lo tanto, nada sucede casualmente sino según la ley establecida por la naturaleza.PARMÉNIDES PERFIL PERSONAL Y ANÉCDOTAS DE SU VIDA
Fue un filósofo conocido en toda Grecia por su extraña filosofía. Cuenta Plutarco que, además de un gran filósofo, fue un excelente legislador, hasta el punto de que todos los ciudadanos eléatas, cuando alcanzaban la mayoría de edad, tenían que prestar juramento a las “leyes parmenídeas”. Tuvo varios amantes, siendo los más conocidos el pitagórico Aminia (al que, cuando murió, como éste era muy pobre, le construyó un suntuoso panteón corriendo él con todos los gastos) y Zenón, famoso por sus argucias lógicas para defender las teorías del maestro. Murió a una edad muy avanzada. A pesar de sus años, causaba admiración su prodigiosa “agilidad mental” y su facilidad para enredar a sus contrincantes. Platón en su obra Teeteto, lo ensalza así: “a mi parecer, Parménides, como el héroe de Homero, es venerable a la vez que temible” Estuvo en contacto con los pitagóricos, pero más tarde se separó de ellos y criticó sus doctrinas.SU FILOSOFÍA
Parménides quedó deslumbrado por la evidencia de una verdad tan elemental como ésta: todos los seres del universo coinciden en el ser (todos son). Pero más allá del ser no podemos concebir la existencia de ninguna otra cosa (el ser es; el no ser, no es). O dicho de otro modo, lo que existe, existe y lo que no existe no existe ni puede existir. Siendo esto obviamente verdadero, se preguntará: ¿qué carácterísticas tiene lo auténticamente existente? Y con una lógica aplastante concluirá que lo auténticamente existente es inmóvil, porque si cambiara ¿en qué se convertiría? ¿en lo no existente, en el no-ser? Pero, evidentemente, el no-ser, no es. Y, además de inmóvil, lo verdaderamente existente es ingenerable e indestructible, porque, si se generara y se destruyera, ¿qué habría antes y después? ¿El no-ser?; y uno, porque si hubiera una multiplicidad distinta ¿qué sería? ¿no-ser? Así pues, según Parménides, lo que existe de verdad tiene unas carácterísticas diametralmente opuestas a las que le atribuiría Heráclito: es único, no nace, no muere, no cambia, no se mueve. Pero nuestros sentidos nos informan de justo lo contrario: que todo lo que existe en la realidad es diverso, nace, cambia y muere. Para solventar esta contradicción Parménides no dudará en proclamar que nuestros sentidos nos engañan, nos disfrazan la verdadera realidad, y que son pura “opinión” o “ficción” todas aquellas hipótesis que parten de la existencia de una realidad plural, cambiante y extinguible.HERÁCLIT
PERFIL PERSONAL Y ANÉCDOTAS DE SU VIDA
Hijo de familia noble, pudo haber ocupado un cargo de responsabilidad en su polis , pero renunció en favor de su hermano. Tenía un carácter difícil. Despreciaba a casi todo el mundo, especialmente a la chusma ignorante y supersticiosa: “Son muchos los de ínfima clase, pocos los que valen”, o “la mayoría sólo piensa en saciarse como el ganado”, eran lindezas que solía decir. Se enorgullecía de no haber tenido jamás maestros. Cuando sentía la necesidad de consultar con alguien solía decir: “Esperad un momento que me voy a preguntar a mí mismo”. Su desprecio por el vulgo le llevó a odiar la democracia y a ponerse de parte de los tiranos: “Obedecer la voluntad de un solo hombre significa la ley”. Su odio estaba en parte justificado por el destierro de su amigo Hermodoro, uno de los personajes de más valía de la polis a juicio de Heráclito. Tras el destierro de Hermodoro, Heráclito invitó a los efesios a que se ahorcaran uno por uno y confiaran el gobierno de la polis a los niños. Después se hizo ermitaño. Su obra “Sobre la Naturaleza” era de tan difícil lectura que se ganó el apodo de “El Oscuro”. Sócrates decía que haría falta ser un buceador para comprender el fondo de sus palabras. El libro fue depositado en el templo de Artemisa para que no cayese en “manos profanas”. A los sesenta años enfermó de hidropesía (acumulación anormal de agua en los tejidos). Como despreciaba a los médicos porque, según sus palabras, “además de cortar y quemar, pretenden también cobrar”, ideó un remedio casero para la enfermedad. Ese remedio pudo ser el verdadero causante de su muerte: se embadurnó en estiércol y, al no ser reconocido, fue devorado por una jauría de perros. Su desprecio por las masas sólo era comparable al que sentía por los dioses. Criticaba abiertamente a quienes oraban (“dirigir oraciones a los dioses es como tratar de discutir con las casas y no con los moradores de éstas”) y a quienes ofrecían sacrificios de animales en su honor (“ellos se purifican con la sangre derramada manchándose de otra sangre, como si, estando sucios de barro, se quisieran lavar con barro”)
SU FILOSOFÍA
A Heráclito le inquietaba lo siguiente: ¿el mundo que nos rodea es tal y como lo vemos? Su respuesta es que no, en primer lugar porque nos muestran una realidad estable cuando la realidad está en constante transformación y lucha entre sus múltiples elementos. Para él ya no tiene sentido la pregunta por el origen del universo: la realidad es tan cambiante que no parece que pueda existir un algo estable y permanente en ella. Por eso apuntó metafóricamente al fuego (el elemento más inestable de todos) En segundo lugar, los sentidos nos engañan al ocultarnos la existencia del Logos o razón cósmica que rige todas las cosas, que gobierna el permanente asalto de unas sobre otras. El universo es, por tanto, resultado de la tensión y el enfrentamiento que se resuelven siempre con justicia. Eso es lo que verdaderamente permanece.PITÁGORAS
BIOGRAFÍA. RASGOS DEL PITAGORISMO
Hijo de un joyero (Mnesarcos), nacíó en Samos, una isla cercana a Mileto. Su pasión por las matemáticas le llevó a Egipto. Recomendado por el tirano de su polis, Polícrates, estudió con los sacerdotes de Tebas tras superar unas durísimas pruebas de acceso. Su preparación científica fue completada con viajes por todo el mundo conocido: Se dice que tuvo contacto con los caldeos (de los que aprendíó astronomía), con los fenicios (de los que aprendíó geometría) y con los magos (tribu del pueblo de los medos, de los que tomó afición por los ritos místicos) De regreso a Samos, fue preceptor del hijo de Polícrates, pero abandonó la polis por no poder soportar la vida de lujo y desenfreno de la corte del tirano. Se instaló en Crotona donde fundó una secta (escuela para iniciados), donde se seguían unas reglas extrañísimas: No comer habas; no partir el pan; no atizar el fuego con hierro; no mirarse al espejo junto a la lumbre o no dejar la huella del cuerpo en la cama al levantarse, eran algunos de los preceptos más pintorescos. En la escuela se vivía en régimen comunal. Cada día, al anochecer, los sectarios estaban obligados a preguntarse tres cosas: “¿Qué he hecho mal? ¿Qué he hecho bien? ¿Qué he omitido hacer?”. Todas las noches recibían una charla del maestro Pitágoras… ¡Que les hablaba escondido detrás de una cortina! El no mostrarse a sus discípulos era el mejor medio de acrecentar su personalidad, de crear una leyenda fantástica en torno a él. Se cuenta que uno de sus discípulos que, de pasada, lo llegó a ver, aseguró que tenía un muslo de oro. En la escuela reinaba la ley del silencio. Quienes revelaban secretos eran objeto de una terrible maldición. Cuenta la leyenda que un tal Hipaso reveló el secreto mejor guardado del pitagorismo: la existencia de los números irracionales, y que por ello murió ahogado cuando escapaba de Samos. Se dice que fueron los pitagóricos los causantes de la destrucción de Sibaris (patria de los sibaritas), ofendidos por la vida refinada que allí llevaban. Se cuenta que los sectarios, incluido Pitágoras, perecieron en un incendio provocado por un tal Cilón, alumno despechado al que se le negó pertenecer a la secta. Pitágoras no perecíó en el incendio sino que fue asesinado por sus perseguidores cuando al intentar escapar se detuvo en un campo de habas (de ahí que los continuadores de la secta le tuvieran tanta fobia a ese vegetal)
SU FILOSOFÍA
El pitagorismo se caracteriza por su contenido místico-religioso (doctrina de la transmigración de las almas, creencia del eterno retorno de los mismos acontecimientos en ciclos cerrados; prescripción de dietas higiénicas…) Los números constituyeron para el pitagorismo los primeros principios de la naturaleza (arjé), ya que todos los procesos cósmicos pueden expresarse numéricamente (mathesis universalis). Al confundir el punto geométrico con la unidad aritmética, los pitagóricos consideraban que las unidades tenían extensión espacial y, por tanto, que eran los elementos materiales de todas las cosas: si las cosas se componen de números es porque están constituidas por agrupaciones de puntos.ANAXÁGORAS
VIDA Y ANÉCDOTAS
Tuvo como maestro a Diógenes de Apolonia, el sucesor de AnaxíMenes, y, al igual que los filósofos que recibieron la influencia de la escuela de Mileto, era más el tiempo que pasaba mirando al cielo que el que dedicaba a sus propios intereses. La familia, desesperada, le preguntaba a menudo “¿Por qué no te ocupas de tus propiedades?” y él contestaba: “¿Por qué no os ocupáis vosotros?”. Acabó por regalar todo lo que poseía a sus parientes. Una vez le acusaron de no amar lo suficiente a su patria. Anaxágoras, solemnemente, señaló con el dedo al cielo y exclamó: “¡Allí está mi patria!”. Con 20 años se trasladó a Atenas donde fundó una escuela de filosofía. Discípulos famosos fueron Eurí- pides y Arquelao, este último maestro de Sócrates. Treinta años después de llegar a Atenas fue acusado de ser un colaboracionista del ejército medo. Fue condenado a muerte pero Pericles sobornó a sus carceleros para que le permitieran fugarse. Su presencia de ánimo no varíó con esta trágica noticia. Se cuenta que cuando conocíó la sentencia de muerte exclamó: “hace tiempo que la Naturaleza nos ha condenado a muerte a mis enemigos y a mí”. De todos modos no pudo soportar la humillación y, dicen, se dejó morir de hambre. A Pericles, que intentó asistirle, se quejó de no haber sido recompensado por sus enseñanzas y dijo: “También aquellos que necesitan la luz derraman el aceite de las linternas” Anaxágoras se mostró siempre serio y compungido, no sólo en los momentos difíciles: nadie lo vio reír jamás.