Pensamiento Ético y Político a Través de la Historia: De Platón a Weber

Platón

En su obra La República, Platón afirma que la ética y la justicia dependen del conocimiento del bien. El bien solo existe si la razón domina el alma y los filósofos gobiernan el Estado. El fin del Estado y del individuo es alcanzar la justicia.

Aristóteles

La ética aristotélica persigue alcanzar la felicidad a través del bien supremo. La polis y la politeia nos conducen a la felicidad. La vida social nos permite desarrollar la justicia y encaminarnos a la perfección. Según Aristóteles, el ser humano vive en, por y para la polis (Estado), que busca el bien común. Al igual que Platón, piensa que el fin del individuo solo puede ser pensado en el marco de una comunidad.

Periodo Helenístico

Tras la muerte de Alejandro Magno, surge un nuevo concepto de ciudadano que asume una actitud de desinterés y hostilidad ante el Estado. Se separa individuo y ciudadano, así como ética y política. Se buscan nuevos ideales: epicureísmo y estoicismo. Los epicúreos renuncian a intervenir en la política y buscan la felicidad mediante el placer que es brindado por la razón. Los estoicos buscan la felicidad en la virtud y en el paso libre de la naturaleza. Defienden el ideal cosmopolita, que acepta a todo el mundo como una enorme ciudad y acoge a todo tipo de ciudadano.

Agustín de Hipona

La ética agustiniana recoge la idea del platonismo y estoicismo de que la felicidad es el fin último de la vida. Sin embargo, afirma que no es posible conseguirla en esta vida, sino en la vida eterna. En su obra La ciudad de Dios, plantea una lucha entre la ciudad del bien y la ciudad del mal. El poder espiritual predomina sobre el poder temporal. Defiende la coerción, usar la violencia como medio para condicionar el comportamiento del individuo.

Tomás de Aquino

A diferencia de Aristóteles, identifica la felicidad con la contemplación benéfica de Dios, después de la muerte. Para conseguir la felicidad, hay que hacer el bien y evitar el mal. La ley natural, cuya esencia puede ser captada por la luz de la razón sin ayuda de la fe. Opina que el ser humano es social por naturaleza y nace para vivir en comunidad. El Estado ha de conseguir el bien común.

Nicolás Maquiavelo

Separa la ética de la política. Dice que «el fin justifica los medios». El fin de la política, afirma, es el bien del Estado o razón de Estado. El Estado se concibe como un organismo autónomo. El príncipe debe tener el vigor del león y la prudencia de la zorra. El hombre es esencialmente malo.

Hobbes

Justifica la existencia de un Estado absoluto. El ser humano habita en un estado de naturaleza en el que, por el ansia de poseer más y más, se crea la competitividad y las guerras. Así, ha de conseguirse una sociedad estable, llámese República o Estado absoluto. El poder político absoluto y la moral están al servicio del individuo. El Estado soberano, para Hobbes, absorbe al individuo y aparece como la fuente de derecho, moral y religión.

Spinoza

Está a favor de una democracia en la que el derecho de los ciudadanos tenga como límite el derecho de la comunidad. En su opinión, todos los seres humanos son iguales en la política y diferentes en la ética. Al igual que Hobbes, justifica la existencia del Estado. En el estado natural, cada uno es su propio juez y nadie está obligado a vivir según el criterio de otro. El origen del Estado es un pacto en el que una multitud renuncia al derecho natural y lo entrega a un hombre o un conjunto de hombres. Solo el Estado democrático es absoluto, pues su poder es el de los ciudadanos y debe respetar sus derechos naturales.

Kant

La respuesta a su pregunta «¿qué debo hacer?» está en la razón práctica (la razón no se equivoca cuando la universalizamos). La existencia de la moralidad está relacionada con la libertad. Para Kant, ser moral es obedecer a tu razón. Y ser libre es ser esclavo de tu razón. Estudia el uso práctico de la razón en Crítica de la razón práctica y Fundamentación de la metafísica de las costumbres. En este uso, la razón divide el deber y el querer, la moral y el interés. Kant considera que el fin de la moral es la felicidad y la virtud. La libertad es el fundamento de la moral y el derecho. En una sociedad, debe cumplirse el deber como fin moral para que reine la justicia política. El Estado procura que la naturaleza humana se desarrolle determinando los límites de la libertad, porque la libertad de uno acaba donde empieza la de otro.

Weber

Afirma que el comportamiento ético se consigue mediante principios morales y universales. Sin embargo, dice que mantenerse fiel a estos principios significa fracasar como político. Los ciudadanos solo obedecen leyes legítimas. La legitimidad viene dada por el procedimiento legislativo y por las propiedades de las leyes. Weber negó lo que afirmó Kant respecto a la ética política y dice que la ética política exige dos modelos de fines y consecuencias. Uno lo llamó «ética de la convicción» (política) y otro «ética de la responsabilidad» (inteligencia).

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