Filosofía Contemporánea: Del Siglo XIX a la Actualidad
Se llama «filosofía contemporánea» a la que se desarrolla desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad.
La disparidad de enfoques, de sistemas y de escuelas dificulta presentar un panorama general de la filosofía contemporánea, pero todas estas corrientes comparten un elemento común: remiten al pensamiento moderno (siglo XVI) y su culminación en el proyecto ilustrado (siglo XVIII).
Antecedentes filosóficos
Podemos destacar dos aspectos centrales de la filosofía moderna que rechazan los pensadores contemporáneos:
- La razón, entendida no como facultad de conocimiento limitada, sino como instancia universal, fuente del conocimiento verdadero, así como de la moral y del progreso.
- El sujeto, definido por su capacidad cognoscitiva.
La filosofía contemporánea es, en gran medida, una reacción contra el sistema de Hegel (1770-1831), a la vez que recoge no pocos de sus análisis y planteamientos. En el sistema hegeliano, sujeto, razón y realidad se identifican: «todo lo racional es real» y «todo lo real es racional».
El idealismo de Hegel abarca toda la realidad; es un idealismo absoluto. Las categorías de la razón son las mismas determinaciones de lo real; pensar y ser son una misma cosa.
La realidad es dinámica y tiende a la superación de sus limitaciones y a su plena realización. Hegel llama «dialéctica» a este proceso. La naturaleza dialéctica de lo real y del pensamiento supone el desarrollo constante y el despliegue histórico de la idea, del espíritu absoluto, sujeto de lo real. La historia tiene una lógica interna, un fin: el espíritu absoluto que se conoce a sí mismo libre, autoconciencia de la libertad.
La reacción de Marx y de Nietzsche
Marx reclamó la importancia de la praxis frente al exceso de teoría de Hegel. El objetivo final de la filosofía no debe ser la descripción del mundo, sino su transformación. El conocimiento filosófico de las estructuras económicas de la sociedad, de la base material sobre la que se apoya, servirá para actuar en favor de un mundo donde la justicia y la igualdad entre los hombres señalen el nacimiento de una nueva historia de la humanidad.
Nietzsche critica la cultura occidental, que, ya desde Sócrates, corrompió el espíritu noble del mundo griego. La filosofía que surgió entonces y que privilegia la razón es el efecto de un mundo decadente al que le resulta insoportable el devenir constante de lo real. La creatividad y la sensibilidad permitirán superar el nihilismo que invade el mundo occidental y buscar una nueva base para la ética.
Panorama del pensamiento del siglo XX
El siglo XX comenzó en un ambiente de general confianza en las posibilidades de las ciencias naturales y de sus aplicaciones tecnológicas. Así, la filosofía analítica defendía que el único ámbito del conocimiento es el de la ciencia. Podemos señalar tres aspectos comunes a todos los filósofos analíticos, cuyo máximo representante fue Wittgenstein:
- La desconfianza hacia la especulación filosófica y la adopción de la ciencia natural como modelo de conocimiento.
- La filosofía no tiene como objeto la realidad, sino el análisis del lenguaje con el que se reflexiona sobre la realidad. La función de la filosofía no es elaborar teorías, sino clarificar conceptos, métodos, ideas. No proporciona conocimiento sobre el mundo, sino que es una reflexión sobre los modos de conocimiento del mundo.
- El rechazo de la metafísica, que es un sinsentido.
La fenomenología de Husserl (1859-1938) es una corriente en abierta oposición al positivismo y a su visión reduccionista del saber y de la realidad.
Para Husserl, la interpretación positivista del conocimiento ha llevado a despreocuparse del sentido de la existencia. Es, pues, necesario encontrar una ciencia filosófica fundamental —la fenomenología— que sirva de fundamento a todas las ciencias y que dé sentido a la historia y a la humanidad.
Entre estas dos líneas de pensamiento en frontal oposición (la filosofía analítica y la corriente fenomenológica), a pesar de todo, hay un punto en común: la importancia que ambas conceden al lenguaje, conocida como el «giro lingüístico».
El existencialismo desconfía de la razón, que nos ha llevado a un mundo deshumanizado en el que han fracasado los ideales ilustrados de libertad y progreso. Esta corriente anti-esencialista y anti-idealista aborda la existencia humana no desde conceptos abstractos, sino desde la singularidad de lo vivido.
En la tradición marxista, la Escuela de Frankfurt se propone el análisis crítico de la sociedad industrializada para conseguir la liberación y la emancipación del ser humano.