T.10.1. Persona como protagonista
Además del sujeto de acción moral, habrá que aludir a libertad y a otra cara: responsabilidad. Esta consideración es crucial, porque sin libertad ni responsabilidad, sin capacidad para orientar nuestra conducta, no hablaríamos de acciones morales o inmorales.
Acción humana
Todo acto humano apunta hacia algo, se realiza con vistas a cierto fin o propósito, es conducta voluntaria de una persona guiada por su razón, decide actuar de modo determinado. Este carácter permite distinguir estructura en el obrar humano, serie de actos que se integran en única acción voluntaria. ESTRUCTURA ACCIÓN HUMANA: Intención, persona inclina su voluntad hacia un objetivo o necesita unos medios para alcanzarlo. Deliberación, antes de llevar a cabo la acción, reflexiona sobre medios adecuados en vista del fin propuesto. Decisión, deliberación da paso a elección de acción concreta y modo específico de llevarla a práctica. Ejecución, una vez elegido el medio, se ejecuta la acción. Satisfacción, goce que sigue a la ejecución, si se ha alcanzado el objetivo propuesto.
Acción moral
Persona que actúa libre y responde de sus acciones, se hace responsable de ellas. Se afirma que en sentido amplio, acción es moral si se realiza con libertad. En ese sentido, ética se puede definir como estudio filosófico de actos humanos en virtud de su conveniencia o inconveniencia con la naturaleza humana, según principio de la recta razón. De esta definición deducimos que estudia la ética (actos humanos) y como lo estudia (bajo perspectiva de su bondad o maldad).
T.10.2. Dimensiones de libertad
COMO AUSENCIA DE COACCIÓN, cuando se ejerce coacción sobre alguna conducta, se impide la actuación libre. Forma más habitual es la violencia. Es el caso de quien está preso en la cárcel, de quien carece de libertad de movimiento. Es evidente que este aspecto de libertad es externo. COMO CAPACIDAD DE ELECCIÓN, también libertad psicológica o libre albedrío, ya que implica ausencia de necesidad interior para tomar una decisión o no, o para optar entre varias posibles. La libertad moral dota de sentido el dominio sobre propios actos. Esta dimensión implica que la libertad no es un fin en sí mismo, sino que debe ponerse al servicio de perfección personal.
Otras dimensiones
LIBERTAD POLÍTICA, adquisición de libertad moral. Así, para recta armonía de vida en sociedad hay que garantizar unas formas externas de ejercicio de libertad social. La libertad política supone un actuar juntos de ciudadanos, promoviéndose las libertades en espacio público. Se puede hablar de libertad económica, referida a ejercicio de actividades productivas. En ámbito más amplio, se encuentran libertad de pensamiento que suelen agrupar la libertad religiosa, libertad ideológica, libertad de opinión. Estas dimensiones se relacionan con libertad moral, refiriéndose a lo más esencial de propia conciencia y acción del sujeto.
Negación de libertad
Determinismos materialistas
Consideran que elementos físicos, biológicos o fisiológicos limitan cuando sucede. Estos determinismos están en la base de cualquiera de los otros determinismos. Presuponen que todos los sucesos están delimitados por leyes naturales o racionales.
Determinismos sociológicos
Sostienen que la presión del medio social, las ideas dominantes, etc., anulan la libertad. El individuo sería un resultado de la clase social a la que pertenece o de la educación que recibe.
Determinismos psicológicos
Según esta concepción, dado que la voluntad está orientada al bien, ella siempre escogerá la alternativa que el entendimiento le presente como mejor.
–Determinismos metafísicos o fatalistas. Excluye la libertad de los seres en la medida en que son finitos y limitados. La voluntad humana está sometida por el destino y, en consecuencia las acciones humanas voluntarias son, en realidad, pura apariencia.
El ser humano tiene conciencia de su libertad. Todos tenemos cierto dominio de algunos de nuestros actos. Por tanto, podemos orientarlos o autodeterminarlos. En este sentido, es necesario distinguir determinación y condicionamiento. La primera implica la ausencia total de libertad, el condicionamiento en cambio es una tendencia que nos inclina más hacia una posibilidad, sin anular completamente las demás.