Contexto Histórico
El Auge de Atenas
Fue la época de mayor esplendor para Atenas. Florecieron la democracia, la filosofía y las artes. Bajo la dirección de Pericles, Atenas se convirtió en la potencia hegemónica del Mediterráneo oriental después de su victoria sobre los persas.
Las Guerras Médicas
La guerra médica (victoria de los griegos frente a los persas) fue una sucesión de tres enfrentamientos entre griegos y persas. Fue utilizada por Atenas para su propio enriquecimiento. Fueron el germen que acabarían provocando el siguiente estallido: Las Guerras del Peloponeso.
Las Guerras del Peloponeso
Supusieron no solo un enfrentamiento entre Esparta y Atenas, sino también la oposición entre dos modelos sociales antagónicos: aristocracia espartana y democracia ateniense. Tras la derrota de Atenas en 404, Esparta impuso un régimen tiránico que duró 8 meses, tras los cuales volvió la democracia. Se trata de un burdo simulacro de lo anterior: el caos, la demagogia y la corrupción. Esta democracia condenó a muerte a Sócrates.
El Fin de la Guerra y la Influencia en Platón
Tal vez fuese por estos tres motivos: el fin de la guerra, la dictadura de los Treinta o la vuelta de la democracia, razones también del abandono de Platón en Atenas. Viajó a la Magna Grecia donde existía una de las escuelas más importantes de filosofía encabezada por Arquitas, donde conoció estas teorías y amplió su conocimiento matemático. Viajó tres veces a Sicilia llevando sus ideales políticos, pero no lo consiguió. Tras 20 años dedicado a la Academia, comenzó a escribir sus escritos de madurez de originalidad absoluta. En ellos desarrolla su teoría de las ideas. La única posibilidad de mejorar pasa, pues, por la educación filosófica de los gobernantes. En su carta VIII, Platón revela que sus preocupaciones primarias son los asuntos políticos. Su interés por la filosofía es secundario.
Contexto Cultural
Demanda Cultural y la Academia Platónica
La democracia ateniense produjo una demanda cultural: se precisaban preparadores adecuados y aparecen los sofistas, además de la fundación de la Academia platónica y la escuela de Isócrates. En la Academia, el ideal educativo se cimienta a partir de la filosofía, mientras que la escuela de Isócrates gira sobre la retórica.
Auge Cultural
El auge de Atenas se hizo notar en todos los ámbitos culturales: arquitectura, escultura, teatro e historia.
Contexto Filosófico
Influencias en Platón
- Heráclito: Platón toma de Heráclito la concepción del mundo sensible como un perpetuo fluir.
- Parménides: Las ideas platónicas poseen los mismos rasgos que las de Parménides. La epistemología platónica también tiene a Parménides como precedente, su vía de la verdad (razón) y su vía de la opinión (sentidos).
- Pitagorismo: Fue referente continuo de su obra.
- Anaxágoras: Se le podría citar en tanto que primer filósofo que propuso una causa final en la constitución del universo.
- Atomistas: La concepción de la materia en Platón es la misma que la de los atomistas: caótica.
- Sócrates: La influencia más profunda y determinante es la de Sócrates (intelectualismo moral). La concepción de la filosofía como permanente diálogo, la preocupación por la política y la educación del ciudadano. Convicción socrática de que existen esencias universales.
- Sofistas: Testimonian mucho de lo que Platón más rechazaba. Si Platón se mueve en unas coordenadas dogmáticas, absolutistas, racionalistas, aristocráticas y anti-naturalistas, los sofistas lo hacen en una línea escéptica, relativista, empirista, democrática y convencionalista.
La República
Es uno de los diálogos más importantes que escribió Platón, en donde expresa su concepción del arte, lo político, la sociedad, la justicia, la inmortalidad, la virtud, el bien y el mal. Está constituido por 10 libros. La fecha aproximada en la que empezó a escribirla fue entre 390-385 a.C., terminando los capítulos del 2 al 10 entre 385-370 a.C. (periodo de madurez).
El Estado Ideal
La República expone el estado ideal de Platón: lo que debería ser para que el hombre encuentre la felicidad y desarrolle su moralidad. Proclama dónde se encuentra la clave del buen gobierno y, por consiguiente, de la revolución social helénica. Atenas precisa una renovación, que solo es posible examinando la educación que reciben sus habitantes: la sociedad necesita un gobernante perfecto y armonioso, instruido y formado según los principios dialécticos expuestos en La República.
Actualidad del Pensamiento de Platón
Búsqueda de Verdades Absolutas
Platón estaba convencido de que el conocimiento humano podría sobrepasar la realidad. Sin embargo, el neopositivismo del s. XX mostró la invalidez científica de todo lo no demostrado. Hoy en día no está vigente, ya que no se buscan verdades absolutas.
Idealismo como Utopía
La vida humana tiende a buscar una perfección de las ideas, como utopía, y es esa tensión lo que le da sentido. Somos utópicos y todos tenemos proyectos que queremos alcanzar en la vida.
Idealismo Filosófico
Sostiene que lo ideal es lo real y lo sensible es la apariencia, lo deficiente. Solo se mantiene en el ámbito religioso y matemático.
Totalitarismo Político
De la obra de Platón se aprecia un precedente de concepción totalitaria, además de fuente de inspiración para crear sociedades más justas e igualitarias.
Paideia Platónica
Finalidad de la educación, es decir, formar buenos ciudadanos tanto moral como cívico. Otra cuestión es que se consiga o no.
Caverna y Manipulación
Atiende a una realidad que se hace pasar por verdadera, un caso como el de la película Matrix. Manipulación de los medios de comunicación y otros medios.
Relación con Otro Autor: Nietzsche
A los dos podemos encuadrarlos dentro de la nueva «Filosofía de la vida» nacida a finales del siglo XIX. La vida es para ambos la esencia última de la realidad, aunque es verdad que entendida ésta de manera diferente. Ortega estaría de acuerdo con Nietzsche en que la vida es el concepto central sobre el que hay que vertebrar toda la reflexión filosófica, la realidad es vida, la realidad de cada hombre es su vida. Pero para Ortega, el explicar la vida como voluntad de poder es un reduccionismo, que excluye gran parte de lo que es la vida del hombre, su historia, su proyecto, sus deseos, etcétera. Para Nietzsche la vida es considerada desde una perspectiva biológica como impulso instintivo, mientras que para Ortega, más influenciado por el historicismo, la considera como biografía (cúmulo de vivencias personales).
Para Nietzsche la facultad racional no puede penetrar en la esencia básica de la vida caracterizada como cambio, devenir y desarrollo. Al dejarnos guiar por la razón y despreciar los instintos estamos despreciando, a su vez, la vida. Nietzsche sale en defensa de la vida porque la siente amenazada por la filosofía, la religión y la moral. Para Ortega, en cambio, la razón es una facultad humana indispensable ya que es necesaria para analizar las circunstancias que a cada uno nos rodea, dar sentido a nuestra vida y plantearnos nuestro proyecto vital. Ortega, que considera la vida en un sentido metafísico, como la realidad radical, como tal no tiene que defenderla, no corre peligro, es lo único que es. En el pensamiento orteguiano se conjugan vitalismo y racionalismo.
El perspectivismo, como concepción filosófica, supone que toda representación es dependiente del sujeto que la constituye. Nietzsche como Ortega defienden una posición perspectivista, tesis que se funda en una concepción del ser entendido como devenir (en el que no existen verdades absolutas, pues toda verdad es interpretación), y del conocimiento entendido desde el punto de vista de su unión con las necesidades vitales. Tanto para Ortega como para Nietzsche la vida, como realidad última, se caracteriza por el devenir, el cambio, la evolución.
Mientras que para Ortega el tiempo solo puede ser entendido de un modo lineal, en el cual los acontecimientos pasados son irrepetibles, para Nietzsche el tiempo es entendido de una manera cíclica como Eterno Retorno. Para él todos los acontecimientos pasados, presentes y futuros están condenados a repetirse eternamente.
Los dos tienen una consideración parecida de la vida como proyecto. El superhombre (artista trágico) para Nietzsche y el hombre con existencia auténtica para Ortega son aquellos que construyen su vida creativamente y haciendo uso de su libertad.
Aunque los dos vivieron en contextos diferentes (la Alemania de la segunda mitad del siglo XX y la España de la primera mitad del XX) hicieron un análisis bastante fino de la época en las que les tocó vivir: Nietzsche de la decadencia de la cultura occidental y Ortega de la crisis que vivía España.