Platón: Teoría de las Ideas, Dualismo y Conocimiento

Platón y la Teoría de las Ideas

Platón (427-347 a.C.) propone en su «Teoría de las Ideas» un dualismo, distinguiendo en la realidad entre el mundo sensible y el mundo inteligible. Según el tipo de realidad del que estemos hablando, los elementos que la constituyen serán las Ideas o las cosas.

Las Ideas y las Cosas

Las Ideas no son simplemente conceptos o representaciones mentales. Son realidades que existen con independencia de las cosas. Sus características son:

  • Únicas
  • Eternas
  • Inmutables
  • Inalterables
  • Inmateriales
  • Solo captables por la inteligencia

Las cosas, en cambio, son:

  • Múltiples
  • Materiales
  • Sometidas a un flujo de cambios permanentes
  • Poseen menos realidad, no podemos decir que «son»
  • Captables por los sentidos

La relación entre ambos mundos es descrita por Platón con el término de participación o imitación.

Superioridad de las Ideas

Observamos, en esta relación, la superioridad de las Ideas sobre las cosas:

  1. Dependencia ontológica: Las Ideas son la causa de las cosas, estas son en la medida que «intentan imitar» a las Ideas y participan de ellas.
  2. Dependencia gnoseológica: Las Ideas son fundamento de todos los juicios que formulamos sobre las cosas.

Funciones de la Teoría de las Ideas

La Teoría de las Ideas tiene tres funciones:

  1. Función ética: Quiere fundar la virtud en el saber (intelectualismo moral).
  2. Función política: Los gobernantes han de ser filósofos que se guíen no por su ambición política, sino por ideales.
  3. Función científica: La ciencia versa sobre objetos estables y permanentes.

Platón había admitido sin dudar las Ideas de los objetos matemáticos y las Ideas de valores, y había dudado acerca de las Ideas de las cosas sensibles, aunque se ocupa de ellas en su cosmogonía.

El Mito de la Caverna implica que hay una cierta jerarquización de las Ideas. En La República, es la Idea de Bien la que aparece como suprema, inmediatamente seguida por la Idea de Justicia y la Idea de Belleza.

El Acceso al Conocimiento Verdadero

¿Cómo puede acceder el ser humano a lo inteligible? ¿Cómo puede alcanzar un conocimiento verdadero sobre el auténtico Ser?

Platón recurrió en un primer momento a la teoría de la reminiscencia: el conocimiento consistirá en una forma de recuerdo, el emerger de algo que existe desde siempre en la interioridad de nuestra alma.

El Alma y el Cuerpo

Ahora bien, si conocer es recordar, es preciso que el alma viviera antes en una realidad donde ha podido contemplar lo que ahora recuerda; por lo tanto, es inmortal y originariamente vive en el mundo de las Ideas.

Platón concibe, pues, al alma como sede del conocimiento de estas (alma racional) y, frente al cuerpo, concebido como su cárcel cuando se une accidentalmente a él (dualismo antropológico, mito del carro alado del Fedón). La sumisión de las emociones (alma irascible) y los deseos (alma concupiscible) garantizará un equilibrio interior (justicia).

La unión de conocimiento y virtud (purificación) explica cómo es posible salir del círculo de las reencarnaciones sucesivas (mito de Er).

La clase de los gobernantes en su modelo de Estado se corresponde con aquel tipo de persona donde domina el aspecto racional del alma. Sometidos a una formación científica muy especial, teniendo la Idea del Bien como objeto de conocimiento supremo, pues no se puede ser justo sin conocer en qué sentido las leyes son buenas.

Los Grados del Conocimiento

Por otro lado, en el libro VI de La República, Platón considerará que se da una correspondencia entre el ser y el conocer:

  1. Un conocer inteligible, fiable, llamado ciencia (episteme), que tiene por objeto las Ideas.
  2. Un conocer sensible, poco fiable, llamado opinión (doxa), que tiene por objeto el mundo material y sensible.

Cada nivel de conocimiento presenta dos grados:

Estos grados los vemos simbolizados en el mito de la caverna:

  1. El nivel más bajo de la opinión se basa en la imaginación. Platón quiere decir que el estado mental del que profiere un juicio falso es parecido al de aquel que toma las visiones de las imaginaciones o de los sueños como cosas reales o verdaderas.
  2. El segundo nivel, más elaborado, pero también fundado en la observación sensible, es la creencia: intenta dar razón de lo sensible a partir de hipótesis ajustadas a las observaciones.
  3. El primer grado de la ciencia se denomina dianoia: razonamiento o razón demostrativa (discursiva). Su objeto son las entidades matemáticas y su método el axiomático-deductivo. El matemático da por supuestas ciertas nociones, de donde parte en su marcha deductiva hacia las conclusiones, marcha en la cual ha de recurrir a representaciones materiales de estas ideas.
  4. El grado más elevado es la noesis: visión inmediata, intuición intelectual, de las Ideas, saber absoluto, pleno y verdadero. Para alcanzar la noesis, Platón nos remite a la dialéctica como método de análisis conceptual. A diferencia del matemático, para el dialéctico las hipótesis no son más que algo provisional que sirven para pasar de uno a otro estadio. Así va ascendiendo paso a paso hacia el principio de todo.

Hay también un momento de dialéctica descendente que consiste en partir de la Idea suprema o de Ideas generales para precisar el lugar concreto de una Idea en la estructura ordenada y jerárquica del mundo de las Ideas.

La dialéctica será el método filosófico por excelencia, propio del filósofo gobernante.

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