Platón y Aristóteles: Influencias, Divergencias y Legado Filosófico

Contexto Histórico-Cultural de Platón

Platón nació en el año 428-427 a.C., en una época de crisis sociopolítica. Atenas, que había vivido grandes momentos de esplendor, experimentaba un periodo de transformación. Platón fundó la “Academia”, un centro de estudios filosóficos y científicos. En el ámbito cultural, se destacaban las representaciones de obras de poetas como Eurípides y Sófocles, y de comediantes como Aristófanes. También se observaban influencias de campos como la arquitectura (con el Partenón como ejemplo), la escultura y la historiografía.

La sociedad de esta época giraba en torno a los esclavos y artesanos, y las mujeres no participaban en la vida política. Durante los 50 años que van de las Guerras Médicas, las batallas más significativas fueron la de Salamina y Maratón, en las que los persas fueron derrotados por los griegos. La Guerra del Peloponeso favoreció la intervención a favor de los ideales democráticos de una serie de políticos (Solón, Clístenes, entre otros). Se constituyó así la Liga de Delos, formada por diferentes ciudades-estado (polis) con la finalidad de hacer frente al Imperio Persa. En el año 550 a.C. se había formado otra liga entre las ciudades del Peloponeso, dominada por Esparta, rival de Atenas. Estos hechos provocaron la confrontación bélica entre Atenas y Esparta en la Guerra del Peloponeso, en la que Atenas fue derrotada, dando paso a la dictadura oligárquica de los Treinta Tiranos. La ruptura con los lazos de la polis motivó un sentimiento de inseguridad y la necesidad de crear nuevas estructuras que permitieran fundamentar la estabilidad social en el presente y en el futuro.

Influencias Filosóficas en Platón

Hay que destacar la influencia de tres precursores en la filosofía de Platón: Heráclito, los pitagóricos y Sócrates. Platón explicó el mundo fenoménico según Heráclito, lo inteligible según Parménides y los pitagóricos, y la ética según Sócrates. Los sofistas se caracterizaban por el relativismo moral y el convencionalismo. Sócrates identificaba “saber” con “virtud” hasta el punto de afirmar que “nadie obra mal voluntariamente”, y vinculaba la felicidad con la práctica de la virtud.

Platón no comparte la teoría socrática del intelectualismo moral, pero sí admite planteamientos de Sócrates, como la búsqueda de conceptos universales, el conocimiento de sí mismo como principio de la sabiduría y la necesidad de fundamentar en la racionalidad de las normas la conducta virtuosa. El pensamiento platónico coincide con Heráclito en su concepción de la movilidad e imperfección del mundo físico y de la relatividad de nuestro conocimiento. Esta visión heraclítea de la realidad se corresponde con el “mundo sensible”.

Del eleatismo, Platón toma la idea de que hay dos vías de conocimiento: la vía de la razón o verdad y la vía de la opinión. El conocimiento del ser, de la auténtica realidad, se identifica con el conocimiento del Mundo Inteligible en Platón. En cuanto al pitagorismo, hay que destacar que su amistad con Arquitas de Tarento favoreció la asimilación de numerosos elementos doctrinales, como la reivindicación de la razón, la primacía del alma frente al cuerpo, la creación del Universo a partir de modelos matemáticos, la mística de los números, el estudio de las matemáticas y la doctrina de la reencarnación. Platón no fue nunca pitagórico, ni siquiera puramente socrático, ni se adhirió jamás a ninguna tendencia con carácter exclusivo, sino que coordinó todas estas tendencias con un espíritu esencialmente ecléctico.

Relación entre Platón y Aristóteles: Ideas y Metafísica

Aristóteles elaboró su metafísica como reacción a la Teoría de las Ideas de Platón. Para él, en la filosofía platónica la naturaleza de lo ideal ha sido separada de lo sensible. Podemos plantearla como un desarrollo crítico del platonismo. Coincide con Platón en que el conocimiento se fundamenta en conceptos universales; sin embargo, para Aristóteles estos conceptos no se dan en las cosas.

Aristóteles encuentra varios fallos en la Teoría de las Ideas, ya que, para él, Platón duplica innecesariamente la realidad material y no ofrece elementos para explicar el cambio de la realidad. Las ideas tienen un gran valor para Aristóteles. Respecto a la epistemología, destaca la superioridad del conocimiento intelectual sobre el sensible, y defiende que todo conocimiento comienza con los datos sensibles que nos proporcionan los sentidos. Tampoco acepta la contraposición entre conocimiento sensible y conocimiento inteligible al considerar que ambos, en colaboración, contribuyen a alcanzar la verdad. En definitiva, el conocimiento intelectual es continuación del conocimiento sensible, y por lo tanto las ideas no están ya en el alma, sino que son producto de la “abstracción” a partir de las imágenes o datos sensibles.

Platón clasificaba los tipos de conocimiento en función del símil de la línea dividida; Aristóteles, en cambio, propone un cuadro diferente. Para Aristóteles, la “realidad” son las cosas sensibles y concretas, mientras que Platón “inventa” otro mundo, el de las Ideas. Para Aristóteles, Platón triplica el problema. Es inaceptable la existencia separada de las Ideas y las cosas. Las Ideas son estáticas y no pueden dar cuenta del movimiento. Aristóteles trató de superar la teoría de las Ideas. Los dos mundos platónicos se convierten en dos dimensiones presentes en todo ser sensible, dos caras de una misma realidad: la sustancia.

La Sustancia y la Teoría Hilemórfica de Aristóteles

La realidad para Aristóteles es aquello que es y existe, y lo denomina sustancia. A diferencia de Platón, la sustancia son los individuos concretos, no los Ideales. Esta sustancia es un compuesto de materia y forma. Todo ser tiene una materia, algo de lo que se compone, y una forma o esencia que es lo que hace que sea lo que es. Este compuesto de materia y forma es la llamada Teoría Hilemórfica.

Aristóteles nos habla de dos clases de sustancias:

  • Sustancia primera: es el individuo concreto: Sócrates, caballo, árbol… Son las sustancias verdaderamente reales.
  • Sustancia segunda: son el género (animal) y la especie (hombre). No son sustancias en sentido estricto, reales y palpables como Sócrates, sino que son reales a nivel conceptual, y no existen separadamente de la sustancia primera en la que se dan.

El ser (existencia) se dice como:

  • Sustancia primera: lo particular y concreto. Individuo.
  • Sustancia segunda: lo universal y abstracto. Género y especie.
  • Accidentes: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión.

La sustancia es lo que hace que cada cosa sea lo que es. Otra forma de ver el ser es como categoría (cantidad, cualidad, relación…). Aristóteles llamó a estas categorías Géneros Supremos. Otros modos de ser son los accidentes, que son todo aquello que puede estar o no estar, sin afectar a la sustancia.

El Movimiento y las Causas según Aristóteles

Aristóteles encuentra varios fallos en la Teoría de las Ideas, y uno es que no ofrece elementos para explicar el cambio de la realidad. El saber más importante es la Física, y explica:

  • El origen o causa del movimiento de los seres es el Primer Motor Inmóvil.
  • Define el movimiento (cambio) de una sustancia como “tránsito de la potencia” (aquella cosa que puede llegar a ser) al acto (realización de esa potencialidad).
  • También habla de las diversas causas del movimiento: eficiente (la que hace posible que la materia se mueva), material (la materia), formal (lo que determina lo que la materia es, su esencia) y final (lo que hace posible el movimiento).
  • Y se ocupa además de los distintos tipos de cambio que se pueden producir en una sustancia: esencial o sustancial (permanece la materia prima, es generación y corrupción de la sustancia) y accidental (permanece la materia segunda, que pueden ser de varios tipos: cuantitativo, cualitativo, o local o traslación).

El Alma en Platón y Aristóteles

Aristóteles hace radicar la grandeza específica del ser humano en su alma, pero para Aristóteles, alma y cuerpo forman una misma unidad sustancial y actúan conjuntamente. Su teoría hilemórfica hace que se distancie aquí de Platón, porque habla del hombre como toda sustancia, también es un compuesto de materia y forma; un compuesto indisoluble, que solo se puede separar en el pensamiento, pero no en la realidad. La materia es el cuerpo y la forma es el alma. Aristóteles atribuye tres potencias al alma: vegetativa, sensitiva e intelectiva. Aristóteles no habla de tipos de alma, sino de un alma que forma un compuesto indisoluble con el cuerpo, y por tanto no acepta su inmortalidad.

Tanto Aristóteles como Platón pensaban que los apetitos sensitivos debían ser sometidos a la razón. Como no admite la existencia de un mundo de ideas (inteligible) separado del que está al alcance de nuestros sentidos (mundo sensible) y rechaza la idea de la existencia del alma anterior al nacimiento, por lo tanto, tampoco puede admitir la teoría platónica de la reminiscencia. Platón hablaba de un dios ordenador y era divino, trascendente. El dios aristotélico es inmanente, no crea, es solo causa del movimiento (el Primer Motor Inmóvil).

Relevancia Actual del Mito de la Caverna y la Educación

El tema del “mito de la caverna” es un tema siempre de actualidad. Platón nos propone una solución para el conocimiento: la educación. Lo que hoy sí es imposible es que exista un filósofo-rey que haya vislumbrado la verdad universal. Las nuevas tecnologías (Internet) han hecho que la caverna (lo confuso) se haya hecho mucho más grande y profunda. Además, Platón confiaba en que los más preparados eran capaces de vislumbrar las ideas porque estas eran inmóviles.

La Educación como Pilar Fundamental

En el libro VII de la República se pone de manifiesto la importancia de la educación, la dificultad que conlleva y el esfuerzo que se necesita. Nuestra sociedad también comparte una idea: la educación es un proceso obligatorio y todos los gobiernos, de hecho, intentan mejorar el sistema educativo. La educación es la base para mejorar al propio hombre.

El Conocimiento y la Búsqueda de la Verdad

El alma platónica aparece constantemente en sus obras. En relación con el tema del conocimiento de la realidad, Platón fundaba todo el conocimiento en la razón. Hoy, hemos recuperado la importancia de los sentidos. La búsqueda de la verdad universal sigue estando presente en la actualidad. Para Platón, el ejercicio de la virtud era fundamental para alcanzar la felicidad. Hoy en día, relacionamos la felicidad con las cosas materiales. Otro tema es el relativo al método dialéctico para alcanzar la verdad. Tenemos que seguir hacia el camino de la razón.

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