Platón y los Dos Mundos del Conocimiento: Explorando el Dualismo Epistemológico

Introducción a Platón y su Filosofía

Aristocles, más conocido por su apodo Platón (que significa ‘el de anchas espaldas’), fue un influyente filósofo griego del siglo V-IV a. C., nacido en Atenas. El objetivo fundamental de su filosofía, como él mismo recoge en la Carta Séptima, era elevar la política al rango de ciencia o filosofía. Para lograrlo, elaboró una compleja metafísica de carácter dualista, buscando sintetizar aspectos del pensamiento de Parménides (sobre el ser inmutable) y de Heráclito (sobre el cambio constante).

Influencias Filosóficas

Otras influencias clave en la filosofía platónica incluyen:

  • La importancia de las matemáticas y la concepción del alma de los pitagóricos.
  • Su maestro Sócrates, de quien adoptó:
    • El método dialéctico (basado en el diálogo y la búsqueda de definiciones universales) como camino hacia la verdad.
    • El intelectualismo moral, fundamental para su concepción del filósofo gobernante.

En el pensamiento de Platón se suelen distinguir varios períodos, destacando el de madurez, donde escribe su obra cumbre, La República. Este diálogo puede entenderse como un tratado contra los males de los sistemas políticos de su tiempo, especialmente la democracia ateniense. El tema central de esta obra es responder a la pregunta fundamental: ¿qué es la justicia?, en clara oposición a la concepción relativista y convencional de los sofistas.

La Teoría de las Ideas

Platón parte de una pregunta crucial: sabemos que aquello que percibimos por los sentidos parece existir, pero ¿realmente lo conocemos? Su respuesta es un rotundo no. La epistemología, la rama de la filosofía que estudia la naturaleza y los límites del conocimiento, es central en su pensamiento.

Este fue un punto central de disputa entre Platón y Sócrates contra los sofistas. Estos últimos sostenían una postura relativista, argumentando que los valores morales eran fruto de una convención humana. En cambio, Platón y Sócrates eran universalistas: defendían la existencia de verdades universales y objetivas, accesibles mediante la razón y el diálogo (la mayéutica socrática ayudaba a ‘dar a luz’ estas verdades latentes en el alma). Para ellos, el Bien o la Justicia tenían valor por sí mismos, independientemente de la voluntad humana, y poseían una definición universal.

Estas definiciones universales eran lo que Platón denominaba Ideas o Formas (eidos). No se trata de simples representaciones mentales, sino de las esencias eternas e inmutables que hacen a las cosas ser lo que son. Son la verdadera realidad y el objeto del conocimiento auténtico. Para Platón, una Idea debe cumplir ciertas características:

  • Ser eterna (siempre ha existido y siempre existirá).
  • Ser inmutable (no cambia).
  • Ser inteligible (solo captable por la razón, no por los sentidos).
  • Ser universal (es la esencia común a múltiples objetos particulares).

Platón describe la relación entre las Ideas (que habitan en el Mundo Inteligible) y los objetos sensibles (que habitan en el Mundo Sensible) mediante los conceptos de participación (méthexis) o imitación (mímesis): los objetos sensibles ‘participan’ de la Idea correspondiente o la ‘imitan’, siendo la Idea la esencia que les confiere su ser y su grado de realidad.

El Dualismo Epistemológico: Conocimiento vs. Opinión

Afirmamos que Platón sostiene un dualismo epistemológico porque, de la misma manera que divide la realidad en dos mundos (Inteligible y Sensible), también distingue dos niveles fundamentales de saber:

  1. La Opinión (doxa): Un saber aparente, cambiante e incierto, basado en la percepción sensible. Su objeto es el Mundo Sensible.
  2. El Conocimiento o Ciencia (episteme): El saber verdadero, objetivo, universal y necesario, basado en la razón. Su objeto es el Mundo Inteligible (las Ideas).

El Símil de la Línea: Grados del Conocer

Esta división se ilustra claramente en el famoso Símil de la Línea, presentado en La República. Platón divide una línea en segmentos que representan los distintos grados de realidad y de conocimiento:

El Mundo Sensible (Opinión – Doxa)

Este ámbito corresponde a la realidad aparente y cambiante que percibimos por los sentidos. Solo nos proporciona opinión.

Eikasia (Imaginación o Conjetura)

Es el nivel más bajo de saber. Se refiere al conocimiento de las sombras, imágenes o reflejos de los objetos sensibles. Por ejemplo, la imagen de un árbol en el agua no es el árbol real, sino una mera sombra.

Pistis (Creencia)

Es el conocimiento directo de los objetos sensibles (un árbol concreto, una mesa). Aunque superior a la eikasia, sigue siendo una opinión basada en la percepción. Platón situaba aquí el estudio de la ‘física’ (entendida como el estudio de la naturaleza sensible), considerándola una fuente de opinión, no de conocimiento verdadero, por ocuparse de objetos cambiantes.

El Mundo Inteligible (Conocimiento – Episteme)

Este ámbito corresponde a la verdadera realidad, eterna e inmutable, captada únicamente por la razón.

Dianoia (Pensamiento Discursivo)

Es el primer grado del conocimiento verdadero. Se refiere al razonamiento deductivo, propio de las matemáticas y la geometría. El matemático parte de hipótesis (axiomas, postulados) y utiliza representaciones sensibles (dibujos de figuras geométricas) para llegar a conclusiones sobre entidades inteligibles (el triángulo ideal, el círculo ideal). Sirve como preparación para el grado superior.

Noesis (Intuición Intelectual o Dialéctica)

Es el grado supremo del conocimiento. Consiste en la captación directa e intuitiva de las Ideas (las esencias) a través de la dialéctica, el método filosófico por excelencia. La dialéctica asciende desde las Ideas inferiores hasta la Idea suprema, la Idea del Bien, que es el fundamento de toda realidad y de todo conocimiento. Este es el conocimiento propio del filósofo.

La Teoría de la Reminiscencia (Anamnesis)

¿Cómo es posible alcanzar el conocimiento de las Ideas si vivimos en el Mundo Sensible? Platón recurre a la Teoría de la Reminiscencia (anamnesis). Sostiene que el alma racional preexistió en el Mundo Inteligible antes de unirse al cuerpo, donde contempló directamente las Ideas. Al encarnarse, el alma olvida este conocimiento, pero la percepción de los objetos sensibles (que son copias imperfectas de las Ideas) puede despertar en ella el recuerdo (anámnesis) de las Ideas que vio en su vida anterior. Por tanto, para Platón, conocer es recordar.

Implicaciones Políticas: El Filósofo Gobernante

El dualismo epistemológico tiene profundas consecuencias políticas. El conocimiento de la Idea del Bien, la cumbre de la noesis, está reservado, según Platón, al filósofo, cuya alma ha ascendido dialécticamente hasta la cima del Mundo Inteligible. Esta es la razón por la que el filósofo, al conocer la verdadera justicia y el bien, es el único capacitado para gobernar sabiamente en el Estado Ideal descrito en La República.

Conclusión

En definitiva, Platón dedica una atención primordial a la cuestión de qué podemos conocer y cómo. Su división radical entre el conocimiento verdadero (episteme), ligado al Mundo Inteligible y la razón, y la mera opinión (doxa), vinculada al Mundo Sensible y los sentidos, establece un claro dualismo epistemológico que impregna toda su filosofía y justifica su propuesta política del filósofo gobernante.

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