¿Se puede establecer un paralelismo entre la teoría liberal de John Locke y el materialismo histórico de Marx, donde radica la principal oposición de la propiedad privada?
Sí, se puede establecer un paralelismo entre ambas teorías. Aunque ambas parten de la propiedad privada, en la teoría liberal de Locke, este elemento es la base fundamental de su sistema político liberal. A tal punto que la división de los poderes (federal, judicial y legislativo) sirve como base fundamental para la protección de la propiedad privada.
Mientras que, para el materialismo histórico de Marx, la propiedad privada es la causa principal por la cual el hombre se enajena, convirtiéndose en una mercancía más del sistema capitalista. Pierde su esencia como hombre y se reduce a la categoría de mera mercancía.
El concepto de enajenación en Marx
Describa el concepto de enajenación en Marx
El concepto de enajenación en Marx parte de la idea antropológica de que el ser humano es un ser que trabaja y se hace hombre a través del trabajo. A diferencia de los animales, que no tienen conciencia, el hombre crea, transforma la naturaleza y, a través de su trabajo, se autorrealiza personalmente.
En cambio, en la sociedad capitalista, el hombre se enajena con su trabajo, pierde su esencia y se deshumaniza. Pues el producto de su trabajo no le pertenece, se siente esclavizado, produce más de lo que recibe. En sí, pasa a ser un objeto más y se siente extraño en su propio trabajo.
Se puede decir, entonces, que la enajenación del hombre es el producto de su trabajo. De aquí resulta también que la propiedad privada es consecuencia de la enajenación del trabajo y no tanto su causa. El efecto más importante de la enajenación, además de la deshumanización de la cultura y de todo lo creado por él (sean objetos o relaciones sociales), es la oposición del hombre contra el hombre.
Maquiavelo y *El Príncipe*: Una obra sobre el poder
¿Con qué intención escribió Maquiavelo su obra denominada *El Príncipe*?
La verdadera intención de Maquiavelo cuando escribió su obra denominada *El Príncipe* fue unificar Italia, en una época de ciudades-estado o principados gobernados por hombres llamados príncipes. El método que utilizó Maquiavelo para afirmar su tesis política son los hechos históricos como base, ya que consideraba que los hombres son malos por naturaleza y siempre están en busca del poder por el poder.
El libro trata sobre el poder y el poder político. Es una obra singular: en sus páginas se explica y justifica cómo se puede conseguir el poder y cómo debe hacerse para mantenerlo. También se escribió con la intención de escandalizar y reeducar al lector, y lo sigue consiguiendo en la actualidad. Su objetivo era desafiar a los líderes políticos de su tiempo y explicar a los príncipes aspirantes al trono el funcionamiento real de los entresijos del poder.
Las reglas de Maquiavelo para mantener el poder
¿Cuáles son las reglas prácticas para que el gobernante pueda mantener el poder según Maquiavelo?
Las reglas para que el gobernante, según Maquiavelo, pueda mantener el poder se basan siempre en utilizar hechos del pasado, trayendo lecciones al presente. Sugiere al príncipe que, antes de nada, debe saber luchar, debe aprender a ser despiadado y cruel, a mentir y a faltar a su palabra, y estar preparado para violar los principios religiosos y morales cuando le convenga.
También expresa la necesidad de parecer compasivo, moral y devoto, pero estar con el ánimo dispuesto de tal manera que, si es necesario no serlo, puedas y sepas cambiar a todo lo contrario. Así, Maquiavelo nos da el arquetipo de un nuevo gobernante, ya que el príncipe ideal debía contar con las cualidades, a grandes rasgos, de combinar el carácter fuerte, la inteligencia, el coraje y la suerte con un toque de crueldad. Describe así la personalidad del político real con el objetivo de guiar la acción política.
La naturaleza humana según Maquiavelo
¿Cómo define al hombre Maquiavelo?
Maquiavelo tiene una concepción totalmente diferente de la sociedad humana. Para él, el hombre es por naturaleza perverso y egoísta, solo preocupado por su seguridad y por aumentar su poder sobre los demás. Por eso, para él, solo un estado fuerte, gobernado por un príncipe astuto y sin escrúpulos morales, puede garantizar un orden social justo que frene la violencia humana.
Ya que el hombre es malvado y vil, egoísta y atento al propio provecho, y carente de moral, sabe dónde están sus intereses y cómo realizarlos. Por lo tanto, la naturaleza humana es calificada como un arma con la que cuenta el humano para satisfacer sus necesidades, especialmente la del poder.