Kant es uno de los filósofos más importantes del periodo de la Ilustración. Influido por las corrientes “racionalista” y “empirista” logra superar ambas; que según él cometían graves errores epistemológicos, y crear una nueva doctrina basada en lo “trascendental”. En ella intenta profundizar en el modo en que entendemos la realidad que nos rodea, incidiendo en el hecho de que nuestras facultades cognitivas son completamente independientes del objeto.
Para Kant, el proyecto ilustrado por el que todo debía ser sometido a la luz de la razón, tenía el peligro de sobrepasar los límites que tiene la misma capacidad del conocimiento y confundirse con otras disposiciones qué, no sean propiamente conocimiento . Para Kant, esta confusión ha hecho caer a los filósofos, durante siglos, en los dogmatismos y en el escepticismo.
En el terreno del conocimiento científico de la razón teórica, Kant se encuentra con el problema de la permanente. Encontramos aquí la primera caída en el escepticismo que todos los autores posteriores tratarán de evitar buscando aquello que para ellos constituye lo permanente, lo real.
Para Kant no existen ideas innatas ya que toda filosofía que intenta imponer unos conocimientos sin haber hecho una revisión previa de que puede ser conocido bajo las condiciones del entendimiento humano, cae en en el dogmatismo. A continuación, Kant rechaza estas ideas innatas puesto que todo conocimiento para acción ha de tener su origen en una impresión sensible, pero entonces no es posible establecer un conocimiento causal y necesario: no tenemos conocimiento de que haya una conexión necesaria porque esta no se dan los sentidos como impresión sensible. La consecuencia es el escepticismo, Kant aceptó la conclusión de que nuestro conocimiento no puede pretender ir más allá de la experiencia sin embargo, Kant no está de acuerdo con la conclusión de que no es posible el conocimiento universal y necesario.
Lo que Kant quiere es transformar lo que se conoce como conocimiento, adquirir la postura adoptada por Galileo y Copérnico para ver si puede servir en la metafísica, Kant quiere que los datos de la experiencia se ajusten al entendimiento. El giro copernicano consiste por tanto en dejar de ceñirnos a la experiencia para ajustarnos a nuestro entendimiento.
Kant entiende que hay tres ciencias que pueden servir de modelo. La lógica en ella la razón solo trata sobre sí misma, sobre su propia estructura, carece de contenido y se dedica solo al estudio del entendimiento mismo. No nos sirve por tanto de modelo. En las matemáticas la idea que tiene Kant de las matemáticas , se trata de juicios sintéticos a priori, juicios que construye mi entendimiento pero siempre referidos a una experiencia. La ciencia natural entró en el camino seguro de la ciencia gracias al método que utilizó Copérnico . Aunque el sol parece moverse alrededor de la tierra este fenómeno puede explicarse de diferentes maneras. Es decir, que vemos las cosas de una determinada manera porque nuestras condiciones nos hacen verlo así no porque tenga que ser así.
Puesto que hasta ahora todos nuestros conocimientos han estado sometidos y dirigidos por los objetos empíricos y sin embargo, no hemos avanzado nada en un conocimiento necesario, invertiremos la metodología y supongamos que a partir de ahora sean los objetos los que deben someterse a nuestros conocimientos. Con la inversión que propone el giro copernicano, la experiencia deja de ser la fuente de conocimiento para convertirse en un criterio de contrastación de lo que la razón ha producido por sí misma. Mientras la ciencia antigua se ha montado sobre el supuesto de que el entendimiento gira entorno a las cosas. El científico no se acerca a las cosas como alguien pasivo, sino en la actitud de un juez que pregunta, habiendo prefijado antes lo que quiere preguntar.
La ciencia así entendida se compone de algo “dado” por la experiencia que Kant llama “intuición” y algo “puesto” por entendimiento: el concepto. Un concepto que no viene de la experiencia; sino que es concebido por el entendimiento para la experiencia. El conocimiento es por tanto, concepto referido a una intuición elevada a concepto.
El punto de partida de nuestro conocimiento es la experiencia. Por un lado, queda el espacio y el tiempo. Y por otro lado, nuestra mente parece imponer una serie de conceptos y categorías a modo estructuras generales. Si analizamos la estructura de un conocimiento de un objeto de experiencia nos damos cuenta de que encierra en sí una doble dimensión en la que participan dos facultades distintas: la sensibilidad y el entendimiento.
En conclusión, Kant se ha dado cuenta de que él giró copernicano no implica que la realidad se pueda reducir a las ideas, el espíritu humano no crea las cosas al pensarlas. Lo que dice es que no podemos conocer cosas más que en la medida en que se someten a ciertas condiciones a priori impuestas por el sujeto. Admitimos pues que el espíritu es activo, pero esto significa admitir que el hombre impone su propia estructura y que las cosas solo podrán ser conocidas y se conforman con esa estructura, quedando por tanto deformadas por ella. Esto significa que el escrito impone sus condiciones, sus formas, determinadas por la estructura de la sensibilidad y del entendimiento humano y las cosas no pueden ser conocidas sino por medio de esas formas. Por tanto la cosa en sí queda como no conocida a pesar de ser real.