2.- LA PROPUESTA POSITIVA
Los temas fundamentales pregonados por Nietzsche son los siguientes.
LA MUERTE DE Dios
Para nuestro filósofo la expresión “Dios ha muerto” es más que un simple ateísmo. Para él, expresa la muerte de las verdades absolutas y de las ideas inmutables, el fin de los ideales que guiaban la vida humana. Nietzsche dice que los ideales ya no impulsan las vidas de las personas, el mundo suprasensible ha perdido toda la fuerza. Dios ha muerto.
Con la muerte de Dios se desmorona nuestra civilización, los valores supremos ya no tienen validez y el sentido del mundo ya no se busca fuera de este.
APARICIÓN DEL SUPERHOMBRE
El asesinato de Dios inaugura un tiempo nuevo donde no hay ideales, normas, principios ni valores por encima de nosotros. Ante esto solo cabe la posibilidad de adoptar dos posiciones, la del último hombre (el que vive el fin de la civilización) o la del superhombre (el nuevo Dios terrenal que dice sí a la vida). Para Nietzsche, él vive en la época del último hombre, donde este se rinde al Nihilismo.
El Nihilismo o negación absoluta es el estado del hombre carente de objetivos por los que valga la pena luchar. Es el estado del hombre transformado en vegetal. Este hombre solo busca placer y comodidad sin plantearse ninguna meta.
Sin embargo, la negación absoluta de antiguos valores abre la posibilidad de afirmar unos totalmente nuevos. Aquí aparece el superhombre. Este es capaz de estar a la altura del asesinato de Dios; este pasará a ser el nuevo Dios, un Dios terrenal.
El superhombre da otro sentido a la realidad y crea valores que se fundamentarán en este mundo. Crea así el sentido de la Tierra, él mismo será el sentido de la Tierra.
Nietzsche no caracteriza con precisión al superhombre, sólo dice que será un espíritu libre que no cederá ante nada.
En una de sus obras, Nietzsche describe las tres transformaciones del hombre antes de convertirse en superhombre:
–
El camello
Representa al hombre capaz de soportar el peso de la ley moral y de la trascendencia. Simboliza al espíritu que se inclina ante lo sublime de la ley moral; su máxima es el deber kantiano.–
El león
En esta metamorfosis, este animal lucha contra su último Dios: la moral y los valores. Crea su libertad aprendiendo a decir que no y finalmente diciendo “yo quiero”.– El niño
: representa la voluntad creadora y espontánea, la libertad verdadera. El niño simboliza la existencia como aventura y juego; consiste en un natural y sincero decir sí a la vida.LA VOLUNTAD DE PODER
Para sustituir los antiguos valores y crear unos nuevos, el superhombre sólo cuenta con la voluntad de poder. Es preciso crear nuevas formas de vida y esto comporta la destrucción de las formas ya agotadas y decadentes que se resisten a morir.
La voluntad de poder es el poder de los creadores, un poder que sin ningún esfuerzo se adueña de la situación por su propia grandeza.
La voluntad de poder se opone a la voluntad de igualdad. La voluntad de igualdad es el intento de reducir todo lo original y excepcional a ordinario y mediocre.
Nietzsche lucha contra la identificación de igualdad con justicia. Encuentra esta identificación en el cristianismo, entre otros. Este afirma que todos somos iguales ante Dios.
EL ETERNO RETORNO
El eterno retorno quiere decir que los ciclos temporales comienzan y acaban constantemente y que se repiten de manera infinita. Cada ser humano está condenado a morir y a volver a vivir la misma vida, en la misma época, en los mismos lugares y con los mismos acontecimientos; y esto se producirá eternamente.
Para Nietzsche esto le sirve de gran consuelo ya que el eterno retorno significa que todo lo desaparecido volverá a ser vida una vez más.
El eterno retorno ha sido interpretado de diferentes maneras muy diversas. Una de ellas lo relaciona con el cristianismo y la resurrección, el retorno a la vida de algo que ya ha existido.
El amor al destino de Nietzsche consiste en amar lo que es necesario; es la aceptación, por parte de la voluntad, del destino enigmático del mundo.
TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES
Nietzsche proclama la importancia de los valores dionisíacos y considera falsos todos los valores aceptados por la sociedad. Muchos de los escritos de Nietzsche están marcados por la idea de transmutación de todos los valores, queriendo destruir los viejos y crear los nuevos.
Nietzsche distingue entre dos morales:
– Moral del señor
: En ella, es bueno todo lo que eleva al individuo, todo lo que se basa a en la afirmación y aceptación de la vida.–
Moral del esclavo
Es la moral de la mediocridad, forjada en el instinto de venganza contra la vida superior. También es la moral de la democracia.
Según Nietzsche, la primera moral que existíó fue la del señor. Ahora bien, como consecuencia de una rebelión de los esclavos se produce la inversión de los valores morales.
En una de sus últimas obras, nuestro filósofo derriba todo tipo de ídolos y todo lo que considera falso y que el mundo toma por verdadero.