Más adelante, en los diálogos que escribió Patón a más avanzada edad, se ve claramente el desarrollo de su teoría de las Ideas y el deber del filósofo para con los ciudadanos. No se trata de ser filósofo para uno mismo, sino que es tarea de éste llevar la sabiduría la resto de los ciudadanos para así hacerlos mejores, y expone esto en sus escritos de La República, donde es tarea del filósofo gobernar, o del gobernante ser filósofo, ya que es la filosofía la única capaz de llegar a la contemplación del mundo de las ideas y no puede ser cualquiera el que acceda a ella -… y nos atrevemos por ello a afirmar que deben gobernar, a fin de que, declarado eso, pueda uno defenderse, mostrando que a ellos toca, de natural, tratar con la filosofía y mandar en Ciudad… – (La República, Libro V 474b); sino los más capaces, quienes deben ser hábiles en batalla y dominar las principales artes; pero sobre todo, el filósofo es aquel cuya alma esta dispuesta a salir de la ignorancia y buscar la claridad lo que lleva a la introducción de uno de los más famosos relatos de Platón, el símil de la caverna, en donde uno de los hombres que está ahí atado logra salir y ve la luz del sol, y cuando vuelve a la caverna para incitar a otros a salir, estos no le hacen caso, pues la realidad de la que habla no es la que ellos están acostumbrados y lo toman por loco e incluso su vida correría peligro al no honrar al mejor de ellos, pero el ha visto la claridad del día y la luz del Sol y sabe que son ellos los ciegos que no quieren ver. Esto es lo que ocurre con el filósofo, ha sido capaz de ver más allá de lo sensible y al intentar transmitirlo son los mismo hombres a quienes intenta ayudar los que lo castigan – …En cambio yo temo que, a causa de mi interés por los hombres, dé a los atenienses la impresión de que lo que tengo se lo digo a todos los hombre con profusión… (Eutifrón 3d) -.
En la República, Platón intenta crear la Ciudad utópica y explica aquí el como se debe tratar a la filosofía, siendo esta privilegiada para los mejores, determinando incluso los estudios que deben tener los niños en las ciencias para luego quienes sean mas aptos puedan, a determinada edad, aprender la dialéctica, que es la herramienta que utiliza el filósofo como peldaño para avanzar a la contemplación del mayor conocimiento – Pero el conocimiento mayor y el mas bello es, con mucho, la regulación de lo que concierne a las ciudades y familias, cuyo nombre es mesura y justicia (El Banquete 209a) -.
La filosofía es, quizás, la búsqueda de la esencia de las cosas, de aquello que no somos capaces de percibir por medio de los sentidos, o que no podemos ver porque estamos atrapados entre la sabiduría y la ignorancia, en lo que Platón llama opinión …la recta opinión es pues, pues, algo así como una cosa intermedia entre el conocimiento y la ignorancia… (El Banquete 202b), pero que sin embargo esta ahí, presente en cada objeto y cada persona; eso que en ellas no cambia, siempre permanece, y que el filósofo esta llamado a encontrar y entender -acerca de los naturales filosóficos quede convenido entre nosotros esto: que están siempre enamorados de aprender lo que les aclare aquella esencia… (La República, Libro VI 485b) -.

Platón es el primer filósofo de la historia del que se tenga registro escrito, me refiero a obras completas, sobre su pensamiento a través de diálogos en los que interfieren diferentes pensadores y personajes históricos de su época. Uno de estos pensadores es Sócrates, hijo de madre partera y reconocido amante de la filosofía -por lo que se puede apreciar en los escritos de Platón, …somos dos amantes: cada uno de dos cosas: yo, de Alcibíades, hijo de Clinias y de la filosofía… (Gorgias 481d) – y que es el principal personaje en toda la obra platónica siendo un filósofo que practica la dialéctica que para él es la mejor forma de llegar al conocimiento de lo intangible, aquello del cual reflejo es el mundo susceptible, a través del diálogo y razonamiento. Sócrates, a través de los escritos de Platón, es atacado constantemente por aquellos se dicen conocedores de las ciencias, quienes afirman que Sócrates no es más que un charlatán que siempre habla de lo mismo sobre lo mismo, mas no es él quien lo refuta, sino que lo afirma diciendo que es la filosofía la que habla a través de él porque, compañero querido, dice ella lo que me estas escuchando decir yo… pues este hijo de Clinias dice unas veces una cosa, otras otra; mas la filosofía siempre las mismas… (Gorgias 482a). Esto también lo vemos en el Laques, en la discusión de sobre cómo se debe educar a los hijos, termina Sócrates hablando de lo que es el valor, que es una parte de la virtud, aunque sin éxito esta vez, ya que entre los tres personajes que participan en este diálogo, no son capaces de llegar a una definición acertada de lo que es la virtud, y de esta manera no pueden definir a una de sus partes: Por tanto, no hemos encontrado, Nicias, en que consiste la virtud (Laques 199e).
En los escritos más tempranos de Platón podemos apreciar la búsqueda de Sócrates de lo que son realmente las cosas mediante variados razonamientos, siempre interrogando a su interlocutor sobre lo que le va contestando para que él mismo se de cuenta de las cosas y así ayudarlo a dar a luz la verdad (mayéutica) – Me parece, amigos, que Sócrates habla acertadamente. Pero a vosotros os toca decidir, Nicias y Laques, si os viene bien y de grado ser interrogados y dar explicación sobre estos temas.(Laques 187c)- Sin embargo, cuando Sócrates no encuentra un camino para proseguir con sus razonamientos, no titubea en comenzar desde el principio para encontrar la tan preciada sabiduría aunque muchas veces sus sabios interlocutores no están dispuestos ayudarle a llegar a ella -¿Qué haces amigo? Te alejas derribándome de la gran esperanza que tenía de que, tras aprender de ti lo que es pío y lo que no lo es, me libraría… (Eutifrón 15e).