Racionalismo de Descartes: La Duda Metódica y el Cogito Ergo Sum

Descartes: Racionalismo: Corriente filosófica que nace en el siglo XVII con Descartes, y que es cultivada con otros pensadores posteriores como Spinoza y Leibniz. El contexto filosófico del que surge el Racionalismo tiene su origen en:

a) Crisis de la escolástica: En el siglo XIV con Guillermo de Ockham y el nominalismo, los dominios de fe y de la razón comenzarán a separarse y la filosofía atenderá antes a las realidades singulares.

b) El humanismo renacentista: Que recupera la tradición griega de manera diferente a la de la escolástica, y que pone al hombre en el centro del universo, exaltando su dignidad y sus capacidades naturales. Frente al teocentrismo medieval, el Renacimiento es antropocéntrico.

Como consecuencia de estos cambios surge el Racionalismo.

Características del Racionalismo:

  • Confianza absoluta en la razón humana y en su capacidad para llegar a descubrir por sí sola las verdades sin la ayuda de ninguna otra instancia, como los sentidos.
  • Concepción unitaria de la razón: La estructura de la razón es única y se aplica en diferentes contenidos.
  • Innatismo de las ideas: Para el Racionalismo, las ideas de la razón hallan su última justificación dentro de su propio seno. Podemos tener ideas cuyo origen esté en la experiencia sensible, pero los primeros principios del conocimiento están en su propia razón, al margen de los sentidos.
  • Recurso al método: Si la razón es única, debe poseer una estructura a la que podamos llegar mediante un procedimiento general.

El Método Cartesiano

El método es el camino seguro que hay que recorrer para no errar en el conocimiento y establecer con certeza los primeros principios y verdades del mismo. Descartes expone las 4 reglas del método en el Discurso del método, en 1637.

Reglas del Método Cartesiano:

  1. 1ª Regla: Evidencia. Es la regla de la evidencia como criterio de la verdad. Ninguna verdad debe ser aceptada a menos que sea evidente que lo es. La evidencia se define como claridad y distinción.
  2. 2ª Regla: Análisis. Es la regla del análisis. Se trata de descomponer las cuestiones en tantas partes como se pueda, de manera que al final solo quedan naturalezas simples, que son los elementos indivisibles del conocimiento. La intuición consiste en la captación de tales naturalezas simples.
  3. 3ª Regla: Síntesis. Regla de la síntesis. Consiste en enlazar unas naturalezas simples con otras simples o complejas, en series o cadenas deductivas. La deducción nos permite llevar a las cuestiones más complejas la misma seguridad y certeza de las naturalezas simples, sin que la certeza se pierda en el proceso.
  4. 4ª Regla: Enumeración. Una vez que hemos descompuesto la regla del análisis y hemos formado cadenas deductivas que van de lo simple a lo compuesto (regla de la síntesis) a la mente le hace falta recorrer toda la cadena, de forma que la verdad se transmita desde la intuición de los elementos simples hasta la deducción de los más complejos.

El método cartesiano debe mucho al método deductivo de las matemáticas. La 1ª regla nos dice cuándo debemos aceptar una proposición como verdadera. La 2ª nos insta a dividir el problema en los elementos más simples posibles, para enlazarlos después en una síntesis deductiva (3ª regla). La 4ª regla nos recomienda el ejercicio de la revisión y la enumeración, para captar inmediatamente la corrección de toda la demostración.

Planteamiento y Niveles de la Duda

El Sentido de la Duda Cartesiana:

Examinar atentamente todos los ámbitos del conocimiento, y desecharlos en cuanto encuentre la mínima posibilidad de que no sean seguros, para así llegar a un núcleo de verdad absolutamente cierto del que ya no se puede dudar. La duda cartesiana es una duda metodológica o duda metódica (afirma que no hay nada sobre lo que nos podemos pronunciar con verdad).

Descartes propone 3 diferentes niveles de la duda:

  1. 1º Nivel: Los Sentidos. Nos engañan a veces y nos aportan información falsa acerca del mundo, y si lo hacen ocasionalmente no hay motivo para creer que no lo harán siempre.
  2. 2º Nivel: La Vigilia y el Sueño. Según Descartes, podría pasar que aunque el contenido de mi percepción sensorial sea falso no tendría por qué serlo el hecho de que percibo algo. La imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño se constituye en motivo radical de duda, ya que las cosas evidentes se nos revelan falsas cuando despertamos.
  3. 3º Nivel: El Genio Maligno. No podemos estar seguros de la veracidad de la información que nos aportan los sentidos; tampoco podemos distinguir el sueño de la vigilia, con lo que las verdades más evidentes podrían ser tan ficticias como las imágenes que nos aparecen en los sueños. Según Descartes, en las demostraciones del álgebra y geometría hasta los mejores hombres cometen errores, y aun cuando nos parezcan evidentes los principios más generales de las matemáticas, podría ser que un genio maligno, omnipotente y empeñado en engañarnos nos confundiese siempre respecto a aquello que creo tener por más seguro.

El Descubrimiento del Yo y el Criterio de Verdad

Con el famoso pienso, luego existo arranca toda la filosofía cartesiana, pues es una proposición verdadera y absolutamente indudable. Si dudo, pienso, y no puedo pensar sin ser. La duda puede alcanzar el contenido del pensamiento, pero no al pensamiento mismo, que existe necesariamente.

El descubrimiento de esta 1ª verdad es crucial para el pensamiento cartesiano por 2 motivos:

  1. Prepara la fundamental distinción entre alma y cuerpo, entre sustancia pensante y materia.
  2. Mi existencia como sujeto pensante no es solo la 1ª verdad y la 1ª certeza del conocimiento, sino el prototipo de toda verdad y toda certeza.

De la forma del 1er principio de su filosofía saca Descartes el criterio de la verdad.

Las Ideas del Yo

Descartes ha encontrado una 1ª verdad a partir de la cual construye el resto del edificio filosófico: la indudable existencia de la sustancia pensante. Todos los elementos desde los que debe deducir (demostrar) la realidad material y Dios, están en el mismo pensamiento. El pensamiento tiene ideas, dice Descartes, y estas ideas no son todas del mismo tipo. En los actos mentales, son todas iguales, pero en la realidad objetiva de cada idea, Descartes diferencia 3 tipos de ideas:

a) Ideas Adventicias: Las ideas que parecen venir de la experiencia que tenemos del mundo externo y que se forman en mí a través de la información que los sentidos me aportan.

b) Ideas Facticias: Ideas formadas por combinación de otras ideas adventicias, es decir, ideas que construye la mente usando como materiales las percepciones sensibles que aparecen en las ideas adventicias.

c) Ideas Innatas: Ideas que no parecen provenir de la experiencia ni de combinaciones de ideas. Se trata de las ideas innatas, ideas que el pensamiento posee en sí mismo. Son las ideas más importantes para el racionalismo, porque desde ellas, se construirá todo el sistema de verdades.

La Existencia de Dios y el Mundo

Descartes, en vez de sustentar el conocimiento de Dios sobre el mundo, demuestra la existencia del mundo y de la realidad corpórea desde la existencia de Dios.

¿Cómo demuestra Descartes la existencia de Dios?

Descartes da 2 argumentos:

  1. 1er Argumento: La Idea de Infinito. Parte de la existencia en el yo de la idea de infinito. Esta idea no puede haberse formado por negación de la idea de lo finito, ya que hay más realidad en la idea de lo infinito que en la de lo finito. La idea de lo infinito, no es facticia, es una idea innata, y es identificada por Descartes como Dios.
  2. 2º Argumento: El Argumento Ontológico. El argumento ontológico. La existencia de la realidad corpórea del mundo es demostrada recurriendo a la infinita bondad y veracidad divina, que no podrá engañarnos cuando pensemos que existe un mundo externo a nosotros.

Las Tres Sustancias

De la existencia del yo pensante y de las ideas que piensa, Descartes concluye con la existencia de Dios y de las realidades corpóreas. Llama a cada uno de estos ámbitos sustancias. Para Descartes, sustancia es toda cosa que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra para existir. Aquello a lo que únicamente podemos llamar sustancia con exactitud es a Dios ya que tanto el pensamiento-alma, como la materia-extensión-cuerpo son obra de Dios. Esta definición también se aplica al alma y al cuerpo, porque son ámbitos que no necesitan el uno del otro para existir. Tenemos entonces 3 sustancias: Dios, alma y mundo.

Cuando Descartes encuentra la 1ª proposición de su filosofía, encuentra que el pensamiento está separado del cuerpo y es más fácil de reconocer que él. El cuerpo, también puede concebirse separadamente del alma, y se comporta como un mecanismo vacío, guiado por la necesidad. En el alma, en cambio, es donde residen la voluntad y la libertad del hombre.

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