Existencia Necesaria de Dios
En la res cogitans se hallan ideas o pensamientos que pueden ser innatos, adventicios (provenientes del exterior) o facticios (creados por el propio sujeto a partir de las ideas adventicias). Entre estas ideas se encuentra la de Dios como «sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente», creador universal de todo lo que está fuera de él. La idea de Dios no puede ser una idea adventicia porque en el mundo físico no hay nada que sea infinito ni perfecto, tampoco puede ser facticia ya que estas se originan a partir de las adventicias, por lo que solo puede ser innata.
Argumento ontológico: Se demuestra a priori la existencia necesaria de Dios. Se afirma que el hombre, sujeto finito, no puede haber producido la idea de un ser infinito; es el infinito la condición del sujeto finito limitado, por tanto, Dios existe necesariamente como autor de la idea de sí mismo impresa en la res cogitans. La idea de Dios como ser infinito incluye la absoluta perfección y la ausencia de malicia. Dios no puede ser engañador, es decir, actuar de modo tal que yo siempre me engañe cuando afirmo la verdad de lo que concibo clara y distintamente. Podemos afirmar también la realidad del mundo externo, en los términos en que la concebimos de forma clara y distinta, no solo como posible sino como dada independientemente de nosotros, como una res extensa totalmente heterogénea y separada con respecto al pensamiento. La filosofía configura un programa racional en el que la razón, el sujeto humano procediendo metódicamente, reconoce y determina lo verdadero (lo existente), quedando Dios como una garantía de la existencia de otras conciencias y del mundo físico (res extensa).
Marco Histórico
El racionalismo se enmarca en el continente europeo en el siglo XVII. Con respecto al ámbito religioso, se produjeron en el siglo XVI los cismas cristianos de la Reforma luterana y calvinista, y la escisión anglicana. Estos cismas provocaron disputas doctrinales entre católicos y protestantes. También se produjeron enfrentamientos armados que se plasmaron en la Guerra de los Treinta Años, en la que Descartes participó como soldado. Estos acontecimientos introdujeron en la filosofía la búsqueda racionalista de un Dios filosófico que fuese ajeno a las disputas religiosas. La Guerra de los Treinta Años fue más que evidente en Alemania, donde el empobrecimiento y la división interna impidieron su desarrollo. España, por su parte, agotada por la guerra y por las dificultades socioeconómicas, dejó de ser la primera potencia europea; los Países Bajos se independizaron. El desarrollo de las monarquías absolutas en el siglo XVII supuso el mantenimiento de los tres estamentos del feudalismo: la nobleza, el clero y el pueblo llano. El máximo representante del absolutismo fue Luis XIV, que reinó en Francia desde 1643 hasta 1715, eliminó cualquier poder intermedio y no contó con instituciones políticas anteriores. Gracias a la centralización del poder y la modernización de la administración del Estado y del ejército, Francia se convirtió en la primera potencia europea.
Contexto Sociocultural
El Barroco Español
- Pintura: Velázquez, Zurbarán, Ribera, Murillo, etc.
- Literatura: Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Calderón de la Barca.
La Modernidad
Confianza en las capacidades del ser humano, autonomía de la razón y métodos de investigación racionales: las matemáticas como modelo.
Contexto Filosófico
La crisis europea también se reflejó en la filosofía. Debido a las múltiples corrientes de pensamiento renacentista y la separación de la razón y la fe, la cultura de la época parecía hundirse en el desconcierto. Como consecuencia de esta crisis, surgió la búsqueda de una razón que evitara el escepticismo. Esta nueva mentalidad se plasmó en el racionalismo, iniciado por Descartes, y significó el nacimiento de la filosofía moderna. Había un desajuste entre la visión del mundo y los avances científicos del momento. Los autores renacentistas habían vuelto la mirada hacia el pensamiento clásico, mientras que los filósofos racionalistas tenían como objetivo sustituir la vieja filosofía por otra nueva, más acorde con la nueva física, ciencia que se funda en el poder deductivo de la razón. No querían separar la ciencia de la filosofía. El racionalismo convivió con el empirismo, movimiento que se inició y desarrolló en las Islas Británicas.
Rasgos del Pensamiento Racionalista
- Plena confianza en la razón humana como única fuente válida de conocimiento e independiente de la experiencia y, por contraste, la no confianza en el conocimiento procedente de los sentidos.
- Afirmación de la existencia de ideas innatas en nuestra mente. El objeto del conocimiento ya no es la realidad misma, sino las ideas que el mismo espíritu humano origina. Estas ideas se consideran universales y seguras, por lo que no proceden de la experiencia.
- Búsqueda de una ciencia única que permitiera al ser humano el dominio de la naturaleza, una vida longeva y feliz. El modelo de la filosofía se encuentra en las matemáticas, ya que su evidencia y necesidad permiten proceder con seguridad y exactitud.
- Propuesta de una moral apoyada en la razón, que guiase al ser humano hacia una vida sosegada, en concordia consigo mismo y con sus semejantes. El gobierno de la razón sobre las pasiones haría posible este ideal.