Racionalismo Filosófico: Descartes y el Método Deductivo

Características Generales del Racionalismo Filosófico

El racionalismo es una corriente filosófica que se caracteriza por la primacía de la razón en la fundamentación del conocimiento. A continuación, se detallan sus principales rasgos:

  • La razón es capaz de conocer por sí misma y de progresar autónomamente en la adquisición de conocimientos.
  • Se establece una distinción fundamental entre lo conocido a través de la razón, sin la intervención previa de la experiencia, y los datos obtenidos por medio de los sentidos.
  • La preeminencia de la razón sobre los sentidos y la defensa de la existencia de ideas innatas son características fundamentales del racionalismo, no del empirismo.
  • Las ideas son el objeto del conocimiento humano. El término “idea” se empleará para referirse a las representaciones del sujeto.
  • El método deductivo de las matemáticas se convierte en el modelo a seguir: a partir de determinados principios obtenemos determinadas conclusiones ciertas.
  • El supuesto de que la razón es una y la misma para todos los seres humanos propiciará la búsqueda de un único método capaz de alcanzar todos los conocimientos posibles.
  • El carácter deductivo del método y la suposición de que existen contenidos o ideas innatas tendrá también su aplicación en el ámbito de la moralidad, donde corresponde a la razón el control de las pasiones.

Descartes y el Racionalismo

René Descartes (1596-1650) fue un filósofo, matemático y científico francés, considerado uno de los padres de la filosofía moderna y el principal exponente del racionalismo en el siglo XVII. Esta corriente se opone al empirismo inglés del siglo XVIII, y sostiene que nuestros conocimientos válidos sobre la realidad provienen del entendimiento, no de la experiencia sensible. Descartes afirma también que hay ideas innatas en el entendimiento y que nuestro conocimiento se construye deductivamente a partir de ciertas ideas y principios evidentes.

El Método Cartesiano

El objetivo de Descartes era el logro de la verdad filosófica mediante la razón. Pretendía construir una filosofía que asegurase el conocimiento perfecto de todas las cosas que el hombre puede conocer.

Las dos grandes operaciones de la mente son:

  • La intuición: un ver con claridad y con distinción, que no deja lugar a dudas.
  • La deducción: toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos con certeza.

El método propuesto por Descartes, válido para todas las ciencias, consiste en reglas para emplear correctamente esas dos operaciones mentales. Las reglas del método son:

  • Evidencia: no aceptar como verdadero nada que no se conozca con total evidencia.
  • Análisis: reducir las ideas compuestas a ideas simples.
  • Síntesis: conociendo intuitivamente las proposiciones más simples, hay que intentar buscar todas las demás.
  • Enumeración: realizar revisiones generales para asegurar la validez del proceso.

Descartes propone un método que ha de ser matemático y universal, sea cual sea su aplicación o campo del saber a que se refiera. La primera ventaja que nos proporciona el método es evitar el error. Pero, además de proporcionarnos un conjunto de reglas o procedimientos para deducir lo que ya conocemos, puede aplicarse a cualquier nuevo campo del saber. El método permitirá que aumentemos nuestros conocimientos y descubramos nuevas verdades.

Descartes plantea el método como solución al conocimiento, propone el método como solución a la búsqueda de la realidad absoluta, y, junto con la duda cartesiana, intenta dar solución al verdadero conocimiento. El método se caracteriza por el uso de la razón frente a los sentidos, lo que le otorga seguridad a la hora de fundar el conocimiento.

La Duda Metódica y el Cogito

El resultado de la duda cartesiana establecida por Descartes posee la finalidad de quedarnos con el verdadero conocimiento de la realidad. A través de la duda se descarta todo aquel conocimiento falso, por lo que el resultado de la duda es el de rechazar los falsos conocimientos, abriéndonos camino a la verdad universal.

Reglas del Método

  • Intuición primera o evidencia: No admitir como verdadero nada a no ser que se supiera con evidencia que lo es. Descartes decide no precipitarse y no admitir como certeza nada más que aquello que se presentase como idea clara y distinta en su mente, sin duda de algún tipo.
  • Análisis: División de las dificultades que se examinan en toda su extensión, dividiéndolas en átomos de conocimiento.
  • Síntesis: Conducción ordenada de los pensamientos empezando por los objetos más simples para ir ascendiendo gradualmente hasta llegar a otros más complejos.
  • Comprobación: Realizar comprobaciones y cálculos concretos con el fin de asegurar la validez o certeza de los procedimientos utilizados.

Motivos de la Duda

  • De los sentidos: Se puede dudar de todo cuanto se percibe por los sentidos porque algunas veces nos engañan, nos inducen a error y, por lo tanto, no nos podemos fiar de ellos.
  • Del mundo exterior: Duda de la imposibilidad de diferenciar la vigilia y el sueño. Es posible concebir que estemos dormidos y que todas esas percepciones no sean verdaderas. Esta duda no afecta a las proposiciones matemáticas.
  • Duda de los propios razonamientos: Es posible dudar incluso de las proposiciones matemáticas. Puedo suponer que exista algún genio maligno que emplee todas sus energías en engañarme, es decir, puedo considerar la posibilidad de haber sido constituido de tal modo que me engañe incluso al pensar que son verdaderas aquellas proposiciones que inevitablemente me parecen ciertas.

Descartes afirma que, para lograr una primera verdad de donde se deduzcan las demás, hay que empezar dudando de todo aquello que se pueda dudar (de lo que se percibe por los sentidos, de la imposibilidad de diferenciar la vigilia del sueño y de los propios razonamientos, ya que puedo concebir que exista un genio maligno que me engañe al pensar incluso en proposiciones matemáticas). La duda cartesiana es universal, metódica, teorética y provisional.

Encontró la primera verdad en el cogito: «Yo no puedo dudar de que pienso, ni de que, al pensar, estoy existiendo». Sugiere como regla general que todo aquello que percibimos con claridad y distinción es verdadero. El pensamiento siempre piensa ideas que pueden ser de tres tipos:

  • Adventicias: parecen provenir de la experiencia sensible.
  • Facticias: provienen de la imaginación y voluntad.
  • Innatas: ideas que el entendimiento posee por sí mismo.

Dios y las Tres Sustancias

Descartes se propone examinar si hay un Dios que tenga al menos tanta realidad objetiva como la idea del yo, un Dios, no engañador, que le asegure la certeza del resto de las cosas. Estableció tres pruebas a partir de la idea de Dios, que es innata al alma.

Si dudo es porque me concibo como un ser limitado, imperfecto y finito, pero no sería posible tener el concepto de lo finito sin la idea de lo infinito, luego ha de existir un ser que tenga esas perfecciones (Dios). El argumento ontológico afirma que la existencia es en sí misma una de las perfecciones divinas y pertenece a la esencia divina.

Una sustancia es una cosa que no requiere ninguna otra para existir. Este concepto sólo puede aplicarse con rigor a Dios, pero Descartes extiende esta concepción de sustancia, por analogía, a los seres finitos, que sólo necesitan de Dios para poder existir. Distinguió entre tres clases de sustancias:

  • Res infinita: sustancia infinita y necesaria (Dios).
  • Res cogitans: sustancia pensante (alma).
  • Res extensa: sustancia extensa (cuerpos materiales).

Res Cogitans

La res cogitans es la sustancia pensante, la sustancia espiritual, el alma, cuyo atributo esencial es el pensamiento. Es la sustancia cuya naturaleza es la de pensar.

Res Extensa

La res extensa es la sustancia corpórea, procede de sensaciones exteriores al cuerpo. Es un método deductivo a partir de Dios y no se basa en la experiencia.

Res Infinita

La res infinita es la sustancia perfecta, procede así del ser imperfecto. El ser que duda es imperfecto y esto reclama a un ser perfecto, infinito, que es Dios.

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