Racionalismo y Duda Metódica de Descartes: Pensamiento, Existencia y Dios

Racionalismo Cartesiano

El racionalismo consiste en la unificación de todas las ciencias bajo el principio único de la razón. Al poseer la razón un carácter universal, se postula la posibilidad de un método universal que permita la unificación del saber. Este saber universal se basaría en la razón y el método, ambos universales.

Características del Racionalismo:

  • Uso de la razón como única fuente de conocimiento.
  • Indagación sobre el tema del conocimiento.
  • Búsqueda del conocimiento verdadero.
  • Criterio de certeza: la razón (racionalismo) o la experiencia (empirismo).

Racionalismo Clásico y Matemáticas

El racionalismo clásico se inspira en el método matemático. Las matemáticas se derivan del pensamiento deductivo, de una lógica basada en principios aceptados sin demostración: los axiomas. René Descartes, además de filósofo, fue un excelente matemático, cuyos teoremas y fórmulas han contribuido al desarrollo científico.

La Duda Metódica

La duda metódica, una duda hiperbólica o exagerada, busca acceder a la verdad filosófica mediante el uso de la razón. Su objetivo es producir una filosofía cierta y bien ordenada. Descartes no puede resolver ningún razonamiento con seguridad excepto el cogito.

Fases de la Duda Metódica:

  1. Primera fase: Pone en cuestión su propia realidad, así como la de Dios y del mundo en general. Luego, mediante su “cogito ergo sum” (pienso, luego existo), Descartes habilita su existencia. Posteriormente, al comprender que la sola idea de un ser perfecto implica la existencia de ese ser perfecto, deduce la existencia de Dios. Finalmente, entendida la existencia de Dios, puede habilitar la existencia del resto de sus creaciones.
  2. Primer momento (la duda):
    • Duda de los sentidos: El sueño es indistinguible de la vigilia, lo que pone en cuestión la totalidad de los actos de percepción.
    • Duda de la razón y la deducción: Dios nos ha podido crear para que nos engañemos siempre (hipótesis del genio maligno), lo que pone en cuestión la razón, incluida la intuición de las verdades matemáticas.
  3. Segundo momento: Descubrimiento del cogito:
    • La proposición “pienso, luego existo” es indudable.
    • Podemos aceptar que existimos como seres o cosas pensantes.
  4. Tercer momento: “Recuperación del mundo”:
    • Primera parte: Demostración de la existencia de Dios: Nuestras ideas no son dudosas. Observar y clasificar los tipos de ideas. Demostración de la existencia de Dios por la idea de un ser perfecto, la imperfección y dependencia de mi ser.
    • Segunda parte: Demostración de la legitimidad y objetividad de nuestras facultades cognoscitivas: Bondad de Dios; dado que Dios existe, nos ha creado y es bueno, podemos confiar en nuestros sentidos y nuestra razón, en todo lo que se presente con claridad y distinción a nuestra mente. Rechazo de los anteriores motivos de duda, en la hipótesis del genio maligno y de la indistinción entre sueño y vigilia.
Hipótesis del Genio Maligno

No podemos saber con seguridad ningún axioma ya que puede haber un ente (al que Descartes llama genio maligno) que nos introduzca las ideas, haciéndolas inciertas.

Intuición y Deducción

La intuición se desprende de la percepción directa del mundo por medio de los sentidos, mientras que la deducción nace de un proceso racional y abstracto que no depende de los sentidos.

Regla de la Evidencia: Claras y Distintas

Es la primera y más importante de las reglas del método. Consiste en aceptar como verdadero sólo aquello que se presente con “claridad y distinción”, es decir, con evidencia. Es el ejercicio de la intuición. Esta regla da lugar a la duda metódica y, tras su superación, al conocimiento como ciencia o saber estricto. En los “Principios de filosofía”, Descartes afirma que nunca nos engañaremos si nos limitamos a describir en nuestros juicios sólo aquello que conocemos clara y distintamente. El error se origina en que juzgamos antes de tener un conocimiento exacto de lo juzgado. La voluntad, imprescindible para asentir a un juicio, puede ir más allá de lo que se ofrece con claridad y distinción, llevándonos al error.

El Cogito como Demostración

Descartes demuestra que piensa (y por lo tanto existe) ya que, aunque un genio maligno le haya inducido la idea, él duda sobre ello, lo que implica pensamiento.

Otras Mentes y la Propia Mente

Podemos dudar de la existencia de otras mentes, ya que no podemos saber con certeza si realmente piensan. La única mente de la que podemos estar seguros es la nuestra, pues al dudar, pensamos.

Superando el Solipsismo

Descartes argumenta que, si bien el genio maligno no puede engañarnos acerca del cogito, sí puede hacerlo acerca de cualquier otro conocimiento, por evidente que parezca. Para ir más allá del cogito, es preciso eliminar la hipótesis del genio maligno. Descartes supera el solipsismo (la idea de que solo existe la propia mente) al demostrar la existencia de Dios.

La Idea y su Clasificación

Descartes define «idea» como todo contenido de la mente capaz de representar algo. Clasifica las ideas en:

  • Ideas adventicias: Aquellas que parecen provenir de nuestra experiencia externa (ej: árbol, hombre, caballo).
  • Ideas facticias: Aquellas que construye la mente a partir de otras ideas (ej: sirena, Pegaso).
  • Ideas innatas: Las que posee en sí mismo el pensamiento (ej: existencia, pensamiento). No son construidas ni proceden de la experiencia externa, sino que se derivan del cogito. Las conocemos de manera inmediata y evidente, como el cogito.

La Existencia de Dios según Santo Tomás

Descartes discute la prueba ontológica de la existencia de Dios de Santo Tomás de Aquino. Argumenta que comprender el significado de la palabra «Dios» no implica necesariamente que Dios exista en la realidad, sino solo en la comprensión del entendimiento. Para deducir la existencia de Dios, se debe presuponer que en la realidad hay algo mayor que lo que puede pensarse, lo cual no es aceptado por quienes niegan la existencia de Dios.

Dualismo Cartesiano: Mente y Cuerpo

Descartes defiende un dualismo sustancial: el alma es independiente del cuerpo. El cuerpo podría no existir, pero el alma o mente seguiría existiendo. El alma es la esencia o naturaleza específica del ser humano.

Sustancias, Atributos y Modos

Sustancia: Una realidad que existe sin necesidad de otra realidad. Cada sustancia se define por sus atributos, que expresan sus rasgos esenciales. Las sustancias finitas también tienen propiedades no esenciales: los modos. Los modos no son esenciales porque se pueden pensar sin la sustancia, pero no al revés.

Los Animales y la Mente

Descartes distingue entre acciones reflejas o involuntarias, donde el cerebro responde mecánicamente a estímulos externos sin intervención de la mente, y acciones voluntarias, donde la mente ordena al cerebro. Esta capacidad de la mente es específica del ser humano y le otorga libertad.

Mecanicismo Cartesiano

El mecanicismo cartesiano afirma que el cuerpo es una máquina y que sus operaciones se explican por las mismas leyes físicas que rigen el mundo inanimado.

Explicaciones Mecanicistas para la Conducta Humana

El mecanicismo cartesiano no puede explicar completamente la conducta humana, ya que esta está directamente relacionada con la razón y el pensamiento, los cuales pertenecen al ámbito de la mente, no al del cuerpo-máquina.

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