Racionalismo
Descartes es un autor racionalista, entre sus obras más importantes destacan: El Discurso del Método y Meditaciones Metafísicas. Los principales representantes del racionalismo junto con él son: Spinoza y Leibniz. El racionalismo es una corriente filosófica que se desarrolla en el Barroco (s. XVII-XVIII) que considera que la razón es la única fuente válida de conocimiento. Esto lo diferencia:
- Por un lado, de los filósofos medievales que se atenían también a la fe, la tradición y la autoridad.
- Por otro, de un grupo de filósofos llamados empiristas que viven también entre los siglos XVII y XVIII, y que consideran que la razón ha de trabajar siempre con los datos de experiencia.
Las características del racionalismo se podrían resumir en:
- Todo autor racionalista es un seguidor de la razón.
- Se elimina todo problema que la razón no pueda entender.
- La fe no tiene valor alguno en filosofía.
- La razón predomina sobre la experiencia.
- Cultivan preferentemente las matemáticas.
- Afirma que el ser humano posee ideas innatas, que estas tienen valor objetivo y se conocen de forma intuitiva; a partir de estas ideas básicas podemos extraer todas las demás por deducción.
Descartes fue considerado el padre de la filosofía moderna. A diferencia de la filosofía anterior, coloca la subjetividad en el punto de partida de la reflexión filosófica. La claridad y la distinción como criterio de verdad crean un estilo de pensamiento que prevalecerá en el pensamiento posterior. Su método, en el que están presentes elementos matemáticos y geométricos, ejercerá una notable influencia en el desarrollo posterior de la ciencia experimental, en la antropología, la ética y la metafísica racionalista.
Empirismo
El empirismo es una corriente filosófica contrapuesta en muchos aspectos, al racionalismo, lo cual se refleja en las frecuentes polémicas entre los representantes de ambas corrientes. La contraposición aparece más clara si se tiene en cuenta que el racionalismo había tomado como modelo a la ciencia moderna únicamente en su aspecto matemático, y que el empirismo había recogido el otro aspecto: la importancia de la experiencia. Con el empirismo, el problema del conocimiento -origen y validez del mismo- pasa a ser el tema fundamental, o al menos el tema previo e ineludible antes de comenzar cualquier otra investigación. Las tesis fundamentales del empirismo se pueden resumir:
- El origen del conocimiento es la experiencia.
- El conocimiento humano no es ilimitado: la experiencia es su límite.
- Todo conocimiento es conocimiento de ideas: en esta tesis coinciden racionalistas y empiristas.
En conclusión: el empirismo propone un nuevo concepto de razón: una razón dependiente y limitada a la experiencia. Razón que, sin embargo, es la única guía del hombre y debe tener una finalidad práctica: considerando imposible la metafísica, los empiristas se dedican a cuestiones morales, religiosas, pedagógicas… Y por primera vez es una razón crítica que examina sus propios límites y posibilidades. Los principales representantes del empirismo son: Locke, Berkeley y Hume.
John Locke
John Locke construyó un sistema moral caracterizado por su tolerancia y desarrolló unas ideas políticas en cuyo centro se encuentra el individuo, otorgando al Estado únicamente la función de servirle y velar por su bienestar. Su pensamiento político sentó las bases del liberalismo moderno. Entre sus obras más relevantes se hallan Cartas sobre la tolerancia, Tratados sobre el gobierno civil y Ensayo sobre el entendimiento humano.
David Hume
David Hume no está interesado en realizar un mero ensayo sobre los límites y principios del entendimiento humano sino en impulsar una ciencia sistemática de la naturaleza humana, de ahí el título de su obra principal Tratado de la naturaleza humana. No es un simple crítico de las ideas tradicionales de la metafísica racionalista, sino que su filosofía supone una ruptura con el ideal griego de la ciencia como un conocimiento de carácter universal y necesario (reservado ahora a las ciencias formales); este cambio será clave para el progreso de las ciencias experimentales, que se basan en probabilidades.