Primer Wittgenstein: el Tractatus lógico-philosophicus
La tesis fundamental del Tractatus es esta estrecha vinculación estructural (o formal) entre lenguaje y mundo, hasta tal punto que: «los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo» .En efecto, aquello que comparten el mundo, el lenguaje y el pensamiento es la forma lógica gracias a la cual podemos hacer figuras del mundo para describirlo.Los hechos son «estados de cosas»,un hecho es que el libro está sobre la mesa, lo cual se revela como una relación entre «el libro» (que podemos llamar objeto «a») y «la mesa» (que podemos llamar objeto «b»).Una proposición con sentido figura un estado de cosas posible. Para que la proposición sea verdadera, el hecho que describe debe darse efectivamente.L a realidad será la totalidad de los hechos posibles, los que se dan y los que no se dan.
Si algo es pensable, ha de ser también posible, es decir, ha de poder recogerse en una proposición con sentido. El pensamiento es una representación de la realidad. La realidad es aquello que se puede describir con el lenguaje.
La lógica establece cuál es el límite del lenguaje, del pensamiento y del mundo, y de ese modo se muestra el propio límite que, obviamente, ya no pertenece al mundo, quedando fuera de ese ámbito de lo pensable y expresable.
La ética, lo que sea bueno o valioso, no cambia nada los hechos del mundo; el valor debe residir fuera del mundo, en el ámbito de lo místico. De lo místico no se puede hablar, pero una y otra vez se muestra en cada uno de los hechos que experimentamos.
Segundo Wittgenstein: las Investigaciones filosóficas
En las investigacioens filosóficas a diferencia que en el Tractatus no se trata de buscar las estructuras lógicas del lenguaje, sino de estudiar cómo se comportan los usuarios de un lenguaje, cómo aprendemos a hablar y para qué nos sirve.
El criterio para determinar el uso correcto de una palabra o de una proposición estará determinado por el contexto al cual pertenezca, que siempre será un reflejo de la forma de vida de los hablantes.
El lenguaje es un como un conunto de juegos en el cual las reglas no pueden ser privadas, pertenecen a una comunidad, si me pierdo en una isla desierta, y establezco un juego para entretenerme, al día siguiente no puedo estar seguro de si cumplo las mismas reglas que el día anterior, pues bien podría fallarme la memoria o haber enloquecido.
¿qué sucede con esos términos que refieren a nuestras experiencias privadas, los llamados términos mentales, como «dolor»? El significado de la palabra «dolor» es conocido por todos. Sin embargo, yo no puedo saber si llamas «dolor» a lo mismo que yo, ya que yo no puedo experimentar tu dolor, sino solamente el mío. Esto lleva a Wittgenstein a comprender que el uso de la palabra «dolor» viene asociado a otra serie de actitudes y comportamientos (quejas, gestos o caras de dolor, etc.) y que sólo en base a ello terminamos por asociar la palabra «dolor» a eso que sentimos privadamente.
Ortega y Gasset
Perspectivismo y raciovitalismo
El perspectivismo comienza con la publicación “Meditaciones del Quijote” y a esta etapa pertenece la frase “yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Para Ortega, “el yo” está inmerso en unas circunstancias (cultura, familia…), desde las que actúa e interpreta para realizar su proyecto vital.
Conocemos la realidad desde nuestras circunstancias y esta percepción es intransferible y la verdad se irá construyendo unificando el mayor número de perspectivas que sean complementarias. Supera el escepticismo, que niega la posibilidad de hallar la verdad y el Racionalismo que impone una única perspectiva para todos. El raciovitalismo critica los excesos del Racionalismo y el irracionalismo al que nos conduce el vitalismo. Impone la vida sobre el pensamiento, que es lo que nos permite entender la vida. Propone una razón vinculada a la vida: una razón vital. Para Ortega la vida humana es personal y cada uno debe actuar desde sus circunstancias y desde la libertad para ser responsable de ella y tener una vida plena. En su frase “No vivimos para pensar, pensamos para poder vivir”, recoge que necesitamos la razón para vivir, para actuar y “diseñar nuestra vida”.
RAZÓN VITAL Y RAZÓN Histórica/ideas y creencias
(Las ideas en general son las coordenadas que emplean los seres humanos para situarse en el mundo.)
-La realidad y, dentro de ésta la vida estaba ahí con primacía ontológica antes de que ningún filósofo diera cuenta de ella. El pensamiento viene después y debe abordar esa realidad y esa vida que le son preexistentes.
-Si la realidad preexiste al pensamiento, éste es secundario respecto a aquella. La tarea de la razón será “dar razón” de aquello que le precede, comprender los elementos de la realidad.
-Lo que más interesa a Ortega es la vida, pero la vida como realidad radical que debe cumplir una serie de condiciones:
La vida, según Ortega, es drama y el hombre tiene que actuar, no puede situarse como espectador sino como autor de su propia vida. En relación con el mundo, con las cosas y desde sus circunstancias tiene que elegir su proyecto vital, diseñar lo que quiere llegar a ser. Por eso, la vida nunca está hecha sino que siempre está por hacer, pero para que sea auténtica es necesario diseñar un proyecto de vida. “No vivimos para pensar, sino pensamos para poder vivir” se introduce en la vida la razón, porque el hombre necesita de ella para poder pervivir, es un elemento constitutivo de la vida. La razón para el hombre es razón vital y además es razón histórica.
El tema de nuestro tiempo: la superación del Racionalismo.
Ha entrado en crisis la confianza en el tipo de razón que ha privilegiado el Racionalismo. Los filósofos modernos creyeron que con esta racionalidad podríamos explicar y dominar el mundo pero también que con ella podríamos entender al hombre, e incluso establecer los fundamentos morales y políticos de una nueva época. Pero ha fracasado en el conocimiento de la realidad humana. La racionalidad del Racionalismo y de toda la modernidad ha fracasado. La superación de la modernidad que pasa por la superación del Racionalismo es aceptar el problema de nuestro tiempo, es aceptar nuestro destino. Para el Racionalismo la razón está por encima de las particularidades de cada sujeto. Además ha considerado que esta razón ahistórica es el instrumento adecuado para el desarrollo de la filosofía, la ciencia, la moral y la política. Ortega considera necesario diseñar un nuevo modelo de racionalidad que esté vinculada a la vida, una razón vital. Necesitamos una razón que nos permita entender la realidad humana. Por eso, Ortega reivindica la razón histórica que permite comprender la identidad humana tanto individual como colectiva como resultado de un proceso histórico.