El Conocimiento
2.1 Los elementos del conocimiento: impresiones e ideas
Hume Denomina percepción A los elementos del conocimiento, es decir, a todo aquello que está Presente en nuestro entendimiento. Las percepciones son o bien impresiones O bien ideas. Las ideas son copias de las impresiones y proceden de ellas. La Distinción entre impresiones e ideas se basa en la fuerza. Nuestro Sentido común sugiere que las impresiones son causadas por las cosas , dirá Hume, es indemostrable.
Distingue
También entre percepciones
Simples y compuestas
.
Las simples son aquellas que no admiten distinción o separación
Interna y las compuestas sí la admiten. La imaginación tiene una
Gran libertad para combinar ideas, pero nuestro entendimiento realiza
Espontáneamente asociaciones siguiendo determinadas leyes .
En
Definitiva, las
Impresiones son todos los materiales con los que cuenta nuestro
Conocimiento, son su origen y su límite en extensión y certeza
.
No hay ideas innatas, todas se originan en las impresiones. La
Validez de nuestras ideas depende de las impresiones en las que se
Originen.
2.2 Relaciones de ideas y cuestiones de hecho
Las relaciones De ideas Son conocimientos que expresamos mediante proposiciones necesarias, Regidas por el principio de contradicción, donde lo contrario a lo Que en ellas se enuncia es imposible. Las cuestiones De hecho, En cambio, son todo aquello que no puede ser averiguado del mismo Modo, pues lo contrario a lo que afirman es igualmente posible, y Dependen por entero de las impresiones.
Pero La verdad de una relación de ideas no depende de impresión alguna, Sino que podemos resolverla por una operación del pensamiento.
2.3 La justificación del conocimiento:
Ocurre Esto en nuestras evidencias más cotidianas y también en las de la Filosofía y la ciencia (salvo la lógica y la matemática).
Según Hume estas evidencias se basan en una conexión que suponemos Necesaria entre lo que llamamos causa y lo que lamamos efecto, de Modo que habiendo tenido experiencia de la causa tenemos evidencia Del efecto, y viceversa.
A la Relación que se establece entre lo que decimos causa y lo que Decimos efecto en ningún caso puede llegarse mediante un Razonamiento a priori: el efecto es totalmente distinto de la causa Y no se puede descubrir, sin contar con la experiencia.
El Conocimiento de que tal relación se ha producido en el pasado no es Conocimiento de que exista una conexión necesaria entre los dos Hechos que justifique su aplicación a la experiencia que aún no Hemos tenido.
La Evidencia que nos proporciona no se fundamenta en la razón, sino en El hábito, en la costumbre, que produce una conexión de la causa y El efecto en nuestro pensamiento, pero es indemostrable que tal Conexión se produzca también fuera de él.
El Resultado no es una certeza racional, sino lo que denomina una Creencia. Estas creencias se imponen a la mente y las empleamos guía De nuestras acciones, guía que resulta eficaz.
Las Consecuencias de este análisis llevan inevitablemente su filosofía Al escepticismo y al fenomenismo. Sólo contamos con las impresiones, Pero no podemos saber de dónde proceden.
Como Ha sido dicho, aquellos conocimientos que son relaciones de ideas, la Matemática y la lógica, no plantean problemas de justificación. Pero no ocurre así con el resto de conocimientos, que son cuestiones De hecho, con la física y, en especial, con la metafísica.
La Física, en efecto, versa sobre hechos, pero asocia estos mediante Relaciones causales, que ya hemos visto que no constituyen certezas Demostrativas. En consecuencia, no hay necesidad en las leyes Físicas, sino sólo probabilidad.
La Aplicación del razonamiento causal es especialmente inaceptable Cuando pretendemos pasar no de un hecho a otro hecho, proyectando más Allá de las impresiones habidas la experiencia continuada de esa Relación (como ocurre en la física), sino de impresiones a aquello De lo la experiencia no es posible. Dios, mundo, yo.
La ética
La Vida de Hume se desarrolla en el Siglo XVIII, en plena Ilustración Británica. Junto al Racionalismo, el Empirismo es una de las grandes Corrientes filosóficas de la modernidad. Éste se desarrolla en Gran Bretaña, fundamentalmente en el Siglo XVIII, y tiene como Representantes más relevantes a Locke y a Hume. Las dos corrientes De la filosofía moderna comparten muchos aspectos: la confianza en La razón, la afirmación de su autonomía, el considerar que el Problema de la naturaleza y alcance del conocimiento es fundamental. Se diferencian en lo que se refiere a dónde colocan el origen del Conocimiento y en las consecuencias que de ello se derivan.
El Propósito general de la obra de Hume consiste en realizar con el Hombre algo semejante a lo que hizo Newton con la Naturaleza, esto Es, elaborar una ciencia integral del hombre basada en el método Experimental. Sin duda es su teoría del conocimiento la parte más Conocida, pero también es importante su aportación a la ética, la Política o a la religión.
Hume Rechaza los intentos de fundar la ética en la razón, su teoría ética es un emotivismo moral: la aprobación y la censura morales no Se fundan en la razón, sino en el sentimiento. La aprobación o Reprobación depende de la psicología del propio hombre, en el Sentimiento, que se convierte en la fuerza que nos lleva a obrar de Acuerdo con lo que aquél aprueba.
No Quiero decir esto que la razón no tenga ninguna función en la Moral. La razón determina cuáles son los mejores medios para Alcanzar los fines que queremos. Es un sentimiento por la felicidad Del género humano y un resentimiento por su miseria. Es así, de Hecho, un sentimiento desinteresado de tipo utilitarista, que juzga La conducta en función de lo que contribuye a la felicidad de la Sociedad.
Hume denuncia en las Doctrinas éticas tradicionales lo que más adelante se conocerá Como falacia naturalista. Pues bien, los juicios morales nos mueven a Obrar de determinada forma, pero la razón no puede determinar ni Impedir una conducta. Ésta puede establecer cómo son las cosas, Pero no cómo debemos actuar.