Razón y Vida: Perspectivas de Ortega y Descartes tras la Crisis del 98

El concepto fundamental de la vida y la búsqueda de nuevas formas de interpretar la razón y sus usos van a construir las cuestiones fundamentales de la nueva filosofía española tras la crisis de 1898. Esta filosofía contemporánea destaca por su intento de superación al pensamiento moderno, que se había visto marcado por un gran progreso en todas las ciencias que condujo a la idea de que era posible conocerlo todo de forma absoluta gracias a la razón. Así, existía una razón positivista en Comte, una razón histórica en Dilthey, una razón fenomenológica en Husserl y una razón analítica del lenguaje.

El pensamiento contemporáneo de finales del siglo XIX y principios del XX está marcado por una gran proliferación y diversidad de enfoques, puntos de vista y escuelas. En el ámbito ontológico, se defiende que el principio fundamental de la realidad es la propia vida de cada uno, mientras que en el epistemológico se rechaza tanto el racionalismo como el vitalismo y se apuesta por un conocimiento que integra la razón en la vida y que está marcado por la diversidad de puntos de vista particulares. Además, en el ámbito antropológico se presenta a un ser humano marcado por las circunstancias de su tiempo y siendo definido como un ser histórico. Finalmente, en España destaca un intento de regeneración y europeización del país para contrarrestar el desfase intelectual y el atraso cultural teniendo como modelo la nueva filosofía alemana.

El Perspectivismo de Ortega frente al Racionalismo Cartesiano

Ortega defiende el perspectivismo, que sostiene que la verdad es siempre parcial y depende del punto de vista del sujeto, en contraposición al racionalismo cartesiano, que cree en la posibilidad de conocer una verdad absoluta mediante la razón y un buen método, lo que lleva al dogmatismo y al idealismo. La madurez del pensamiento de Ortega se refleja en el raciovitalismo, una síntesis entre racionalismo y vitalismo, que critica el reduccionismo del racionalismo al usar una razón pura, dogmática, ahistórica y no vital, como defendían Descartes y Kant.

El Sistema Filosófico-Científico de Descartes

Descartes busca crear un sistema filosófico-científico unificado, en el que el saber sea único y estructurado como un árbol, con la metafísica como raíz, la física como tronco y las demás ciencias como ramas. Su objetivo es desarrollar un sistema de verdades sin suposiciones para evitar el escepticismo. Esta filosofía se conoce como racionalismo.

Descartes confía plenamente en la razón humana como la única facultad capaz de conducir al conocimiento de la verdad. Cree que la razón descubre verdades fundamentales (ideas innatas) de las que, por deducción, se obtienen todas las demás verdades, construyendo un sistema en el que lo conocido por la razón coincide con la realidad (idealismo). Encuentra un punto de partida seguro para el conocimiento en la frase “pienso, luego existo”, y a partir de ahí, deduce otras verdades. Ortega se opone a estas ideas, ya que considera que las ideas no son innatas, sino que son construcciones del sujeto, y que las creencias, a diferencia de lo que piensa Descartes, no son ideas innatas, sino que se transmiten de generación en generación.

Descartes sostiene que el ser humano no conoce directamente la cosa, sino su propio pensamiento sobre ella, dando primacía al sujeto sobre el objeto. Ortega, en cambio, subraya que vivir para el ser humano es estar en el mundo, reconociendo la interacción entre el sujeto y la realidad que lo rodea.

Descartes busca un nuevo método basado en el modelo matemático, aplicable a todas las ciencias, incluyendo la filosofía. Sin embargo, Ortega rechaza esta idea, ya que considera que la razón pura y científica es válida solo para las ciencias físico-matemáticas, pero no para los asuntos del ser humano. Para Ortega, no todo conocimiento puede ser reducido a la misma evidencia y necesidad que un sistema matemático.

El Método Cartesiano

El método cartesiano consiste en un conjunto de reglas simples y claras que ayudan a evitar el error, lo que representa su primera ventaja. Además, no solo sirve para exponer o demostrar lo ya conocido, sino que también permite descubrir nuevas verdades, siendo esta su segunda ventaja. Las reglas del método se resumen en cuatro: la primera, segunda y cuarta son inductivas, mientras que la tercera es deductiva, según lo expuesto en el Discurso del método.

  1. Evidencia
  2. Análisis
  3. Síntesis
  4. Comprobaciones

Descartes inicia el proceso de duda aplicando su primer principio del método, que es metódica (la duda es un medio para encontrar la verdad) y no escéptica (porque se cree que la verdad absoluta sí existe). La duda es universal (se duda de todo), teórica (aplicada no solo al ámbito práctico) y provisional (se duda hasta encontrar certeza racional). Con esta duda, Descartes cuestiona:

  • A/ La fiabilidad de los sentidos, dudando de cómo son realmente las cosas.
  • B/ La distinción entre vigilia y sueño, lo que pone en duda la existencia de las cosas.
  • C/ Incluso los razonamientos más simples, mediante la hipótesis de un genio maligno, que podría inducirnos al error, permitiendo dudar de las matemáticas.

Para Descartes, el «pensamiento» (cogitatio) abarca todo lo que ocurre en el ser humano: dudar, entender, afirmar, querer, imaginar, etc. Se enfoca en la subjetividad, ya que la evidencia solo se da en el interior del sujeto, donde el acto de pensar es lo más evidente. «Pienso, luego existo» no es una deducción, sino una intuición o evidencia inmediata. Descartes parte de la interioridad del sujeto y llega a la conclusión de que el «yo» existe como una sustancia cuyo ser es pensar. Ortega, por su parte, sustituye el «pienso, luego existo» por «pienso porque vivo», enfatizando que la realidad radical es la vida, no la razón pura, y que debe ser conocida mediante una razón vital, narrativa e histórica.

Descartes demuestra la existencia de Dios, quien se convierte en la garantía del criterio de certeza: lo que se conoce con claridad y distinción es verdadero. Esto establece un círculo epistemológico: Dios existe porque es una idea clara y distinta, y las ideas claras y distintas son verdaderas porque Dios existe. Con la existencia de Dios, también se demuestra la existencia del mundo, ya que un Dios bueno y perfecto no permitiría el engaño sobre la existencia del mundo.

Las Sustancias en Descartes y la Visión de Ortega

Descartes define tres sustancias en su filosofía:

  • A/ La sustancia infinita o Dios, con atributos como la infinitud, omnipotencia, perfección y omnisciencia.
  • B/ La sustancia pensante (alma), cuyo atributo es el pensamiento, con modos como querer, imaginar y libertad.
  • C/ La sustancia extensa (cuerpos), cuyo atributo es la extensión, con modos como figura, movimiento, necesidad, determinismo y mecanicismo.

Ortega, en cambio, no establece un dualismo tan marcado entre alma y cuerpo, sino que ve al ser humano como un ente dentro del mundo, abierto a posibilidades pero limitado por sus circunstancias, como el cuerpo. No realiza una distinción tan confusa entre alma y cuerpo, ni tan tajante en cuanto a sus relaciones.

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