Reflexiones sobre la naturaleza de las cosas compuestas y no compuestas

1. Reflexiones sobre la naturaleza de las cosas compuestas y no compuestas

En el texto propuesto, el autor pretende invitarnos a reflexionar sobre la naturaleza de las cosas compuestas y no compuestas. En este texto se pueden encontrar 3 ideas:

  • La primera dice que las cosas compuestas están destinadas a la descomposición.
  • La segunda señala que las cosas que no experimentan cambios tienen la apariencia de ser no compuestas, y las que están en constante cambio parecen ser compuestas.
  • La tercera y última idea importante es el planteamiento de la cuestión de si conceptos abstractos como la igualdad, la belleza o la bondad experimentan algún tipo de cambio.

En este texto, Sócrates está conversando con Cebes sobre las cosas que están hechas de partes y las que no. Plantea que las cosas compuestas se descomponen en sus partes, mientras que las no compuestas no pueden. Sócrates sugiere que las cosas que siempre son iguales no parecen estar hechas de partes, mientras que las que cambian constantemente sí lo están. Después, invita a su discípulo a pensar en conceptos inmateriales y determinar si éstos cambian o siempre son los mismos.



2. El conocimiento según Platón

A continuación, se va a exponer el pensamiento de Platón sobre el conocimiento. Según Platón, conocer es recordar ideas que son inmateriales, independientes, eternas, inmutables, etcétera, que están en el mundo de las ideas. Conocer es recordar, porque nuestra alma pertenece al mundo de las ideas y allí las aprende. Según Platón, nuestra alma cae de manera accidental al mundo sensible, es decir, el mundo de las cosas materiales que podemos captar por medio de los sentidos, olvidando que posee las ideas que había aprendido. El alma, al unirse a la materia, conforma un ser humano. Según Platón, nuestras almas pueden recordar las ideas aprendidas observando en el mundo sensible cómo las cosas que captamos a través de los sentidos copian de manera imperfecta las ideas y preguntándonos cómo identificar los objetos. Si el alma ha hecho por recordar, se reencarnará en un nivel superior del mundo de las ideas y cuando vuelva a caer de este, se reencarnará en un ser superior o un ser humano superior, es decir, más sabio. Si el alma no ha hecho por conocer, entonces se reencarnará en un ser inferior.



3. La ética según Aristóteles

A continuación, se va a explicar el pensamiento de Aristóteles acerca de la ética. Antes de nada, cabe subrayar que Aristóteles entiende la ética como un tipo de saber muy concreto. Existen 3 tipos de conocimiento:

  • El conocimiento teórico, que engloba a la física y a la geometría, cuya finalidad es el propio saber y solo se ocupa de lo necesario.
  • El conocimiento práctico, que abarca la ética y la política, cuya finalidad es la acción y se ocupa de lo contingente.
  • El conocimiento productivo, que se encarga de producir objetos, poemas, etcétera.

La ética es un conocimiento práctico porque su finalidad es guiar y orientar la conducta humana para la consecución de su finalidad natural. El fin último del ser humano es la felicidad o eudaimonía (buen espíritu). Cada ser humano es feliz realizando la actividad que le es más propia. Pero la forma más perfecta de felicidad es la intelectual, la actividad de contemplar nuestro conocimiento, y que es propia de los dioses. Sin embargo, el hombre debe satisfacer las otras facultades del alma para sobrevivir, pues no vive únicamente de entendimiento, por lo que su felicidad intelectiva está limitada. Para sobrevivir, necesitamos a los demás. También podemos ser felices en la vida social, pero para ello necesitaremos ser virtuosos, es decir, saber cómo actuar moralmente. Una acción virtuosa es un término medio entre dos extremos, pecar por defecto y por exceso, aunque depende también de la situación. Para ser virtuosos, tenemos que adquirir el hábito de realizar acciones justas.



4. La política según Aristóteles

A continuación, se va a desarrollar el pensamiento de Aristóteles sobre la política. Aristóteles deriva su pensamiento político de la constatación de que el ser humano es un ser sociable por naturaleza (zoon politikon) que tiene voz, la capacidad de expresar su bienestar y malestar, y palabra, la capacidad de expresar justicia e injusticia de una situación, lo que lleva a la creación de leyes. Somos superiores a los animales por el hecho de tener lenguaje, pero los dioses lo son más, pues no necesitan leyes, son autosuficientes y no necesitan relacionarse en sociedad. Aristóteles distingue 3 formas de comunidad:

  • La familia, que es la forma básica de grupo social.
  • La aldea, que es un conjunto de familias.
  • El Estado, que es un conjunto de ciudadanos.

El objetivo principal de las tres es sobrevivir, pero el Estado se diferencia, ya que además tiene como objetivo asegurar la felicidad y para ello se crean derechos y leyes. Existen dos tipos de regímenes políticos:

  • Los buenos, que aseguran la supervivencia y felicidad de los ciudadanos y buscan el bien común. Se distinguen tres tipos, según el número de gobernantes: monarquía (gobierno del mejor de los ciudadanos), aristocracia (gobierno de los mejores) y politeia (gobierno de la mayoría).
  • Los malos, que no garantizan el bien común y buscan su propio provecho. Pueden ser: tiranía (gobierno de uno), oligarquía (gobierno de los ricos) y democracia (gobierno de los pobres).

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