Relacionismo cultural

La diversidad cultural es un hecho que ha suscitado diferentes actitudes entre las que destacan principalmente tres: El relativismo cultural, el etnocentrismo y el relacionismo cultural. Define los conceptos de relativismo, etnocentrismo y relacionismo y señala sus diferencias.

Relativismo cultural:
Establece que las costumbres, los valores y las demás prácticas culturales son relativas a la cultura de la que forman parte y no pueden ser entendidos desde fuera de ella.

Etnocentrismo: Designa la tendencia a considerar las características de la propia cultura superiores  y modelos universales para el resto de grupos humanos. Se juzgan otras prácticas, si son contrarias a la propia, como incorrectas. Esta actitud se encuentra en la base de los movimientos racistas, de la intolerancia y de la xenofobia.

Relacionismo cultural: El relacionismo mantiene, por tanto, la posibilidad del interculturalismo. Considera que el intercambio cultural es positivo, y en ningún caso debe evitarse. La solución está en encontrar ciertos valores universales, que sean válidos para todas las culturas, sobre los que fundar las bases de la convivencia multicultural.

Define los siguientes conceptos:


-Cultura: Es el conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida socialmente adquirido, de los miembros de una sociedad, incluyendo las formas de pensar, sentir y actuar.


Multiculturalismo

En una sociedad conviven personas procedentes de culturas muy distintas, con actitudes y costumbres dispares.

Explica en qué consiste el dualismo cartesiano. Menciona dos ejemplos más que ilustren la concepción dualista del ser humano en el debate clásico.


Dualismo cartesiano

Como Platón, Descartes piensa que a diferencia del cuerpo, que es material y corruptible, el alma es una sustancia espiritual e inmortal. De hecho, identifica el alma con la razón o el pensamiento, y el cuerpo,  con la materia inerte. Ahora bien, cuerpo y espíritu están unidos y se influyen mutuamente. Nuestro propio cuerpo es una compleja máquina regida por leyes físicas que gobiernan el resto de la naturaleza.
Sólo el alma, que es inmaterial, escapa a este determinismo y puede actuar con plena libertad.

-Dualismo platónico: Para Platón, cuerpo y alma son dos realidades de naturaleza opuesta que no pueden encajar nunca del todo. Así, mientras el cuerpo tiende al placer y la comodidad, juzga mediante los sentidos y tiende al error, el alma, en cambio, aspira al conocimiento, juzga por la razón y puede alcanzar la verdad. En la doctrina platónica por tanto, cuerpo y alma son dos polos opuestos e irreconciliables: el primero representa la sensualidad que nos esclaviza; la segunda, la racionalidad que nos libera.

-Dualismo cristiano: El cristianismo asoció el cuerpo al pecado y a la imperfección, mientras que el alma se asoció a lo más noble y virtuoso que hay en nosotros. Menosprecio del cuerpo y predominio del espíritu. La historia de la moral occidental, hasta bien entrado el siglo XIX, está empapada de esta antropología dualista.

Sintetiza las posturas más destacadas del ser humano en el debate clásico


La primera postura es reconocer el valor del deseo como un aspecto fundamental del ser humano:
Está postura mantiene que el deseo es una realidad esencial, que debe ser tenida en cuenta a pesar de los problemas que plantea. Spinoza es un filósofo del siglo XVII y tiene una obra llamada «Ética III´´  que tiene una frase que dice «El deseo es la esencia del hombre´´.  Spinoza dice que juzgamos algo como bueno cuando lo deseamos, nos esforzamos por ello, lo queremos.

La segunda postura es plantear la necesidad de dominar el deseo como si fuera un elemento negativo: esta postura mantiene que es necesario combatir el deseo para alcanzar el conocimiento y la felicidad.

-El estoicismo piensa que es necesario someter el deseo a la razón. De acuerdo con la razón, el valor máximo es seguir el curso de la naturaleza: contra ella nada puede hacerse. Por lo tanto, la verdadera sabiduría supone dominar el deseo para someter a la naturaleza y al destino. En esa aceptación se encuentran la tranquilidad y la paz, que no deben ser perturbadas por deseo alguno.

-El epicureísmo sostiene que lo más importante es fomentar el placer para alcanzar la serenidad. Para conseguir esta meta, es necesario admitir solamente los deseos que procedan de las necesidades naturales. Esto supone eliminar los deseos artificiales, que no son fuente de verdadero placer. En suma, el deseo debe llevar a la unión con la naturaleza para conseguir, en ella, la serenidad.

¿Qué dos rasgos fundamentales tiene el concepto de persona?


El derecho romano identificaba el concepto de persona con la posesión de una serie de derechos. Pero la persona no es solo sujeto de derechos. Una persona es capaz de actuar libremente y de > de sus acciones frente a los otros seres humanos. Es decir, es responsable de sus actos. Por ello, no solo tiene derechos, sino que también tiene deberes. Y es que tener derechos propios supone tener también deberes hacia los otros. Ambos aspectos se unen en el concepto de persona.

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