René Descartes: Conocimiento, Método y Dualismo Antropológico

El Desafío al Escepticismo y el Proyecto Cartesiano

Descartes se enfrenta al **escepticismo**, escuela que afirma la imposibilidad de alcanzar el conocimiento verdadero, porque la razón es tan débil que está imposibilitada para ello por su propia naturaleza.

Partirá de dos principios contrarios:

  • La verdad y la certeza absoluta son alcanzables porque la razón humana es suficientemente poderosa para obtenerlos.
  • Su proyecto es construir un sistema de conocimientos en el que nada sea aceptado como verdadero si no es evidente por sí mismo y, por tanto, totalmente indudable.

El primer paso será tratar de establecer sólidamente los principios de la verdad. Como nos cuenta en el Discurso del Método, decide romper con todo lo anterior, poniendo en duda todo lo sabido hasta el momento. Parte desde cero y confía en la **razón** como único criterio.

Los Principios del Conocimiento Humano

Descartes establece que:

  • La **razón** es la capacidad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso, y es igual en todos los hombres. La diversidad de opinión deriva de cómo se aplica esta capacidad.
  • Todas las ciencias no son otra cosa que la sabiduría humana, la cual permanece una e idéntica.

La solución, por tanto, es elaborar un **método** adecuado para dirigir correctamente la razón y alcanzar la verdad.

Los Modos del Conocimiento Humano y el Método

Descartes identifica dos modos de conocimiento:

  • Intuición: Especie de «luz natural» por la que captamos de manera inmediata y sin posibilidad de error, ideas simples, absolutamente verdaderas, porque son evidentes de por sí. Estas ideas simples son claras y distintas; también se llaman «naturalezas simples».
  • Deducción: «Toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos con certeza». La inteligencia descubre conexiones si las recorre por medio de la deducción.

La inspiración cartesiana es matemática, tomando como modelo la forma de proceder de los geómetras. Destacan tres puntos clave:

  1. El método de la geometría parte y desarrolla una cadena de razones simples y fáciles.
  2. No aceptar como verdadero nada de lo que no se tenga absoluta certeza. La mejor solución es someterlo a duda, rechazando cualquier idea de la que se pueda dudar. Las ideas que resisten a la duda serán verdades evidentes descubiertas por la intuición.
  3. Respetar el orden de la deducción, pasando de evidencia en evidencia hasta alcanzar la verdad.

El Método Cartesiano

Descartes define el método como «reglas ciertas y fáciles mediante las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero y, aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello que es capaz».

Afirma que la razón es única y, por tanto, solo hay un único método para alcanzar la sabiduría.

Las Cuatro Reglas del Método

  1. Evidencia: (Se apoya en la intuición) No admitir jamás ninguna cosa como verdadera en tanto no se la conozca evidentemente como tal; es decir, evitar la precipitación y la prevención.
  • Precipitación: Aceptar como evidente lo que es confuso y oscuro por no tener una clarificación suficiente.
  • Prevención: No aceptar como evidente aquello que es claro y distinto por exceso de desconfianza.
  • Criterio de verdad: Claridad y distinción como características de las naturalezas simples.
    • Claridad: La nítida presencia de un conocimiento en la mente (ver que hay una persona, pero no saber quién es).
    • Distinción: El hecho de estar perfectamente singularizado, separado de todo lo demás, sin que contenga nada que pertenezca a otro (ver una persona y saber seguro quién es).
Análisis: Dividir cada una de las dificultades que se examinan en tantas partes como sea posible y necesario para resolverlas mejor. Analizar minuciosamente los problemas hasta reducirlos a ideas simples, claras y distintas, aprehensibles por la intuición. A partir de las ideas simples se construirá todo el edificio del conocimiento. Síntesis: Conducir ordenadamente los pensamientos, comenzando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos. En este proceso interviene la deducción (segundo modo de conocimiento). Enumeración: Hacer en todo recuentos tan integrales y revisiones tan generales, que se llegue a estar seguro de no omitir nada. Tanto del análisis como de la síntesis (recuento/repaso). La pretensión final de las enumeraciones es extender la evidencia de la intuición a la deducción.

La Duda Metódica

El objetivo es encontrar verdades absolutamente ciertas sobre las que no sea posible dudar. Para encontrarlas, se elabora un método cuyo primer paso es la **duda metódica**, que resulta de la aplicación del primer precepto del método (no admitir ninguna cosa como verdadera…). Esta duda, por tanto, no debe ser considerada como real.

Descartes aduce tres motivos de duda:

  1. Duda de la fiabilidad de los sentidos: Los sentidos nos proporcionan un conocimiento de las cosas que solemos aceptar como verdadero, pero a veces nos engañan. Como se busca una verdad absoluta, no se puede iniciar a partir de ella.
  2. La dificultad de distinguir la vigilia del sueño: A veces cuesta diferenciar el sueño de la vigilia porque tenemos sueños tan vívidos que los sentimos como reales. No debemos dudar solo de las cosas que vemos, sino de la misma existencia de las propias cosas y de sus cualidades primarias.
  3. La hipótesis del genio maligno: Nada impide pensar que hayamos sido creados por un genio maligno de tal manera que nuestro entendimiento se equivoque necesariamente cuando piensa que ha alcanzado la verdad. Esto afecta incluso a las verdades matemáticas.

Formulación y Fundamentación del Criterio de Verdad

El Cogito: Primera Verdad y Criterio de Certeza

Será la duda radical de donde se extraerá la primera certeza absoluta: la existencia del sujeto que piensa. «**Pienso, luego existo**» (Cogito, ergo sum). Esta verdad resiste a toda duda. Todo lo que pienso puede ser falso, pero no hay duda de que yo dudo, de que yo pienso.

Esta es la primera verdad: la existencia como sujeto pensante va más allá de cualquier posibilidad de duda. Es una verdad inmediata conocida por la intuición, que posee dos características: claridad y distinción.

Con el cogito, Descartes descubre la primera verdad y el criterio general de certeza.

Fundamento del Criterio de Certeza

Debe probarse que lo claro y lo distinto es verdadero, ya que la hipótesis del genio maligno sigue siendo eficaz. Para ello, debe demostrar la **existencia de Dios**.

Para probar la existencia de Dios, que al ser todopoderoso y repudiar el engaño elimina la hipótesis del genio maligno, Descartes parte de la idea que tenemos de Dios, que es clara y distinta. Dios no puede consentir el engaño permanente, ya que no es pensable que Dios consienta que los seres humanos percibamos intelectualmente algo claro y distinto y sea falso.

Concepto Cartesiano de Idea y sus Tipos

A partir de la primera verdad (el cogito), Descartes debe enfrentarse al problema de deducir la existencia de la realidad, o sea, del mundo de las cosas materiales.

Afirma que el pensamiento recae directamente sobre las **ideas**, no sobre las cosas.

Define **idea** como una representación gráfica de las cosas, y esta es la que contempla el pensamiento. Distingue dos aspectos en las ideas:

  1. Las ideas en tanto que modos de pensamiento, esto es, actos mentales.
  2. La realidad objetiva de las ideas.

El siguiente paso es el análisis del contenido de las ideas. Descartes clasifica las ideas en tres tipos:

  1. Adventicias: Provienen del exterior y su causa es la percepción sensible.
  2. Facticias: Creadas por la imaginación.
  3. Innatas: Ideas que posee por sí mismo el pensamiento.

Entre estas ideas, descubre la idea de perfección-infinito, que identifica con la idea de Dios. Considera que la idea de infinito no se construye a partir de la idea de finito, sino que la idea de finitud ya presupone la idea de infinitud. Si la idea de infinito es la idea de Dios, pues el único ser del que se puede concebir tal predicado, concluye que la **idea de Dios es una idea innata**. Por tanto, tendrá que demostrar la existencia de Dios a partir de la misma idea de Dios.

Demostración de la Existencia de Dios

Descartes ofrece tres argumentos para demostrar la existencia de Dios:

  1. Argumento de la causalidad aplicada a la idea de infinito (Dios): Se basa en dos premisas:
  • La teoría de la realidad objetiva de las ideas: para que una idea tenga tal realidad objetiva, debe haberla recibido de alguna causa. Si se supone que la idea tiene algo que no se encuentra en su causa, tendría que haberla recibido de la nada.
  • La aceptación de «de la nada, nada viene». La idea de un ser infinito no puede haber sido creada por mí mismo, puesto que soy un ser finito, sino que debe haber sido creada por un ser infinito.
Argumento de Dios como causa de mi ser: En mi mente hay una idea de perfección infinita. Si yo fuese la causa de esa perfección, mi realidad formal debería ser proporcional a esa idea. En ese caso, podría darme a mí mismo la perfección que deseo y que es evidente que no poseo. Por tanto, si poseo la idea de perfección y no poseo la perfección, yo no puedo ser la causa de esa idea ni de mi propio ser. La causa de mi idea de perfección es que alguien perfecto la ha puesto en mí, y este no puede ser más que Dios. Argumento ontológico: Pretende ser una prueba de la existencia de Dios partiendo de la idea en sí misma de Dios.

Dios como Garantía de Verdad

Una vez demostrada la existencia de Dios y su naturaleza como suma de sus perfecciones, se puede afirmar su bondad y veracidad, y proceder a rechazar la hipótesis del genio maligno.

La primera regla del método (las ideas claras y distintas son verdaderas) se justifica porque las cosas que concebimos muy clara y distintamente son verdaderas porque Dios existe, es un ser perfecto y todo lo que está en nosotros proviene de él.

Para Descartes, Dios es el creador. Por lo tanto, es la garantía de verdad. Las ideas innatas, verdaderas y eternas de las matemáticas o la lógica, son creaciones divinas y están en nosotros porque él las ha puesto. Si se nos presentan con total claridad y distinción, son verdaderas, ya que Dios no puede errar ni engañar.

Los Principios de las Cosas Materiales

Puesto que Dios existe, no puede permitir que me engañe al creer que el mundo existe; por tanto, el mundo existe.

La verdad es que la causa de las ideas de las cosas sensibles son corpóreas y, por tanto, estas existen.

Si Dios garantiza la verdad, ¿de dónde proviene el error? Nuestros sentidos no nos proporcionan información engañosa, sino que nosotros nos engañamos al interpretarla, ya sea por precipitación o prevención.

La Teoría de la Sustancia

Descartes ha descubierto tres ámbitos de la realidad:

  1. Dios: Ser infinito y veraz.
  2. El yo o cosa pensante.
  3. Las cosas materiales o corpóreas.

Para referirse a estos ámbitos, utiliza el término **sustancia**:

  • Sustancia infinita (Dios).
  • Sustancia pensante (el yo).
  • Sustancia extensa (las cosas materiales).

Sustancia: Solo aplicable estrictamente a Dios. Sin embargo, Descartes considera que puede ser aplicada a aquellos otros seres de los que percibimos con claridad y distinción que no necesitan de ninguna otra cosa, excepto Dios, para existir. Estos son dos: el yo o alma y los cuerpos materiales, que son mutuamente independientes y no se necesitan el uno al otro para existir.

Para Descartes, no podemos percibir directamente la sustancia. Es necesario que podamos percibir un **atributo**, que son cualidades o propiedades de la sustancia que no pueden existir por sí mismos. Cada sustancia tiene un atributo propio que constituye su esencia:

  • Del alma: el pensamiento.
  • De las cosas materiales: la extensión.
  • De Dios: la infinitud.

Res Extensa: Descartes distingue dos cualidades:

  • Primarias: Aquello que percibimos con claridad y distinción, y que puede expresarse matemáticamente (extensión, figura, movimiento).
  • Secundarias: Como el olor, calor, etc.

Partiendo de los atributos esenciales de la materia (extensión, movimiento y figura), Descartes procede a una explicación mecanicista del mundo.

Explicación Mecanicista del Mundo

Descartes concibe la naturaleza como una máquina cuyos movimientos son resultados automáticos de otros movimientos.

Dualismo Antropológico: Mecanicismo y Libertad

Dualismo e Interacción Alma-Cuerpo

Descartes elabora una teoría antropológica **dualista**: una concepción del ser humano como un compuesto de dos sustancias, el pensamiento (res cogitans) y la materia extensa (res extensa), como sustancias independientes e irreductibles entre sí.

Es importante destacar:

  • El alma y el cuerpo están estrechamente unidos.
  • El alma, como ser pensante, es una sustancia completamente diferente e independiente del cuerpo y, a pesar de esa estrecha unión, puede existir sin él.

Nuestro cuerpo es una cosa material más y está sujeto, por tanto, a las mismas leyes de la materia, por lo que carece de libertad. Si queremos salvar la **libertad** humana (y para Descartes su existencia es evidente), entonces debe residir en algo que, por naturaleza, esté al margen de las leyes necesarias. Ese algo solo puede ser el alma, la res cogitans, el yo como pensamiento.

Descartes explica esta estrecha relación indicando que en el centro, en la parte más baja del cerebro, se encuentra la **glándula pineal**, donde residiría el alma, o al menos, sería el punto de contacto entre cuerpo y alma.

Las Pasiones del Alma

La relación entre alma y cuerpo se asemeja a un combate entre los apetitos naturales o **pasiones**, que son propios del cuerpo, y la razón y la voluntad, que son facultades propias del alma.

Las pasiones son percepciones, sentimientos y emociones que se dan en nosotros, que afectan al alma y que son causadas por el cuerpo. Se caracterizan por ser:

  • Involuntarias.
  • Irracionales.

La Libertad

La libertad solo puede residir en el alma.

El alma tiene dos funciones: el entendimiento y la voluntad.

  • Entendimiento: Facultad de pensar, de tener intuiciones de las verdades claras y distintas.
  • Voluntad: La libertad es la característica esencial de la voluntad, y es ella la que nos puede llevar a la verdad o al error, al bien o al mal, según la utilicemos.

¿En Qué Consiste la Libertad?

Consiste en que la voluntad elija aquello que el entendimiento le presenta con claridad y distinción como lo bueno y lo verdadero.

La Moral Provisional

El problema se encuentra en cómo conciliar la irresolución provisional de nuestro juicio (al no considerar nada como cierto por la duda radical) y la necesaria resolución de nuestra voluntad (el tener que tomar decisiones y llevarlas a cabo en la vida práctica diaria) sin caer en el **amoralismo** (ausencia de toda moral).

Las Máximas de la Moral Provisional

Con la moral provisional, Descartes busca suplir la ausencia momentánea de certeza.

La moral provisional tiene tres reglas (más una cuarta que las resume):

  1. «Obedecer las leyes y las costumbres de mi país, conservando con constancia la religión en la que Dios me ha concedido la gracia de ser instruido desde mi infancia y, en general, las opiniones más aceptadas y moderadas».
  2. «Una vez que se ha aceptado una opinión, ser firme y resuelto en seguirla».
  3. «Procurar siempre vencerme a mí mismo antes que a la fortuna y modificar mis deseos antes que el orden del mundo, acostumbrarme a creer que no hay nada que esté enteramente en nuestro poder» (autodominio y aceptación del destino, que se inspira en la moral estoica).
  4. «Como conclusión de esta moral, examinar una tras otra las diversas ocupaciones que tienen los hombres y procurar escoger la mejor». Esta se puede considerar un resumen de las anteriores. Descartes elige la filosofía, el cultivar la razón y alcanzar el conocimiento de la verdad.

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