René Descartes: Método, Duda Metódica y Dualismo Antropológico

René Descartes (1596-1650)

Descartes inicia el movimiento racionalista. Su preocupación central es lograr la verdad mediante el buen uso de la razón. Dudando de todo conocimiento anterior, para ello se sigue un camino (método). Descartes volvió la espalda a la idea aristotélica y escolástica de los diferentes tipos de ciencia, con sus diferentes métodos, y la reemplazó por una ciencia universal con un método universal, cuyas raíces (la metafísica) sostienen el tronco (la física) y las ramas (las ciencias prácticas).

El Método Cartesiano

Su método está tomado de la matemática y se compone de cuatro reglas, -inicialmente eran 21, redujo las reglas a 4 en el Discurso del Método:

  • 1ª Regla o de la Evidencia: no aceptar nada como verdadero si no es evidente. La evidencia solo se da en la intuición racional o acto de la mente por el que se ve de modo inmediato una idea. Las características de estas ideas evidentes son la claridad y la distinción.
  • 2ª Regla o del Análisis: se descomponen los problemas en partes, se dividen las ideas compuestas en ideas simples.
  • 3ª Regla o de la Síntesis: manda recomponer el problema cuando las partes hayan sido conocidas de forma clara y distinta.
  • 4ª Regla o de la Revisión: se revisa todo el proceso.

La Duda Metódica

Aplicando su método, el fundador de la filosofía moderna comienza dudando de todo lo que conoce. La duda no es una actitud escéptica sino una actitud instrumental, un momento del proceso metódico para conseguir precisamente lo contrario: llegar a la verdad indudable.

Este proceso de duda metódica tiene tres niveles:

  • Nivel de duda de los sentidos: algunas veces nos engañan y, por tanto, no son fiables; se rechaza como dudoso e inseguro todo lo que proviene de ellos.
  • Nivel de duda de la existencia del mundo exterior: por la dificultad de distinguir con claridad el sueño de la vigilia.
  • Nivel de duda de los propios razonamientos, porque incluso la certeza de las verdades matemáticas puede ser ilusoria, ya que un Genio Maligno puede estar induciéndonos a error.

Cogito Ergo Sum y las Ideas

En esa situación global (duda hiperbólica) aparece la primera verdad: si pienso, es que existo, COGITO ERGO SUM. Si dudo, si me engaño, estoy pensando, y para pensar tengo que ser, tengo que existir como ser pensante. Esta verdad es intuitiva, evidente, clara y distinta.

Todo contenido de la mente es una Idea. Las ideas pueden ser consideradas desde dos puntos de vista:

  • a) Como acto: todas son iguales.
  • b) Según su contenido: pueden tener mayor o menor realidad, según el número y tipo de notas que contienen. Por ejemplo, la idea de sustancia tiene mayor realidad que la de accidente.

Por su origen se clasifican en tres tipos:

  • Ideas adventicias: parecen provenir del mundo externo.
  • Ideas facticias: las formamos nosotros, provienen de mi imaginación y voluntad.
  • Ideas innatas: el entendimiento las posee por sí mismo, por su naturaleza racional.

La Existencia de Dios

Descartes, para salir del círculo de su yo solipsista, parte de las ideas, de ellas destaca la idea de perfección. Se pregunta por ella y se plantea la existencia de Dios (idea innata) que demuestra deductivamente mediante tres pruebas:

  • a) A partir del origen y contenido de la idea de Dios: la idea de Dios es perfecta y, al serlo, no puede tener su origen en el yo, que es imperfecto porque duda. Tiene que tener su origen en Dios mismo, por lo que Dios existe.
  • b) A partir de la causa de mi propia existencia finita: mi yo finito no puede proceder de mí mismo, ni de mis padres, ni de otras causas menos perfectas que el yo, por lo que ha de proceder de Dios.
  • c) Argumento ontológico: la idea de perfección no puede no existir, pues sería no perfecta, luego Dios existe.

Si Dios existe, no puede dejar que me engañe. Probada la existencia de un Dios veraz a partir de mi yo pensante, elimina al Genio Maligno. Dios garantiza la capacidad de la razón humana para encontrar la verdad y recupera la existencia del mundo.

Las Tres Sustancias

Este mundo, la realidad, está compuesta de sustancias (no necesita de ninguna otra para existir). Las sustancias tienen atributos y modos; los atributos son componentes esenciales, si se pierden, también la sustancia se pierde. Los modos son cualidades accidentales. Hay tres sustancias:

  • Sustancia infinita (Dios), cuyo atributo es la perfección.
  • Sustancia pensante, cuyo atributo es el pensamiento y sus modos son las distintas formas de pensamiento: dudar, afirmar, negar, etc.
  • Sustancia extensa, cuyo atributo es la extensión, y sus modos son la figura, el volumen, etc.

Dualismo Antropológico y Moral Provisional

El humano está formado por dos realidades (dualismo antropológico): el alma y el cuerpo. El alma se identifica con la sustancia pensante y es inmortal. El cuerpo lo hace con la sustancia extensa y es mortal.

El problema moral en Descartes se explica con una moral provisional. Esta moral se compone de tres reglas: obedecer las leyes y costumbres del país siendo moderado en la opinión, ser firme en el obrar y procurar vencerse a uno mismo intentando cambiar los pensamientos propios más que el orden del mundo. Defiende también la libertad del alma que permite la moral, frente al determinismo del cuerpo.

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