René Descartes: Racionalismo, Método y la Búsqueda de la Verdad

René Descartes, nacido en 1596, desengañado de sus estudios, se propone encontrar un método, similar al matemático, que haga de la filosofía un saber definitivo. Su finalidad es convertir a la filosofía en una fundamentación para todo el saber. Su obra más importante es Discurso del método. Descartes es el fundador del racionalismo, una corriente filosófica que defiende que la única fuente de conocimiento es la razón humana y solo esta puede juzgar sobre la verdad. Con la filosofía cartesiana empezará la filosofía moderna.

El Proyecto Cartesiano y la Estructura de la Razón

El proyecto de Descartes es construir, mediante la razón, un sistema de proposiciones ciertas, fundamentadas en principios verdaderos e indudables. Descartes se plantea, en primer lugar, la estructura de la razón para poder aplicarla correctamente. La razón es capaz de conocer gracias a dos operaciones:

  • Intuición: Es el instinto que permite conocer un concepto con total claridad.
  • Deducción: Es la cadena de conexiones necesarias que se establece a partir de conceptos que conocemos con certeza, de intuiciones.

El Método Cartesiano: Cuatro Reglas para Alcanzar la Verdad

El método consiste en cuatro reglas:

  1. Evidencia: Admitir únicamente como verdadero aquello que se presente a nuestra razón como evidente.
  2. Análisis: Descomponer los conocimientos hasta llegar a los elementos más simples, de manera que podamos llegar a percepciones claras.
  3. Síntesis: A partir de las ideas simples y evidentes, percibidas por la intuición, empezar un proceso de deducción mediante una cadena de intuiciones hasta reconstruir lo más complejo.
  4. Enumeración: Revisar y comprobar todo el proceso de análisis y de síntesis.

Las reglas del método que plantea Descartes suponen poner en duda todo el saber tradicional y aceptar únicamente aquel principio que resista toda crítica. Además, pone en cuestión todo conocimiento comúnmente aceptado, ya sea por tradición, por fe, o por autoridad, y confía solo en la razón del sujeto que conoce.

La Duda Metódica: Un Camino Hacia la Certeza

La duda cartesiana es:

  • Universal y radical: Cuestiona todas las certezas, por evidentes que parezcan.
  • Metódica: Forma parte del método; es un instrumento para alcanzar la verdad y construir la filosofía.
  • Teórica: Solo debe afectar al nivel de la reflexión filosófica y no al de las conductas.

Descartes establece una serie de razones para justificar el empleo y la necesidad de la duda:

  • Engaño de los sentidos: Debemos dudar del conocimiento sensible, puesto que los sentidos nos engañan y no sería prudente fiarnos de lo que alguna vez nos ha engañado.
  • La imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño: Podríamos soñar lo que creemos estar viviendo y confundir sueño y realidad.
  • Genio maligno: Un ser superior que nos engaña y nos hace equivocarnos en nuestros propios razonamientos.

«Pienso, luego existo»: El Fundamento del Conocimiento

Descartes decía que podíamos estar equivocados en lo que pensamos, pero hay que admitir que «yo pienso» y dudo. «Pienso, luego existo». La mente intuye la relación que hay entre pensar y existir. Al afirmar mi existencia, afirmo la existencia de una cosa que piensa. En el cogito (pienso) encuentra el criterio de verdad, que aceptará como verdadero todo aquello que se le presente a la mente con la misma claridad y distinción. La idea no garantiza la existencia de la realidad. El pensamiento piensa ideas y no cosas. El cogito garantiza la realidad subjetiva de las ideas, puesto que existen en mi mente, pero no me dice nada acerca de esas ideas.

Las Tres Sustancias: Pensante, Infinita y Extensa

Descartes investiga el origen de las ideas:

  • Adventicias: Las que me llegan de la experiencia externa.
  • Facticias: Las que construye la mente a partir de otras ideas.
  • Innatas: Ideas claras, pero no las construye la mente.

A partir de la primera verdad, Descartes llega a la existencia de tres sustancias, cada una de ellas definida por un atributo inseparable de la propia sustancia:

  • La sustancia pensante: Es el yo o el alma, y le corresponde el pensamiento.
  • La sustancia infinita: Es Dios, y le corresponde la perfección.
  • La sustancia extensa: Es el cuerpo y la materia, y le corresponde la extensión.

Descartes define las sustancias como aquello que no necesita ninguna otra cosa para existir. Esto solo puede aplicarse a Dios, ya que la sustancia infinita es la única que realmente no necesita nada más para existir.

La Unión del Alma y el Cuerpo: La Glándula Pineal

El ser humano está formado por dos sustancias separadas: el cuerpo y el alma. Define el alma, o el yo, como lo que le hace ser lo que es, y dice que es distinto al cuerpo. Las dos sustancias que forman al hombre son totalmente heterogéneas, pero entre alma y cuerpo tiene que haber una unión que Descartes debe justificar. Recurre a la glándula pineal, situada en el cerebro y descrita como el punto desde el que el alma acciona sobre el cuerpo. El propio Descartes reconoce que sobre esta cuestión no hay una idea distinta y clara. El hombre es libre porque tiene alma, y esta es lo que la define.

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