René Descartes: Vida, Contexto Histórico y Contraste con Galileo

Vida y Contexto Histórico de René Descartes

René Descartes nació en marzo de 1596 en La Haye, Francia. El siglo XVII, conocido como el siglo de la crisis de la conciencia europea, estuvo marcado por varios factores determinantes: la fragmentación del cristianismo en diversas confesiones, continuas guerras, hambrunas periódicas y crecientes antagonismos entre nobles y burgueses, así como entre señores y campesinos.

En el ámbito político, el absolutismo monárquico centralista se presentaba como la garantía del orden y la uniformidad, en contraposición a la fragmentación y el particularismo. Este siglo también se caracterizó por una gran efervescencia en las ciencias, particularmente en la física, la astronomía y la medicina. Sin embargo, en la Universidad de la Sorbona seguían imperando los aristotélicos y los teólogos de la Contrarreforma, celosos en todo lo que pudiera contradecir la doctrina tradicional.

Para el aristotelismo, todo conocimiento parte de los datos sensibles, pero el entendimiento tiene la capacidad de abstraer de ellos la esencia, que podía ser tomada como principio universal para obtener nuevas verdades. El heliocentrismo, que Galileo trataba de imponer con sus descubrimientos, no solo trajo consigo una desconfianza respecto a lo que percibimos por los sentidos, sino también una inevitable revisión de lo que es el conocer mismo y una pregunta sobre la realidad.

La concepción heliocéntrica situaba al hombre en un universo mecánico, sin ángeles que movieran las esferas ni un primer motor divino.

Obras Principales de Descartes

A los 45 años, Descartes escribió Las Meditaciones Metafísicas, acompañadas más tarde de Objeciones y Respuestas, fruto de un intenso intercambio entre científicos y filósofos. En esta obra, Descartes ofrece una visión completa de la pugna entre los nuevos saberes y la autoridad del saber heredado.

Anteriormente, había escrito Reglas para la Dirección del Espíritu (obra inconclusa), Tratado del Mundo (no publicado) y El Discurso del Método.

Después de Las Meditaciones Metafísicas, mantuvo una amplia relación epistolar sobre cuestiones morales y filosóficas. Publicó en Utrecht sus Principios de Filosofía. Ante la animosidad de la ciudad, que prohibió sus escritos, se trasladó a Estocolmo invitado como profesor de filosofía por la reina Cristina de Suecia, donde murió a los 54 años.

Galileo y Descartes: Un Contraste Filosófico

El pensamiento, o la actitud mental, de Galileo difiere sensiblemente de la de Descartes. No es puramente matemática, sino físico-matemática. Galileo no emite hipótesis sobre los modos posibles del movimiento acelerado; busca el modo real, el modo que emplea la naturaleza. No parte, como Descartes, de un mecanismo causal para traducirlo luego a una relación puramente geométrica, o incluso sustituirlo por tal relación.

Galileo parte de la idea preconcebida, pero fundamental en su filosofía de la naturaleza, de que las leyes de la naturaleza son leyes matemáticas. Lo real encarna lo matemático. Por eso, en Galileo no hay separación entre la experiencia y la teoría; la teoría, la fórmula, no se aplica a los fenómenos del exterior, no «salva» esos fenómenos, sino que expresa su esencia.

La naturaleza solo responde a las preguntas formuladas en lenguaje matemático, porque es el reino de la medida y del orden. Y si la experiencia guía «como de la mano» al razonamiento es porque, en la experiencia bien realizada (la pregunta bien planteada), la naturaleza revela su profunda esencia, que solo el intelecto es capaz de captar.

Galileo triunfó donde Descartes fracasó. Supo comprender y mantener, en y por el pensamiento, la paradójica noción del movimiento, haciéndola la base de sus razonamientos. Descartes no lo logró, al menos al principio. La noción clásica de movimiento (la misma que Descartes recogerá más tarde, permitiéndole formular el principio de inercia) no es tan clara y distinta como se ha dicho. Un cambio que es un estado… lo Mismo que es lo Otro… solo por «fuerza» es posible hacer coincidir estos conceptos.

Conceptos Clave en el Pensamiento Cartesiano

  • Evidencia: Captación de la verdad a través de una «simple» inspección de la mente, equivalente a una intuición. El conocimiento basado en la evidencia debe ser simple y directo.
  • Precipitación: Lanzarse imprudentemente a decir o ejecutar algo. Sus causas pueden ser diversas: confianza excesiva en nuestras capacidades, falta de esfuerzo, prisa por obtener resultados, entre otras.
  • Prevención: Concepto previo que se tiene de algo. Consiste en el mantenimiento de los prejuicios adquiridos. Para Descartes, una de las causas de la prevención provenía de la aceptación del aristotelismo escolástico.
  • Claro: Según Descartes, es claro aquel conocimiento que es presente y manifiesto a un espíritu atento, tal como decimos que vemos claramente los objetos cuando, estando ante nosotros, actúan con suficiente fuerza y nuestros ojos están dispuestos a mirarlos.
  • Distinto: Según Descartes, es distinto aquel conocimiento que es, además de claro, separado y preciso.

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