Contexto Histórico y Vida de René Descartes
Durante el siglo XVII se consolidaron los cambios que se habían iniciado con el comienzo de la Edad Moderna (siglos XV-XVIII). En esta época, la forma de gobierno que se extendió por casi toda Europa fue la monarquía absoluta, que concedía todo el poder al rey. La estructura de este sistema de gobierno dio lugar a una organización social basada en estamentos: rey, nobleza y alto clero, y pueblo llano, mostrándose así una influyente desigualdad social. En el terreno artístico, este siglo estuvo dominado por el Barroco, el cual reflejaba el ambiente cultural y el espíritu de la época, a la vez que era utilizado como forma de exaltar el poder del monarca o como propaganda de la Contrarreforma católica.
Nacimiento y Formación
Fue durante esta época cuando nació René Descartes (1596-1650) en La Haye, Turena, en el seno de una familia noble. Quedó a cargo de su abuela al morir su madre cuando tan solo tenía un año de edad, y debido a la ausencia de su padre por cuestiones de trabajo. En 1604 ingresó en el prestigioso colegio de La Flèche en Anjou, donde recibió una sólida formación clásica dirigida por los jesuitas y basada en el conocimiento del latín y el griego (la filosofía de Aristóteles), interpretada por el padre franciscano Suárez, y las matemáticas, tanto teóricas como aplicadas a la astronomía, la música y la arquitectura.
Guerra de los Treinta Años e Influencia de Beeckman
Tras concluir sus estudios en Derecho y Medicina en Poitiers, iniciada la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), Descartes se inscribió en el ejército para poder viajar de una manera segura y combatió junto a los protestantes en Breda, donde conoció a Isaac Beeckman. Este le inculcó el interés por la nueva física y su relación con las matemáticas, en las cuales su aportación fue muy importante. Dicho enfrentamiento comenzó como una guerra de religión entre partidarios de la Reforma protestante y de la Contrarreforma católica, donde los jesuitas intentaron poner el pensamiento de Tomás de Aquino al servicio de la Contrarreforma, pero actualizado, lo que no agradó a este filósofo, considerado el padre de la filosofía moderna. Después, el conflicto derivó en una guerra total en la que se dirimieron cuestiones relacionadas con el equilibrio político de Europa, rivalidades entre monarquías protestantes y católicas, y el predominio en el comercio internacional. Con el fin de la guerra en 1648, con la Paz de Westfalia, se inició un largo periodo de crisis.
Estancia en Holanda y la Revolución Científica
Después de estar varios años viajando, se estableció en Holanda, país donde había una mayor libertad de pensamiento y podía disfrutar de su privacidad. Escribió un tratado de física dividido en dos partes: El mundo y El tratado del hombre, en el que se defendían las ideas copernicanas. Cuando los tenía prácticamente terminados, la condena a Galileo por afirmar el heliocentrismo de Copérnico le disuadió de publicarlos. Este astrónomo fue el iniciador de la revolución que dio lugar al nacimiento de la ciencia moderna.
Durante esta época hubo un gran interés por la ciencia, ya que durante los siglos XV y XVI se había producido la Revolución Científica, un conjunto de intentos de muchos científicos por justificar el modelo heliocéntrico de Copérnico, según el cual los planetas giraban en órbitas circulares alrededor del Sol, con el que pretendió por primera vez describir la realidad tal cual era. Kepler, a diferencia de Copérnico, propuso que los planetas se movían en órbitas elípticas alrededor del Sol. El nuevo modelo astronómico quedó completo gracias a Galileo, y Newton cerró el proceso con la ley de la gravitación universal.
Racionalismo, Empirismo y el *Discurso del Método*
Galileo y Descartes propusieron dos métodos científicos nuevos pero diferentes, ya que el de Descartes arranca de la intuición de ideas innatas y no apela al experimento. Estos dos filósofos fueron un claro ejemplo de las dos corrientes que surgieron en esta época: el racionalismo, que se preocupó por justificar la correspondencia entre nuestros pensamientos y la realidad, donde destacó Descartes; y el empirismo, el cual defendía que la experiencia sensible es la garantía de la correspondencia entre pensamiento y realidad, donde destacó Galileo. En contraposición a las dos corrientes anteriores, Kant quiso lograr un compromiso entre el empirismo y el racionalismo.
Tras el abandono de la publicación de su obra El mundo, Descartes escribió el Discurso del método (publicado en 1637), que debía ser una introducción a tres escritos en los que recogía sus investigaciones en óptica, meteorología y geometría. Era un texto fácil, dividido en seis partes, en el que Descartes hace una especie de autobiografía intelectual y una exposición de sus ideas básicas. Fue escrito en francés y no en latín, como era normal, y tuvo mucho éxito. Otras obras fueron Meditaciones metafísicas, la cual apareció en latín acompañada de las objeciones de la época respondidas por el propio autor, Principios de la filosofía y Las pasiones del alma.
Últimos Años y Fallecimiento
En 1649, la reina María Cristina de Suecia le pidió que fuese instructor en su corte, pero al enfermar de pulmonía falleció el 11 de febrero de 1650.