René Descartes: Vida, Obra y el Racionalismo como Respuesta a la Crisis del Siglo XVII

Contexto Histórico y Biográfico de René Descartes

René Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye (Francia) y murió el 2 de febrero de 1650 a causa de una neumonía. El texto que comentamos pertenece a la segunda o cuarta parte del Discurso del Método, una de sus obras más importantes, cuyo título completo es Discurso del método para dirigir adecuadamente la razón e indagar la verdad en las ciencias.

El Discurso del Método es una obra corta que consta de seis partes, de las cuales la primera, segunda y cuarta son las que poseen mayor interés filosófico. En esta obra se encuentran las claves fundamentales del pensamiento de Descartes. El Discurso del Método fue publicado en Francia en 1637 como prefacio a tres ensayos científicos titulados Dióptrica, Meteoros y Geometría. Se puede considerar como una de las obras que abre paso a la filosofía moderna, sobre todo por su defensa de la razón como fuente principal de conocimiento y criterio de verdad.

Descartes escribió varias obras más, como Reglas para la dirección del espíritu, que es una obra de gran importancia para el estudio de su célebre método: el método cartesiano.

La Época de Crisis y el Surgimiento del Racionalismo

René Descartes vivió en una época muy inquieta y agitada debido a grandes problemas existentes, como una economía que seguía siendo agrícola, el hambre era una amenaza permanente, la población disminuía alarmantemente, y la esperanza de vida oscilaba entre los 25 y 30 años. Las revueltas sociales y la guerra civil eran un peligro constante. La Guerra de los Treinta Años fue una guerra política y religiosa donde se veía la lucha entre católicos y protestantes. Debido a todo esto, vivió en una época de crisis.

Los intelectuales se enfrentaron a una crisis seria: las universidades entraron en decadencia y la vida intelectual tuvo que centrarse en salones y academias. La nueva ciencia provocó la caída de la imagen aristotélica del mundo. La cultura se nacionalizó y, frente al sentido general de la cultura medieval en la que poco importaba un filósofo o un científico, ahora sucedía lo contrario.

En resumen, la crisis generalizada supuso la ruptura de la unidad de Europa, que pasó a ser un continente dividido y en guerra permanente.

La visión del Barroco también es pesimista: todo es movimiento, mudanza y fugacidad. El tiempo se convierte en una obsesión; no hay en el mundo humano necesidad ni orden. Todo es apariencia y la esencia de las cosas permanece oculta. El cartesianismo es un intento de solución a la crisis creada por la nueva ciencia y el hundimiento de la escolástica. Descartes conoció la filosofía escolástica de orientación aristotélico-tomista, donde dejan de tener importancia las formas tradicionales del conocimiento de Tomás de Aquino y Aristóteles, y se da la ruptura de la fe con la razón para llegar al conocimiento. Pero para Descartes consistía en un falso saber, ya que sus principios generales no admitían los movimientos racionales sino por la fuerza de la fe. De este modo, la ciencia no podía progresar, por lo que Descartes realizó una búsqueda de un nuevo método, escogiendo como modelo las matemáticas, ya que los enunciados de las mismas son verdades de razón. Por todo esto, Descartes inicia el Racionalismo. Además, hay que hacer hincapié en la especial importancia de la invención de la imprenta y el descubrimiento de América, dos hechos capitales que influyeron en la concepción del mundo.

Racionalismo vs. Empirismo

El racionalismo solo es comprensible a partir del periodo de transición que presenta el Renacimiento. Se volvió a tener confianza en el ser humano y se adquirió una visión más optimista de la vida. El Renacimiento tuvo la virtud de provocar un enorme deseo de saber y de apoyar todos los progresos basados en las fuerzas del ser humano, en vez de acudir al criterio de autoridad. Hacen grandes avances las ciencias y cambia la concepción del mundo. El despegue de las ciencias se debe a la aplicación del método matemático; se va a tener una fe ciega en el modelo matemático del saber. En el siglo XVII comienza el racionalismo con Descartes, una corriente filosófica que se desarrolla por oposición al empirismo inglés. El empirismo es una corriente contraria al racionalismo, ya que piensa que el modelo del método son las ciencias naturales y no las matemáticas, y piensa que ningún ser humano puede nacer con ideas. En cambio, el racionalismo defiende la idea de que todo se conoce a través del innatismo, es decir, que poseemos ideas desde el mismo momento de nuestro nacimiento.

Influencias en el Pensamiento de Descartes

  • San Agustín: «Si me equivoco, existo». Descartes dice: «Pienso, luego existo».
  • Escepticismo de Montaigne: Duda de toda la realidad. Descartes parte de ahí.
  • Estoicismo: Defensa del destino. Asume que existe. Ante el destino, nosotros no podemos cambiarlo; debemos asumirlo con resignación. A esto se refiere Descartes, ya que debemos afrontar las situaciones que vengan con valentía.
  • Método inductivo de Bacon: Se opuso al método aristotélico porque la ciencia quiere adquirir nuevos conocimientos. Descartes está de acuerdo, pero rechaza la experiencia.

Comparación entre Racionalismo y Empirismo

  • Racionalismo/Empirismo: Hume, al igual que Descartes, parte de la necesidad de elaborar una nueva filosofía, aunque ambos siguen caminos distintos. Descartes es considerado el padre del racionalismo moderno y, aunque Hume no es el padre del empirismo, es muy importante. El empirismo surgió como crítica al racionalismo. Ambos son una actitud frente al problema del origen del conocimiento. El racionalismo pone este origen en la razón, mientras que el empirismo lo pone en la experiencia, es decir, en los sentidos.
  • Innatismo/Empirismo: El racionalismo defiende la existencia de ideas innatas. Por el contrario, el empirismo las niega. Al nacer no se poseen ideas, nuestra mente es un libro en blanco que se rellena con la experiencia.
  • Racional/Evidencia sensible: Para el empirismo, el criterio de verdad es la evidencia sensible; algo es verdadero cuando se corresponde con una experiencia sensible. Descartes afirma que algo existe cuando la razón lo ve como evidente.
  • Método inductivo/deductivo: El método utilizado por Hume es el inductivo, va de lo particular a lo universal, es decir, a partir de la observación repetida de los objetos se obtiene una conclusión para estos objetos. Sin embargo, el llevado a cabo por Descartes es el deductivo, va de lo universal a lo particular.
  • Matemáticas/Física: El método racionalista cartesiano es el modelo de las matemáticas, es extensible a todos los saberes. A partir de unas deducciones se llega al resto de conclusiones. Hume toma el modelo de la física de Newton.
  • Percepciones: Hume afirma que a partir de la experiencia obtenemos percepciones. Pueden ser de dos tipos: impresiones e ideas. Las impresiones son los datos inmediatos que obtenemos de una experiencia sensible y las ideas la copia debilitada que nos queda de las impresiones. Las ideas serán verdaderas cuando procedan de la experiencia. Algunas ideas que son falsas, las crea nuestra mente a partir de la visión de otras ideas que poseemos. Estas percepciones dan lugar al conocimiento.

Tipos de Conocimiento según Hume

  • Conocimiento de relaciones de ideas: Conocimiento de la lógica y las matemáticas. Sus proposiciones son formales, su verdad no depende de la experiencia, son verdades universales, no explican nada nuevo. Descartes las apoya.
  • Conocimiento de cuestiones de hecho: Es el conocimiento de objetos y hechos, basados en la experiencia. Las proposiciones de estas son verdaderas si tenemos una impresión que la fundamente. No amplía la información sobre la realidad.
  • Límite del conocimiento: Para Descartes no hay límite del conocimiento, todo es cognoscible. Por el contrario, para Hume, el conocimiento tiene unos límites, que establece la experiencia. Defiende que solo podemos conocer los hechos que ocurren en el mundo y esto le lleva a un escepticismo.

Actualidad del Pensamiento Cartesiano

Crítica al «Cogito»

El argumento de Descartes ha convencido a muchos, pero su conclusión es extremadamente limitada. Porque aceptará que el hecho de pensar prueba mi existencia, nada sé de mí, salvo que soy un ser pensante. Algunos filósofos piensan que llega demasiado lejos, porque se equivocó al formular la frase «Yo pienso». Si quería ser coherente, debería haber dicho «Los pensamientos existen». Aunque en realidad, si hay pensamientos, hay pensador, pero podría ser que no. Utilizar el propio lenguaje nos lleva a que todo pensamiento necesita un pensador.

El Círculo Cartesiano

Para demostrar la existencia de Dios, hemos de partir de axiomas. ¿Cómo sabemos si estos axiomas son correctos? Descartes responde que nosotros percibimos clara y distintamente su verdad. Sin embargo, surge la siguiente pregunta: ¿Cómo podemos confiar en nuestras ideas claras y distintas? Una vez demostrada la existencia de Dios, esto no es un problema, pero hasta que no se comprueba, no tenemos ninguna fiabilidad. Nos encontramos con un círculo vicioso. No podemos confiar en nuestras ideas claras y distintas hasta saber que Dios existe, pero no podemos demostrar la existencia de Dios si no nos fiamos de nuestras ideas claras y distintas.

Límites del Conocimiento

Descartes desprecia los sentidos, afirmando que estos nos engañan, sin aportarnos conocimiento. Sin embargo, la ciencia afirma que la experiencia es la base del conocimiento, existiendo una unión entre esta y la razón para llegar a alcanzar el conocimiento. Indica que la posición de Descartes no se corresponde con la actualidad y el concepto de ciencia.

Matemáticas y Ciencia Positiva

El racionalismo de Descartes intenta hacer una ciencia del saber. Esto quiere decir que, a diferencia de las matemáticas, los principios tienen que describir qué es lo que ocurre en la realidad y para ello no puede fiarse de nuestras intuiciones. Por lo que, para conocer la realidad, hay que observarla. Aunque también es cierto que Descartes ha hecho una gran aportación al pensamiento filosófico y abrió el camino que más tarde desembocaría en los grandes proyectos de la ciencia y la tecnología.

El Método Cartesiano

Descartes muestra su preocupación por el desorden reinante en el ámbito del conocimiento y culpa de ello a la filosofía, ya que no ofrece nada que no sea objeto de disputas. Sin embargo, en el tronco del que brotan todas las ciencias hay que reformular desde lo profundo para extraer de ella principios intelectuales con los que ordenar y unificar el campo del saber. Para esto, tiene que recurrir al modelo, la manera en que las razones de las matemáticas adquieren certeza y evidencia. Los objetos a los que se aplican son distintos, pero solo se extrae el entendimiento, que es siempre el mismo. Este no consiste en acudir a las cosas a través de la experiencia sensible, sino en elaborar principios intelectuales ajenos en principio a ellas.

Una vez que se busca una ciencia perfecta, no hay más remedio que desechar las opiniones probables. De todas las ciencias, solo la aritmética y la geometría son perfectas, las dos que tenemos para conocer: la experiencia y la deducción.

Surge de este modo un método que consiste en cuatro reglas para emplear bien los dos modos de conocer de la razón:

  1. Evidencia: Es la regla principal, ya que el conocimiento debe levantarse sobre la evidencia, buscando verdades sólidas y seguras. De este modo, Descartes descarta todo aquello que posee la mínima duda, ya que con el tiempo puede convertirse en falso al no ser totalmente riguroso.
  2. Análisis: Según Descartes, cuando se nos presenta un problema, debemos descomponerlo en sus partes más pequeñas, es decir, debemos dividir el gran problema en problemas simples. Una vez separadas esas partes, se pueden solucionar de forma intuitiva.
  3. Síntesis: Una vez resueltas las partes del problema, se procede a su unión hasta encontrar la solución de este problema tan complejo al que nos enfrentamos. Se aplica la deducción.
  4. Revisión y enumeración: Revisiones imprescindibles para comprobar que el análisis y la síntesis se han efectuado correctamente.

Inmediatamente después de exponer estas reglas, Descartes considera que para llegar al conocimiento cierto de todo debe aplicarse el método a la ciencia donde sea más fácil encontrar la certeza: las matemáticas. Así, aplica la unidad del método. El principio de este lleva a analizar cómo funciona la razón en todas las ramas de las matemáticas. Los éxitos conseguidos en la geometría y el álgebra prueban que el método funciona bien y asegura el correcto uso de la razón. Descartes propone aplicar este método al examen de otras materias, pero duda entre cuáles serían las correctas. Por ello, el método ayuda a responder, afirmando que sería aprobado aplicarlo a la filosofía.

Seguramente, poniendo en práctica su método, Descartes se entregó a la construcción de una metafísica que ha de servir de punto de partida para la organización del ser humano. Para ello, hay que encontrar verdades fundamentales a partir de las cuales se pueden deducir todos nuestros conocimientos. Para Descartes es una duda universal, metódica y teorética. Duda universal significa que hay que dudar de todo.

Los Motivos de la Duda Cartesiana

  • Duda de los sentidos: Puesto que alguna vez nos han engañado, podrían estar haciéndolo siempre. No es suficiente motivo para desconfiar totalmente de ellos, pero de buscar un enunciado de absoluta verdad, es aconsejable anticiparse a cualquier duda y rechazarlos como si fueran completamente falsos.
  • Duda entre la confusión entre sueño y vigilia: Teniendo en cuenta que cuando dormimos tenemos los mismos pensamientos que cuando estamos despiertos y no habiendo nada en ellos que nos indique si dormimos o no, podría ser cierto que todo lo que hemos pensado hasta ahora no pasara de ser un sueño al que nada corresponde realmente.
  • Duda de la hipótesis de la existencia de un genio maligno: Por último, podría suceder que un ser todopoderoso me estuviera engañando en todo cuanto pienso. Podría haber un genio maligno actuando con la fuerza suficiente para hacerme caer en error en todo lo que yo creo que es cierto, ya sean proposiciones matemáticas, pensamientos de la vigilia o información de los sentidos, serían absolutamente falsos.

«Pienso, luego existo»: El Primer Principio de la Filosofía Cartesiana

Descartes dice: «Si hay engaño sin cesar, sería absolutamente indudable que yo tengo que existir y pensar para poder estar en el error. En esto no cabe engaño posible: PIENSO, LUEGO EXISTO«.

Esta es la primera verdad evidente que se convierte en el primer principio de la filosofía que buscaba Descartes.

Además, esta verdad es indubitable, pues según Descartes se percibe con toda claridad y distinción. De ahí saca el criterio de certeza: todo cuanto perciba con igual claridad y distinción será verdadero y, por tanto, se puede afirmar con certeza.

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