René Descartes: Vida y Obra
Biografía
René Descartes nació en La Haye, Francia, en 1596. Estudió con los jesuitas en La Flèche y participó en la Guerra de los Treinta Años. Buscando mayor libertad de pensamiento, se trasladó a Holanda y posteriormente a Estocolmo, donde murió de neumonía en 1650.
Aportes a la Matemática, Física y Filosofía
Descartes realizó importantes contribuciones en diversos campos:
- Matemáticas: Creó la geometría analítica.
- Física: Estableció las bases de la cinemática.
- Filosofía: Es considerado el fundador del racionalismo y de la filosofía moderna.
Obras Destacadas
- Reglas para la dirección de la mente
- Tratado del mundo
- Discurso del método (con los ensayos: Dióptrica, Meteoros, Geometría)
Contexto Histórico y Filosófico de Descartes
Descartes vivió en una época marcada por diversas crisis:
- Crisis política: Los viejos sistemas políticos eran reemplazados por los nuevos estados absolutistas.
- Crisis religiosa: La Reforma Protestante (Lutero) dividió a Europa entre catolicismo y protestantismo.
- Crisis científica y filosófica: La visión geocéntrica de Aristóteles fue desafiada por las teorías de Galileo y Copérnico. La filosofía buscaba bases más sólidas, no solo en la fe, sino también en la razón.
En este contexto, surgió la necesidad de un nuevo planteamiento del conocimiento, basado en la observación y las matemáticas. Descartes, influenciado por este ambiente, diseñó un método para evitar los errores del pasado. No buscaba crear ciencia, sino una metafísica que sirviera como base para el conocimiento científico.
Descartes creó un sistema filosófico revolucionario que presentaba la realidad como algo mecanicista y cuantitativo, conocible mediante la razón (aritmética y geometría) más que a través de los sentidos.
El Cogito y la Duda Metódica
La primera evidencia del sistema cartesiano, el cogito ergo sum («pienso, luego existo»), tiene sus raíces en el si fallor sum («si me equivoco, existo») de San Agustín. La diferencia radica en que Descartes utiliza esta verdad como el primer principio de su metafísica, mientras que San Agustín la usa como un argumento contra el escepticismo.
El racionalismo posterior se caracterizó por el optimismo, creyendo que el conocimiento humano se basa en ideas innatas garantizadas por un Dios perfecto y bondadoso. Este optimismo fue cuestionado por el empirismo y Kant, quienes argumentaron que el origen del conocimiento está en la experiencia. Nietzsche también se opuso al racionalismo prekantiano al afirmar que este considera que la racionalidad de las cosas proviene de Dios.
El Cogito y el Criterio de Verdad
Para Descartes, el cogito es la primera verdad, a partir de la cual se desarrollan las demás verdades de su filosofía. Sus meditaciones metafísicas buscaban elaborar un método para alcanzar la verdad, tomando como modelo las matemáticas, que consideraba el único sistema que había sobrevivido a la crisis del paradigma aristotélico.
Descartes buscaba una verdad fuera del ámbito matemático que le permitiera ampliar la fiabilidad del conocimiento al resto del saber. Para ello, aplicó la duda metódica (primera regla de su método), admitiendo solo verdades claras y distintas.
La única evidencia que le quedó tras aplicar la duda fue la certeza de su propia existencia, ya que para dudar es preciso existir: cogito ergo sum. Este principio se convirtió en el criterio de certeza: «juzgué que podía admitir esta regla general: las cosas que concebimos de manera muy clara y distintamente son todas verdaderas».
Tomando como modelo el método matemático, basado en la deducción a partir de una verdad evidente, Descartes encontró una verdad igualmente evidente fuera del ámbito matemático: el cogito. Este se convirtió en el criterio de verdad, comprometiéndolo a aceptar solo ideas claras y distintas.
Este criterio de verdad lo condujo a la concepción de un mundo racional, construido con criterios racionales y rechazando la información proveniente del exterior.
Las Demostraciones de la Existencia de Dios
El método de la duda de Descartes, aunque efectivo para encontrar el punto de partida de su filosofía, tuvo consecuencias:
- Negó la veracidad de la información sensorial y, con ella, la existencia de un mundo objetivo. El pensamiento, lo único que le quedaba, no tenía nada en qué pensar ni podía ser consciente de su propia existencia. Necesitaba demostrar la existencia de un mundo en qué pensar.
- Con la teoría del Genio Maligno, Descartes cuestionó la capacidad humana para conocer la verdad. Necesitaba demostrar que el pensamiento humano puede alcanzar la verdad.
Para resolver estos problemas, Descartes recurrió al pensamiento y a su contenido: las ideas. Clasificó las ideas por su procedencia y se centró en las ideas de infinitud y perfección. Su origen no podía ser una realidad exterior (adventicias) ni su propio pensamiento (facticias), que es imperfecto. Tampoco podía explicarse su origen en la nada. La única posibilidad era que estas ideas fueran puestas en nosotros por un ser con esas mismas características: Dios. La idea es innata (primera demostración).
La segunda demostración de Dios se basa en el argumento ontológico de San Anselmo. Descartes parte de la idea de perfección. Para él, esta idea es la única que tiene, de forma evidente, la garantía de su existencia, pues la existencia es una perfección.
La tercera prueba se basa en la concepción de los seres contingentes y el Ser Necesario del que dependen. Parte de la necesidad de explicar cualquier hecho con una causa y concluye que todos los pensamientos tienen su origen en un ser necesario que explica la existencia de todo.
Tras demostrar la existencia de Dios, Descartes resuelve los dos problemas iniciales:
- Si Dios existe y es perfecto, también es bueno y no puede querer engañarnos.
- Si Dios nos ha creado y nos ha hecho inteligentes, debe existir un mundo objetivo (reconstrucción del mundo negado por la duda) que sea inteligible (imposibilidad de la existencia de un Genio Maligno).
El mundo existe como objeto de nuestro pensamiento y podemos conocerlo. Con la demostración de Dios, Descartes cambió el planteamiento inicial de su metafísica. Sustituyó el cogito por Dios. Todo lo que existe (res cogitans, res infinita y res extensa) se puede conocer porque Dios lo ha puesto en nuestra naturaleza; toda idea verdadera es innata.
Teoría del Conocimiento de Kant
Kant se preocupó por la posibilidad de la metafísica como ciencia. Para ello, investigó cómo es posible la ciencia y sus condiciones. Distinguió dos tipos de condiciones: las empíricas (particulares y contingentes) y las a priori o trascendentales (universales y necesarias).
Dado que la ciencia es un conjunto de juicios, Kant presentó dos clasificaciones:
- Juicios analíticos y sintéticos: Los analíticos son aquellos en los que el predicado se incluye en el sujeto (no dan información nueva). Los sintéticos son aquellos en los que el predicado no se incluye en el sujeto (amplían el conocimiento).
- Juicios a priori y a posteriori: Los a priori son aquellos cuya verdad se conoce independientemente de la experiencia (son universales y necesarios). Los a posteriori son aquellos cuya verdad se conoce a partir de la experiencia (son particulares y contingentes).
Los juicios más importantes de la ciencia son los sintéticos a priori: amplían el conocimiento (sintéticos) y son universales y necesarios (a priori).
Doctrina del Conocimiento en la Crítica de la Razón Pura
1. La Estética Trascendental
La estética, en su sentido epistemológico, se refiere a la sensibilidad, que es la capacidad de tener sensaciones. La estética trascendental explica las condiciones trascendentales (universales y necesarias) de la sensibilidad. Kant distingue dos momentos en la percepción: la materia (sensaciones) y la forma. La unión de materia y forma en la sensibilidad es el fenómeno.
Las formas puras o principios a priori de la sensibilidad son el espacio y el tiempo. Son las condiciones de posibilidad de toda experiencia, ya que sin ellos no es posible ninguna experiencia. El espacio es la forma de la experiencia externa y el tiempo la forma de la experiencia interna.
La sensibilidad realiza las primeras síntesis al unificar las sensaciones en el tiempo y el espacio. Sin embargo, percibir no es comprender. Comprender lo percibido es la función del entendimiento, que se realiza a través del juicio. El entendimiento puede ser considerado como la facultad de los conceptos o la facultad de juzgar.
Kant distingue dos tipos de conceptos: los empíricos (proceden de la experiencia y son a posteriori) y los conceptos puros o categorías (no proceden de la experiencia y son a priori). Las categorías son nociones que no se refieren a datos empíricos pero tampoco son construidas…