Revolución Científica: Astronomía, Mecánica y el Legado de Galileo

Causas de la Revolución Científica

El redescubrimiento de los clásicos griegos, como Platón y Pitágoras, impulsó el estudio de la naturaleza. La influencia del platonismo y el pitagorismo fomentó la búsqueda de proporciones numéricas y leyes matemáticas en los fenómenos naturales, especialmente en los movimientos de los astros. Figuras como Arquímedes, con su combinación de matemáticas y aplicaciones prácticas, reemplazaron a Aristóteles como modelo de sabio.

El interés por las artesanías y los procesos técnicos de fabricación también contribuyó. Este enfoque práctico dio lugar a un nuevo tipo de filósofo-científico que buscaba desentrañar los secretos de la naturaleza a través de la experimentación. Este interés por lo técnico llevó a importantes contribuciones en problemas fundamentales, contrastando con la filosofía contemplativa tradicional.

Un factor decisivo fue la introducción del método matemático en la investigación experimental. Galileo, por ejemplo, eliminó los aspectos no numéricos o geométricos, reduciendo el cuerpo a una figura geométrica pura con tamaño y movimiento en un espacio tridimensional idealizado. Este enfoque matemático permitió demostraciones rigurosas, a diferencia de la observación ingenua de los sentidos.

La Astronomía Renacentista

La revolución científica se inició en la astronomía. Las observaciones astronómicas revelaron discrepancias entre las posiciones, luminosidad y trayectorias de los astros y el sistema aristotélico. El complejo sistema de círculos, excéntricas y epiciclos utilizado para explicar estas discrepancias llevó a Copérnico a proponer su teoría heliocéntrica, motivado por la economía matemática.

La teoría copernicana, que situaba al Sol en el centro del sistema solar, no fue aceptada de inmediato, ya que contradecía el sentido común aristotélico. Copérnico aún estaba influenciado por el marco conceptual de Aristóteles.

Kepler, influenciado por el pitagorismo y la creencia en la esencia numérica de todas las cosas, dio un paso adelante en la matematización del universo. Descubrió sus tres leyes del movimiento planetario: órbitas elípticas, áreas iguales barridas en tiempos iguales y la relación entre el período de revolución y la distancia al Sol.

Galileo Galilei, con el apoyo del telescopio, se esforzó por demostrar la verdad de la teoría copernicana. Este avance preparó el terreno para la idea de un universo regido por leyes únicas e invariables.

La Mecánica Galileana

La mecánica, con la decisiva contribución de Galileo, marcó la verdadera revolución científica. El concepto central de la mecánica es el movimiento, reducido al traslado de un cuerpo en el espacio. Galileo se centró en las cualidades cuantificables y medibles del movimiento, buscando su medición en lugar de su esencia.

Mediante la matematización, Galileo refutó la idea aristotélica de que todo movimiento requiere una causa externa constante. Estableció que una fuerza produce aceleración, un incremento en la cantidad de movimiento. El principio de inercia de Galileo, que establece que un cuerpo en movimiento uniforme permanecerá en ese estado a menos que una fuerza actúe sobre él, derrumbó la mecánica aristotélica.

Galileo equiparó el reposo y el movimiento como estados de la materia, demostrando que la matemática, y no la observación ingenua, revela la verdadera realidad. Pudo explicar movimientos que eran incomprensibles para los principios aristotélicos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *