Santo Tomás de Aquino: Conocimiento, Ética, Política y Relación entre Filosofía y Teología

Teoría del Conocimiento

Santo Tomás define el conocimiento como la posesión objetiva de una forma y se consigue desde dos niveles o fuentes de conocimiento:

  • Los sentidos: nos aportan el conocimiento de lo concreto y lo particular.
  • El entendimiento: nos da el conocimiento de lo abstracto y lo universal, distinguiendo en él el entendimiento agente y el paciente.

El conocimiento intelectual comienza con el conocimiento sensible. Este es el proceso de conocimiento o abstracción:

  1. Los sentidos captan las cosas individuales.
  2. En la imaginación, las cosas imprimen la imagen, especie sensible expresa.
  3. El entendimiento agente abstrae, universaliza el contenido, lo despoja de todo lo particular y material y produce la especie inteligible impresa.
  4. El entendimiento pasivo elabora el concepto universal.
  5. Por el principio de individuación, el entendimiento produce la conversión del fantasma aplicando el concepto a la cosa concreta.

Para Santo Tomás, los universales son conceptos con los que conocemos las esencias de las cosas y son reales en cuanto a lo que representan y no lo son en cuanto a la forma de representarlo (realismo moderado).

Ética

El fin de la vida humana es la felicidad (contemplación de Dios), que no puede ser alcanzada totalmente en esta vida, pero sí debe ser preparada en ella. Su ética es eudemonista y teleológica. El ser humano, en su potencia intelectiva, posee dos facultades: el entendimiento y la voluntad. La primacía se le da al entendimiento, por lo que la voluntad lo sigue. La razón ha de marcar el camino. Solo el ser humano puede conocer sus inclinaciones y deducir de ellas normas de conducta para la acción, cuya moralidad se asienta en los actos de voluntad que han de tener siempre por objeto el bien. Demuestra así la existencia de la ley natural.

Hay ciertas normas de conducta derivadas de la naturaleza racional humana, cuyas inclinaciones naturales son tres:

  1. Conservar su propia existencia.
  2. Conservar la especie y cuidar de la prole.
  3. Conocer la verdad y vivir en sociedad.

Esta ley natural coincide con la ley moral y su contenido es natural, racional, universal e inmutable. Es la ley inscrita en la razón de todo hombre que ordena hacer el bien y evitar el mal a partir de la libertad y la voluntad.

Señala dos tipos de leyes:

  • Ley positiva: las leyes concretas promulgadas por los legisladores para la convivencia social.
  • Ley eterna: la ley de Dios.

Santo Tomás concibe la ley natural como una parte de la ley eterna y la ley positiva como un desarrollo de la ley natural. Para lograr la felicidad contamos con la virtud. Hay dos tipos:

  1. Intelectuales: perfeccionan el conocimiento.
  2. Morales: perfeccionan la vida buena.

En la tradición se han denominado virtudes cardinales a las cuatro fundamentales de la vida moral: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. A estas, Santo Tomás añade las sobrenaturales o teologales: fe, esperanza y caridad.

Política

Sigue a Aristóteles y señala el origen natural de la sociabilidad humana. El hombre es social por naturaleza debido a tres razones:

  1. No se basta a sí mismo para atender a las necesidades de la vida.
  2. Precisa de la ayuda de los demás para conocer lo que necesita para su subsistencia.
  3. Es esencialmente comunicativo.

Por lo que la sociedad nace de la inclinación natural humana.

El bien común como fin de la sociedad: se trata de aquello que hace posible la vida virtuosa de los ciudadanos. Así son necesarios el orden, la tranquilidad, la paz, la unidad, la amistad, etc.

Los constitutivos esenciales de la sociedad civil son: materia y forma. Estas formas de autoridad son seis: tres justas (monarquía, aristocracia y democracia) y tres injustas (tiranía, oligarquía y demagogia). Afirma que el Estado se debe subordinar a la figura de la Iglesia.

Relación entre Filosofía y Teología

Solo hay una verdad última a la que se puede llegar por dos caminos: la razón y la fe.

  • La razón: nos acerca a la realidad sensible.
  • La fe: nos pone en contacto con lo sobrenatural y se basa en la revelación.

Quiere distinguir ambas y aclarar su relación. La fe supone la razón y no va contra ella, sino que la completa. Distingue claramente que hay:

  • Verdades de fe: las verdades reveladas por Dios, objeto de la teología.
  • Verdades de ciencia (razón): demostrables racionalmente, objeto de la filosofía.
  • Preámbulos de la fe: verdades cognoscibles racionalmente y que también fueron reveladas por Dios. Es una intersección entre las dos anteriores.

Filosofía de la Naturaleza y Metafísica

La metafísica se divide en dos dimensiones:

  1. La ontología: que estudia los entes limitados.
  2. La teología: estudio de Dios.

Santo Tomás afirma que los entes creados están compuestos de una dualidad de elementos: de un lado, la esencia (lo que cada ser es) y, de otro, la existencia (el acto de ser que depende de Dios) que no se identifican, pues la existencia no pertenece a su esencia. El modo de unión de ambos en el ente es el de una unidad de composición, son dos principios constitutivos de una misma cosa, y se comportan entre sí como la potencia y el acto: la esencia es potencia y la existencia es acto. Los entes creados participan del ser en distintos grados.

Teología

Parte de la metafísica que estudia la causa primera extrínseca del ente. Esa causa es precisamente Dios, en quien esencia y existencia se identifican, por eso es el ser necesario para Santo Tomás. La existencia de Dios no es evidente para nosotros, pero se puede demostrar racionalmente, por eso desarrolla sus cinco vías que comparten la misma estructura:

  1. Se parte de un hecho de la experiencia.
  2. Se aplica el principio de causalidad, advirtiendo que no puede haber una serie causal infinita.
  3. Se concluye que ha de existir un ser originario que es el que da lugar a toda la serie: Dios.

Las vías son las siguientes:

  1. Vía cosmológica: En el mundo existe el movimiento. Debe existir un primer motor no movido y este motor es Dios.
  2. Vía de la causalidad eficiente: Encontramos en la experiencia nexos de causas y efectos, por eso es necesario admitir una primera causa no causada.
  3. Vía de la limitación temporal de algunos seres: El ser contingente recibe la existencia solamente de un ser distinto, necesario, que tiene en sí la razón de su existir.
  4. Vía de los grados de perfección de los seres: Va desde los grados de perfección del mundo hasta un ser infinitamente perfecto.
  5. Vía de la finalidad con que obran los seres naturales: por lo que es necesario admitir un espíritu capaz de ordenar y dirigir.

Una vez demostrada la existencia de Dios, hay que preguntarse por su esencia. Para Tomás, Dios es inabarcable por el entendimiento humano, pero sí podemos entender de su esencia por las cinco vías: que es motor inmóvil, causa no causada, necesario, perfecto y fin. Hay una analogía entre Dios y las criaturas y también desemejanza. En diferente grado siempre habrá afirmación, negación y eminencia. Hay al menos un nombre con el que nombrar a Dios: el ser subsistente del que derivan los demás atributos y se dividen en entitativos y operativos.

Antropología

Afirma que el hombre refleja en su ser la proporción de lo divino y se sitúa entre dos mundos, lo espiritual y lo corporal. Se compone de cuerpo material (materia) y alma espiritual (forma), siendo una unión sustancial. El alma es el principio de la vida creada por Dios, no es eterna, es inmortal y obra con voluntad y libertad. Afirma la unidad sustancial del alma, señalando tres potencias o facultades del alma racional:

  • Vegetativa: lo relacionado con la nutrición, crecimiento y reproducción.
  • Sensitiva: relacionada con la sensación, la memoria y la imaginación.
  • Intelectiva: con dos operaciones (conocer, diferenciando entre entendimiento agente y paciente, y querer).

El alma puede existir con independencia del cuerpo porque sus operaciones superiores tratan sobre lo inmaterial y abstracto. Por esta inmaterialidad, el alma es simple y, por ser simple, no es divisible y mortal, como lo material, por lo que Tomás afirma su inmortalidad.

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